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Que ver en Sitges. Excursión a Sitges desde Barcelona.

La excursión a Sitges desde Barcelona es una de las más interesantes que pueden realizarse desde la capital catalana. Esta bella población marinera se sitúa a solo 40 kilómetros de Barcelona, en la comarca del Garraf, por lo que resulta ideal para visitar en una excusión de un día. Sin embargo, otra posibilidad es alojarse en Sitges para descubrir, desde allí, la costa catalana.

En este post os vamos a contar los lugares más interesantes que hay que ver en Sitges, aunque ya os advierto que uno de los encantos de la población reside en pasear, sin más, por su centro histórico y por el agradable paseo marítimo. Y en verano, disfrutar de sus playas, desde luego.


QUÉ VER EN SITGES.

EL MODERNISMO DE SITGES

Sitges se convirtió a finales del siglo XIX en refugió de burgueses llegados de Barcelona e indianos regresados de América tras hacer fortuna en el Viejo Continente. Muchos de ellos construyeron sus pequeñas villas y mansiones en el estilo imperante en la época: el modernismo. Es esto que ya hemos visto en otras poblaciones de la costa catalana como Canet de Mar.

Además, Santiago Rusiñol, uno de los más importantes pintores modernistas del momento, organizó hasta 5 fiestas modernistas en esta población. Y lo hizo conjuntamente con algunos de sus mejores amigos, incluidos Ramón Casas y Miquel Utrillo.

Hay muchas viviendas que ver en Sitges, aunque la mayoría son de propiedad privada. Es por ello que hay que caminar atentos, pues en muchos rincones reconoceremos las formas curvas y la oda a la naturaleza que el modernismo catalán legó a la ciudad. Entre los edificios modernistas más bellos destacan Can Bartomeu Carbonell, conocida como la Casa del Rellotge, o la esquinera Casa Manuel Planas.



PALAU MARICEL

El Palau Maricel es uno de los lugares más interesantes que hay que ver en Sitges. En este caso, no se trata de un palacete modernista, si no noucentista. Es decir, un estilo mucho más racional, que es el que sustituyó al modernismo. Fue alzado a partir de 1913.

El Palacio toma elementos decorativos de varios lugares de España para alzar este edificio que resulta de lo más llamativo. El portalón gótico isabelino emula, por ejemplo, el del Palacio Villena de Cadalso de los Vidrios de Madrid.

El Palacio es un edificio de enormes dimensiones y formado por varios edificios, que se localiza en la estrecha Calle del Fonollar, a ambos lados. Las estructuras están unidas por un puente. El palacio se puede visitar mediante visitas guiadas, donde se recorren algunas de sus mejores salas. Además, merece la pena visita el adyacente Museo Maricel, donde encontramos obras desde el románico hasta el siglo XX. Autores como Madrazo, Fortuny, Rusiñol, Casas, Llimona o Gargallo están representados en este museo.



MUSEO CAU FERRAT

El segundo de los museos que hay que ver en Sitges de forma imprescindible es el Museo Cau Ferrat. En realidad, ambos museos son más bien pequeños, de manera que si realizáis una excursión a Sitges desde Barcelona es posible visitarlos ambos en la misma jornada.

Fue Santiago Rusiñol quien fundó el museo en 1893, como casa taller. La idea era trabajar allí y, además, poder conservar en este espacio parte de su ingente colección artística. El polifacético artista, muy apegado a Sitges, legó el palacio a la población, de manera que a partir de 1933 se convirtió en museo público.

La verdad es que se trata de un lugar precioso, que combina los elementos tradicionales de la arquitectura popular en la planta baja, con una primera planta donde destaca un gran salón neogótico de aires modernistas (como sabéis, el modernismo se nutrió de un buen número de estilos artísticos, como el gótico o el historicista). Las paredes y vitrinas del Museu Cau Ferrat están repletas de todo tipo de obras de arte, incluyendo pinturas de algunos de los mejores pintores catalanes de los siglos XIX y XX. No pueden faltar Utrillo y Casas, íntimos amigos de Rusiñol, ni parte de su propia obra. Zuloaga, Picasso e, incluso, el Greco, están también representados en el Cau Ferrat.



