Qué ver en Omán en 1 semana. Este es el tiempo del que hemos dispuesto para visitar este precioso país de la Península Arábiga. En realidad, una semana es el tiempo mínimo para una primera aproximación al norte del país. Sin embargo, si además se desea visitar el sur de Omán, con capital en Salalah, se requerirá de una segunda semana, tiempo del que ya no disponemos.
En este post os contaremos qué ver en Omán. Se trata de las visitas imprescindibles del norte del país, todas ellas fácilmente realizables por cualquier viajero solo con la salvedad de que, dada la existencia de una casi nula red de transporte público, se requerirá de un coche de alquiler para llegar a los distintos lugares.
En este escrito seré conciso con los lugares que ver en Omán, puesto que en relatos posteriores desarrollaré las visitas más interesantes.
QUE VER EN OMÁN EN 10 VISITAS IMPRESCINDIBLES.
MUSCAT
Muscat es la capital de Omán y la entrada natural del país por vía aérea. Un día es suficiente para recorrer sus lugares más emblemáticos, aunque si se dispone de una segunda jornada probablemente se pueda profundizar más. El barrio más interesante es el de Mutrah, con una preciosa Corniche localizada en una bella bahía. Aquí encontraréis el zoco de Mutrah, el zoco del oro o el mercado del pescado. Es un buen lugar para sentarse a tomar un refrescante lemonmint, una de las bebidas nacionales. También hay que visitar el Old Muscat, germen de la población y lugar donde encontraréis el curioso Palacio del Sultán.
Por último, no hay que olvidar dos de los más bellos edificios que hay que ver en Omán: la ostentosa pero también armoniosa Mezquita del Sultán Qaboos, una de las más lujosas del mundo, y la Royal Ópera House, edificio de nuevo cuño y que admite visitas guiadas.
SINKHOLE
Dos los lugares que hay que ver en Omán se localizan a escasos metros de la carretera que une las poblaciones de Muscat y Sur. El Sinkhole es el primero. Se trata de una enorme poza horadada en la misma tierra y que la leyenda atribuye al impacto de un meteorito. La cuestión es que por el fondo del Sinkhole se cuela agua salubre, de un esplendoroso color turquesa, que da lugar a un precioso y refrescante lugar apto para el baño público.
Mientras se bañas en las cálidas aguas de la poza, los pececitos acuden prestos a comerte las pieles muertas de tus pies y piernas. El cosquilleo es agradable y un excelente peeling natural.
WADI SHAB
Desde luego, en el top 5 de los lugares que hay que ver en Omán. También en el trayecto entre Muscat y Sur, encontramos este cauce de un río estacional, el Wadi Shab, donde se distribuyen una serie de pozas encadenadas, también de precioso color turquesa y aptas para el baño, que suponen uno de los lugares más emblemáticos del país. A las mismas se llegan tras un trekking de una hora de duración, apto para casi todos los públicos.
La sorpresa llega al final del mismo, pues tras bañarse y tener que nadar unos metros en las charcas más profundas se llegar a una cueva donde los colores azulados del fondo marino se multiplican con la luz que se filtra. Un lugar apasionante e imprescindible en un viaje a Omán.
RESERVA DE TORTUGAS DE RAZ AL JINZ
Otro de los lugares que hay que ver en Omán. Particularmente si no se ha tenido la oportunidad de contemplar jamás el proceso de desove de las tortugas marinas. Hasta 5 especies de este reptil tienen su lugar de desove en las costas omaníes.
Aunque son varios los lugares de Omán donde se puede conocer este momento, lo mejor es hacerlo en la Reserva de Raz al Jinz, donde este espectáculo natural se realiza bajo la atenta explicación y guía de expertos en la materia, lo que asegura que la molestia para el animal sea lo más mínima posible. La temporada de máxima afluencia de tortugas acontece durante los calurosos meses de junio a agosto, aunque en realidad durante todo el año es posible contemplar este momento mágico.
Nosotros hemos podido disfrutar de hasta 7 tortugas marinas durante las casi dos horas que hemos permanecido en la playa de Raz Al Jinz. Unas subiendo desde el mar, otras desovando, otras haciendo un segundo agujero a fin de despistar a los depredadores y otras regresando al mar tras realizar el proceso que tienen una duración total de unas 4 otras. Ha sido el gran momento del viaje y de ello hablaré en un post específico.
WADI BANI KHALID
Muy semejante al Wadi Shab, el Wadi Bani Khalid es otra de las visitas que hay que hacer en Omán. Sin embargo, si no se dispone de tiempo suficiente y hay que escoger uno solo de los Wadis del país, mejor quedarse con el Wadi Shab.
