La isla de Bali, uno de las miles que forman el archipiélago indonesio es una isla en el sentido más extenso de la palabra. Por una parte, en el sentido estrictamente geográfico, es decir, es un territorio rodeado de agua. Pero más importante que este hecho, cabe destacar que Bali es un oasis hinduista rodeado de un país estrictamente musulmán (de hecho el país del mundo donde hay más fieles de Alá). Esto repercute directamente en la cultura, las tradiciones y en la manera de pensar de sus habitantes (mucho más relajados que en el resto del país y casi siempre con una sonrisa en la boca).
Hay un montón de templos hinduistas en la Isla de Bali, algunos situados realmente en lugares excepcionales, como el Tanah Lot, en una pequeña isla justo delante de tierra firme o el Pura Ulluvatu, en lo alto de un acantilado que te deja sin aliento.
Pero el más sagrado de todos los templos hinduistas de Bali es el Pura Besakih o Templo Madre de Besakih, que se encuentra en la falda sur del Monte Agung, un volcán que con 3.031 metros de altura es la montaña más alta de toda la isla y que los balineses consideran sagrado, dado que según ellos, se trata de réplica del mitológico Monte Meru, el más sagrado para el hinduismo. El templo, que queda unos mil metros sobre el nivel del mar, queda enmarcado por la figura cónica del volcán, agrandando aún más la evocadora escena. El templo de Pura Besakih forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Aunque parece que en esta zona hubo templos prehistóricos desde hace algunos miles de años, parece que es a partir de 1284 cuando esta zona es convertida en lugar de culto dedicada al hinduismo, coincidiendo con la colonización de la isla de Bali por parte de los javaneses.
El Pura Besakih no es un solo templo, si no que en realidad es un extenso recinto donde caben, al menos, hasta 22 templos. La disposición del complejo representa las diversas capas del universo y los puntos cardinales. A medida que vas subiendo por las escaleras por el eje principal del complejo, se pasa por una serie de patios donde se disponen los diversos templos y santuarios, con sus estatuas. Hay templos dedicados a las principales divinidades hindúes, entre ellas a la Trinidad sagrada de la Hinduismo: Shiva (el destructor), Brahma (el creador) y Visnú (el preservador).
Dado el carácter especialmente sagrado de este complejo, es habitual encontrarse a cientos de balineses que se acercan a Pura Besakih, para realizar las diversas ofrendas en el templo. Es una mezcla de ambiente festivo y místico, nada opresivo, muy respetuoso con el visitante, de manera que es fácil mezclarse con los devotos y disfrutar de la estancia en el templo. Eso sí, en caso de llevar pantalones cortos, hay que cubrirse con un sarong (que se puede alquilar en el mismo templo), la tela balinesa por excelencia.
CÓMO LLEGAR A PURA BESAKIH
Lo más habitual es llegar desde Ubud, una de las poblaciones con más carácter de la isla, que está llena de talleres de artesanos, además de disfrutar de algunas de las mejores infraestructuras para los viajeros.
Pura Besakih se encuentra a unos 50 kilómetros de Ubud. Se puede contratar una excursión organizada o un taxi.
Hay que pagar entrada para visitar el templo, pero no es necesario contratar los servicios de un guía, aunque es habitual que varios guías ofrezcan sus servicios, de forma bastante insistente, hasta el punto de asegurar que no se puede visitar el templo sin ellos, con la excusa de que hoy hay alguna ceremonia especial.