IGLESIA SAN BARTOMEU I SANTA TECLA

Es la más importante de las iglesias que hay que ver en Sitges. No os penséis que se trata de un edificio monumental de dimensiones catedralicias. Se trata, al fin y al cabo, de una iglesia parroquial de un pueblo marinero que, al fin y al cabo, es lo que fue siempre Sitges.

Sin embargo, situada en una suave colina justo en el paseo marítimo supone una de las imágenes más icónica de Sitges. Se trata de un templo barroco de tres naves y con torres asimétricas. Fue alzada en el siglo XVII justo en el mismo lugar donde ya habían existido sendas iglesias románica y gótica. Podéis echar un vistazo a los retablos renacentistas, las capillas laterales del siglo XIX y el bello órgano.

EL PASEO MARÍTIMO Y LAS PLAYAS DE SITGES

A partir de la iglesia de San Bartomeu se abre un larguísimo Paseo Marítimo, que sigue el litoral de la ciudad y sus distintas playas. Se trata de un paseo de lo más agradable, donde no está de más tomar un vermut en alguno de los varios restaurantes o terrazas que lo ofrecen o, porque no, degustar la xatonada, uno de los platos más típicos de esta región. Se trata de una deliciosa ensalada realizada a base de escarola, bacalao, atún, anchoas y aceitunas. Para la salda xató se utilizan ñoras, ajo, almendras tostadas, tomates, pimentón, vinagre y aceite de oliva. Un plato de lo más saludable e imprescindible de Sitges. El famoso Xiringuito sobre el Passeig, de 1913 y que fue el primer chiringuito de España, puede ser un buen lugar para hacer un alto en el camino.

No os perdáis las distintas esculturas de bronce del paseo marítimo de Sitges, como la Bella Sirena de Pere Jou. Tampoco hay que perderse el Monumento al Greco o el que honra la figura de Bacardí: Facundo Bacardí Massó, fundador de la marca Ron Bacardí, era hijo de Sitges.

Mención aparte merece las playas de Sitges, de las mejor cuidadas de la Costa Catalana. En 2018, tres de sus playas (Terramar, Sant Sebastià y Terradolç) disponen de la bandera azul que acredita la calidad ambiental de la misma.



OTROS LUGARES QUE VER EN SITGES

Más allá de estos sitios imprescindibles de Sitges, lo que aquí se lleva, tanto si pasáis unos días en la población como si realizáis una excursión a Sitges desde Barcelona es pasear, encantándose en los muchos rincones con encanto que la villa ofrece.

Perderse por las estrellas callejuelas de lo que era la población marinera, como el Carrer d’en Bosc, la calle más antigua de Sitges, acercarse al ayuntamiento, donde antes se ubicó el viejo castillo de Sitges o recorrer, una y otra vez, la Calle del Pecado, una de las arterias con mayor ambiente de la ciudad, particularmente nocturno, y epicentro de la cultura Gay de Cataluña (aunque en Sitges, todos son bienvenidos por igual).

SITGES. DATOS PRÁCTICOS.

CÓMO LLEGAR A SITGES.

A parte de en coche, podéis llegar a Sitges en transporte público. Cercanías renfe os llevará desde Plaça Catalunya a Sitges en unos 40 minutos. Desde la estación al centro de Sitges no hay más de minutos andando.

ALOJAMIENTO EN SITGES.

Una muy buena posibilidad en alojarse en un apartamento turístico en Sitges. Podéis mirar en el comprador de alojamiento de Holidu, que dispone de una enorme variedad de alojamientos.

ENTRADAS

Para visitar el Palacio y Museo Maricel y el Museo Cau Ferrat hay que pagar entrada. Os puede compensar pagar la entrada combinada si queréis visitar ambos lugares. Podéis ver los precios actualizados en su página web.

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