Icono del sitio Mil Viatges

Qué ver en Logroño, la capital de la Rioja.

Qué ver en Logroño

Logroño, la capital de la Rioja, es una pequeña ciudad a orillas del río Ebro de poco más que 150.000 habitantes, que tiene en sus bodegas centenarias y en el tapeo de la imprescindible Calle Laurel, sus dos puntos turísticos más calientes que ningún visitante debe perderse.

Sin embargo, en este post os vamos a contar que hay bastante más que ver en Logroño además de la Calle Laurel y las bodegas. Una ciudad, además, que puede suponer un muy buen punto de partida para visitar una región jalonada de múltiples atractivos, como milenarios monasterios, interminables campos de vides o poblaciones con mucho encanto como Haro, ciudad que le disputa el título de Capital del Vino de la Rioja a la mismísima Logroño.

Una buena manera de empezar a conocer Logroño es a través de un free tour o una visita guiada. Aquí tenéis las distintas opciones.

DÓNDE DORMIR EN LOGROÑO

HOTEL GRAN VÍAUn hotel de 4 estrellas en una de las vías más importantes de Logroño, a apenas cinco minutos a pie del centro histórico y de los lugares más importantes que ver en Logroño. La habitación era suficientemente grande para que durmiéramos los 4, incluyendo la cuna de Iris. El desayuno es muy completo y la localización, inmejorable. Totalmente recomendable.

Sin más os comento 12 de los lugares que ver en Logroño, de forma inexcusable.

QUÉ VER EN LOGROÑO. LAS 12 VISITAS IMPRESCINDIBLES.

BODEGAS FRANCO-ESPAÑOLAS

Para nosotros, el lugar más interesante que ver en Logroño, junto a la Concatedral. Desde luego, en esta ciudad hay varias bodegas, sin embargo, las Bodegas Franco-Españolas son las mayores y las más fáciles de reservar y visitar (lo podéis hacer aquí sin coste).

Estas bodegas fueron fundadas por viticultores franceses que escapaban de la filoxera, la plaga que asoló las vides del sur de Europa a finales del siglo XIX. Como el parásito tardó 30 años en traspasar los pirineos, viticultores venidos de Francia aprovecharon para asentarse en La Rioja. Cuando la plaga pasó a mejor vida, las Bodegas Franco-Españolas fueron vendidas a empresarios locales.

La visita guiada a las Bodegas Franco-Españolas que se localizan justo al otro lado del Puente de Hierro, dura aproximadamente una hora. La visita permite comprender cómo funciona la elaboración del vino desde que se recoge la vid hasta que se comercializan las botellas. Todo ello pasando por multitud de salas que alternan las grandes barricas de madera de roble francés, con otras de acero inoxidables y las más pequeñas, de 225 litros de capacidad, que es donde envejece el vino.

La visita a las Bodegas Franco-Españolas termina, como no puede ser de otra forma, con una cata de sus vinos.

CONCATEDRAL DE LOGROÑO

El edificio religioso más importante que ver en Logroño es la Concatedral de Santa María de la Redonda, que comparte la sede episcopal con las catedrales de Santo Domingo de la Calzada y Calahorra.

Esta catedral fue construida a partir del siglo XVI en un estilo a caballo entre el tardogótico, el renacentista y el barroco. En su fachada destaca la portalada, con una labradísima portada-retablo que es obra de Juan Bautista Arbaiza.

El interior corresponde a una planta de tres naves con girola y trascoro. Se cierra mediante una bóveda de crucería de finales del gótico. En la girola no os debéis perder una tabla que es del mismísimo Miguel Ángel y que representa el momento de la Crucifixión de Cristo.

CALLE LAUREL

Si hay una calle que hay que ver en Logroño de forma obligada esta es la Calle Laurel, una de las más famosas de España en cuanto a tapeo. En realidad se trata de dos estrechas calles peatonales en forma de L (Laurel y Travesía Laurel) donde los bares y tabernas se sitúan uno tras otro. Son dos calles cortas, no os penséis.

Aquí se viene a tapear. Al mediodía o por la noche. Pero no os penséis que se viene a tomar unas patatas bravas o una aceitunas. Ni tan solo unos tristes montaditos de tortilla de patata. Aquí se elaboraran pequeñas obras de arte gastronómico en formato mini, acompañados, como no podría ser de otra manera, de los célebres vinos riojanos.

Por cierto, en la Oficina de Turismo nos dieron un pequeño librito donde se reflejan todos los lugares para ir de tapas en la Calle Laurel, señalando explícitamente cuál es la tapa especialidad de cada taberna. Nosotros, sin embargo, nos dejamos llevar por la intuición. Y, francamente, es difícil no acertar.

CALLE PORTALES

Si la Calle Laurel es la del tapeo, la Calle Portales es la comercial por excelencia. Soportalada a uno de sus lados, discurre de este a oeste a lo largo de todo el casco histórico de Logroño. En realidad, la Plaza del Mercado, que a ella se abre, es donde se encuentra la Catedral.

MERCADO DE ABASTOS

Si vais a visitar Logroño en día laborable o sábado, merece la pena acercarse hasta el Mercado de Abastos de San Blas, al que accederéis tomandola Calle Sagasta desde Portales, en dirección sur.