En este río estacional también hemos de un bellísimo entorno con un buen número de refrescantes pozas de espectaculares colores localizadas, sin embargo, en un entorno un pelín más domesticado.
Merece la pena ascender por el caminito dispuesto en el margen del río para disfrutar de un segundo grupo de charcas, encajonadas en lo que es un estrecho cañón. Un espectacular escenario, una vez más.
WAHIBA SANDS
Desde luego, otro de los imprescindibles de Omán. El desierto siempre atrapa y aunque las Arenas de Wahiba no es el mayor de los desiertos del país sí que es el más accesible de todos ellos.
Altas dunas de preciosos tonos dorados, una inolvidable puesta de sol y la tranquilidad de una noche bajo las estrellas es lo que proporciona el acomodo en uno de los varios campos que se disponen en el Wahiba Sands. Desde luego, por muchos desiertos que se hayan visitado, este es otro de los lugares que hay que ver en Omán de manera imperativa.
NIZWA
Nos cuentan que Nizwa, una bonita ciudad amurallada, es la segunda destinación turística del país. No esperéis, sin embargo, encontrar aquí una gran ciudad plagada de turistas. Al menos durante nuestra visita, hemos podido conocer una tranquila población de costumbres especialmente conservadores, sin cruzarnos casi con turista alguno. Probablemente durante la temporada alta que nos comentan que en Omán termina en marzo, no sea así.
En Nizwa visitamos uno de los más bellos y mejor restaurados fuertes del país así como sus distintos zocos, recientemente reconstruidos. Sin embargo nuestra visita no coincide con su famoso mercado de ganado que acontece cada viernes a primerísima hora y al que acuden los ganaderos de toda la región a fin de vender su mercancía. Debe ser un momento mágico.
FUERTES DE BAHLA Y JIBREEN
Son varios los fuertes que hay que ver en Omán y que el viajero se irá encontrando durante un viaje por el país. Todos ellos parecen cortados por un mismo patrón, con las lógicas diferencias existentes entre ellos. La mayoría han sido cuidadosamente restaurados en los últimos años en un intento del sultanato de preservar y poner en valor parte de su patrimonio histórico.
Al ya comentado Fuerte de Nizwa hay que añadir, dada su importancia, los bellísimos ejemplos de los fuertes de Bahla y Jebreen, que distan entre ellos únicamente una decena de kilómetros. El Fuerte de Bahla forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad, pero el de Jebreen, sin estar incluido en la lista, está perfectamente decorado y es de gran ayuda para entender cómo vivían quienes dominaban el territorio omaní hace algunos siglos, dado su estupenda museización.
AL HAMRA
Perdido en la cordillera de Al Hajar se localiza uno de los más fascinantes pueblos de Omán. Nos referimos a Al Hamra, un enclave somnoliento y fantasmal, formado por decenas de viviendas construidas en adobe, alguna de ellas de hasta tres pisos o más de altura.
Deshabitado desde hace ya algunos años, Al Hamra lucha por sobrevivir al paso del tiempo, tarea nada fácil habida cuenta del material con el que se cimentó su historia. Parte del poblado se cae a pedazos cada día que pasa y las rehabilitaciones urgen a fin de que este enorme patrimonio histórico no se vea abocado a la ruina. Sin embargo, es uno de los más bellos lugares de Omán y merece un desvío en el camino entre Bahla y Jebel Shams, para disfrutar del enclave antes de que se pierda para siempre si es que las autoridades pertinentes no ponen solución al asunto.
Salvando las distancias, Al Hamra nos recuerda a algunos de los pueblos perdidos de la cordillera del Atlas marroquí o de la Ruta de las Kashbas.
JEBEL SHAMS
El último de los lugares que he incluido en esta lista de los 10 lugares que hay que ver en Omán es también uno de los más espectaculares. Me refiero a Jebel Shams, que no es solo el nombre que recibe el pico más alto de Omán si no también un espectacular cañón, el segundo más profundo del mundo, que es conocido igualmente como el Cañón de Arabia.
A Jebel Shams le dedicaré el post que se merece pero aquí os comentaré que en este escenario se puede disfrutar de uno de los trekkings de montaña más fabulosos de la Península Arábiga: el Balcony Trail, una caminata exenta de dificultad que trascurre por un sendero pegado al precipicio.
Y hasta aquí esta lista de los 10 lugares que hay que ver en Omán en 1 semana. Desde luego, muchos más son los lugares que hemos tenido la oportunidad de conocer pero, a nuestro modo de ver, estos son los lugares imprescindibles de Omán. O, al menos, del norte del país.