Aquí encontrareis todo lo que esta tierra ofrece, además de otros productos llegados de fuera: pescados, hortalizas, frutos secos, chacinas, espárragos cojonudos, quesos… Nos llevamos a casa un queso camerano, de cabra, que se elabora en la Rioja (en la Sierra de Cameros) y dispone de su propia denominación de origen.

PUENTE DE PIEDRA

Cinco puentes cruzan el caudaloso río Ebro a nivel de Logroño. Para buscar la Casa de las Ciencias pasamos por el conocido como Puente de Piedra.

Aunque parece más antiguo, en realidad fue construido en 1884. Por aquí es por donde entran los peregrinos del Camino de Santiago, en busca del núcleo histórico. La importancia de este puente de doce arcos es tal, que aparece el escudo de la ciudad de Logroño.

CASA DE LAS CIENCIAS

Tras cruzar el Puente de Piedra nos dirigimos a la Casa de las Ciencias, que se ubica en lo que fue el antiguo matadero municipal, un bonito edificio de color rojo de principios del siglo XX.

En la actualidad, la Casa de las Ciencias es un centro municipal dedicado a la divulgación de la ciencia y la tecnología. En este sentido, la Casa de las Ciencias programa talleres y exposiciones especialmente interesantes si vais a visitar Logroño con niños. Son todas ellas gratuitas.

Nosotros visitamos dos exposiciones: Felipe II, los ingenios y las máquinas y Máquinas de asedio. La verdad es que ambas son muy interesantes y didácticas. Nos recuerdan que eso que llamamos tecnología no es cosa, únicamente, de la época de la informática.

PUENTE DE HIERRO

Regresamos a la Ciudad Vieja por el segundo de los puentes que ver en Logroño. Me refiero al conocido como Puente de Hierro, que ya os he comentado que está justo enfrente de las bodegas franco-españolas.

Este puente de 1882 tiene una longitud total de 330 metros y fue construido siguiendo un proyecto del ingeniero Fermín Manso de Zúñiga. Este puente se inauguró apenas un par de años más tarde que el anterior puente existente en este mismo lugar colapsara (un puente volante sobre barcazas), en una de las mayores tragedias acontecidas en Logroño. 90 personas fallecieron en aquel suceso.

MURALLAS Y CUBO DE REVELLÍN

Entramos de nuevo a la ciudad vieja por lo poco que queda de las antiguas murallas de Logroño y el conocido como Cubo de Revellín (el torreón noroccidental), que fue construido entre los años 1522 y 1524. Sobre la Puerta del Camino encontramos el águila bicéfala de Carlos I de España, junto a dos escudos de Logroño. Desde luego si nos ponemos a comparar con las grandes murallas medievales de otras ciudades del sur de Europa, este Cubo de Revellín es poca cosa. Sin embargo, merece la pena echarle un vistazo.


IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ

Terminaré esta lista de lugares que ver en Logroño con tres iglesias que merece la pena visitar. La primea, San Bartolomé, que es la más antigua de la ciudad, pues es del siglo XII.

Sin embargo, lo más interesante del templo es algo posterior. Concretamente la fenomenal portalada apuntada del pórtico, que ya es gótico. Los pasajes representados aquí son el martirio de San Bartolomé y el hallazgo de sus restos. El tímpano muestra a Cristo Redentor, entre la Virgen y San Juan.

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE PALACIO

La siguiente iglesia que visitamos es la de Santa María de Palacio. Una placa en la fachada habla de que se trata de un iglesia “Ymperial”. Así, con Y. Por lo visto, esta iglesia se erigió gracias a una donación realizada por Alfonso VII, con la idea de fundar la orden del Santo Sepulcro en el Reino de Castilla.

Se trata de una iglesia de tres naves. Desde fuera nos llama la atención su gran aguja, que es del siglo XIII. En el interior encontramos varios retablos, la mayoría de los cuales son barrocos. Por lo visto, el del altar mayor iba destinado a la Concatedral, pero fue rechazado por el cabildo.

IGLESIA DE SANTIAGO EL REAL

Por último, visitamos la iglesia de Santiago el Real. Se trata de un templo algo posterior, ya del siglo XVI, que sustituyó a una iglesia anterior que sucumbió a un incendio acontecido en el año 1500.

En el retablo de la portalada renacentista, dentro de una hornacina, encontramos la imagen de Santiago Peregrino. En la misma fachada, más arriba, la escultura recuerda a Santiago matamoros.

El interior de la iglesia merece la pena. Particularmente, por su retablo mayor, donde están representadas escenas de la vida del apóstol Santiago.

Como os digo, el centro histórico de Logroño es bastante más interesante que lo que uno podría pensar a priori. Creo que merece la pena dedicarle una jornada a esta ciudad, capital de La Rioja y excelente lugar donde descubrir una de las regiones más vitivinícolas de España.

Suscríbete al blog


Puedes darte de baja en cualquier momento haciendo clic en el enlace al pie de página de nuestros correos electrónicos. Para obtener información sobre nuestras prácticas de privacidad, visita nuestro sitio web.

Usamos Mailchimp como nuestra plataforma de newsletters. Al hacer clic a continuación para suscribirte, aceptas que tu información será transferida a Mailchimp para su procesamiento. Obtén más información sobre las prácticas de privacidad de Mailchimp aquí.

Salir de la versión móvil