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RUTA MODERNISTA DE SANT JOAN DESPÍ. Tras los pasos de Josep Maria Jujol.

La Ruta Modernista de Sant Joan Despí sigue, básicamente, el trabajo que el arquitecto Josep María Jujol, natural de Tarragona, realizó en esta ciudad distante, únicamente, una decena de kilómetros de Barcelona.

Josep María Jujol no es ninguno de los integrantes del triunvirato del modernismo catalán (Gaudí, Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch). Sin embargo, poca gente conoce que, siendo discípulo de Antoni Gaudí, Josep María Jujol trabajó codo con codo con el genial arquitecto reusense en algunos de sus trabajos más conocidos, como la Casa Milá o la Pedrera (suyas son las fabulosas barandas de la fachada principal), el Parque Güell (el famoso banco de trencadís del parque es obra suya) o la Casa Batlló.

Más allá de sus colaboraciones con Gaudí, Josep María Jujol también destacó como arquitecto gracias a su propia obra, que pese a no contar con los mecenas de Gaudí (y por tanto, carecer del presupuesto casi ilimitado de aquél), se dotó de una enorme originalidad, producto de su enorme talento.

Jujol llega a Sant Joan Despí en 1913 de la mano de su tía, Josefa Romeu, una pequeña burguesa catalana que encontró en la que por aquel entonces era una pequeña localidad dedicada a la agricultura, su lugar de descanso estival. A partir de aquel momento, Jujol no deja de trabajar en la población, consiguiendo un buen número de encargos, ya sea diseñando nuevas viviendas o remodelando otras. Y es, precisamente, el trabajo de Josep María Jujol aquello que permite recorrer la Ruta Modernista de Sant Joan Despí, un itinerario de unas dos horas y media que tiene su inicio y su final en otra de sus obras más destacadas: Can Negre.

Esta Ruta Modernista de Sant Joan Despí se une a las distintas rutas modernistas que puede realizarse en Catalunya, como la Ruta Modernista de Reus o la de Terrasa.

RUTA MODERNISTA DE SANT JOAN DESPÍ. TORRE DE LA CREU.

La Ruta Modernista por San Joan Despí se puede realizar con la ayuda de un folleto entregado por la oficina de Turismo ubicada en Can Negre o siguiendo el recorrido guiado ofrecido por la propia oficina cada último domingo de mes y que tiene una duración de unas dos horas y media. Así lo hicimos nosotros.

Tras una breve introducción, en la propia masía Can Negre, sobre la figura de Josep María Jujol, nos acercamos a la Torre de la Creu, el primero de los edificios que el genial arquitecto diseñó en San Joan Despí.

Como comenté, se trata de un encargo de la propia tía del arquitecto Josefa Romeu que, tras pasar varios veranos en la localidad en régimen de alquiler, decidió construir su propia vivienda.


Para ello, compró unos terrenos cercanos a la estación de tren y concedió a su sobrino plena libertad para desarrollar su proyecto. La verdad es que no es fácil suponer el impacto que debió tener una construcción tan rompedora en una sociedad agraria de hace más de 100 años.

Esta torre de veraneo, conocida también como Torre de los Huevos, está formada por dos viviendas. Una habría sido la utilizada por Josefa Romeu, mientras la segunda, prácticamente igual que la primera, podrían haber sido usada para alquilar.

La planta de la Torre de la Creu nos muestra que la vivienda sigue un diseño configurado con 5 circunferencias en intersección. Dos de ellas, son las utilizados para ubicar sendas escaleras que permiten subir a los pisos superiores, mientras que las tres restantes son donde se ubican las distintas estancias de la residencia.

La planta estaba dividida gracias a un eje longitudinal que partía el edificio en dos viviendas iguales y simétricas. Actualmente, sin embargo, se han abierto puertas en este muro divisorio.

Algunos de los elementos típicos del modernismo los podemos ir encontrado en la Torre de la Creu, como el uso del hierro forjado, el predominio de la curva frente a la recta, el uso ornamental del yeso o, muy particularmente, el trencadís como elemento decorativo en las preciosas y originales cúpulas que coronan la vivienda y que por recordar la forma de unos huevos han originado que la misma sea conocida como Torre de los Huevos. Por desgracia, los cristales originales han sido sustituidos por cerámica polícroma, tras una de las últimas remodelaciones llevadas a cabo, precisamente, por la propia hija de Josep María Jujol.

La Torre de la Creu, uno de los dos edificios más bellos de la Ruta del Modernismo de Sant Joan Despí, hace las funciones de Escuela de Idiomas de la Universidad de Barcelona en esta población barcelonesa.









LA CASA SERRA-XAUS Y LA CASA ROVIRA

Seguimos con la Ruta del Modernismo de Sant Joan Despí pasando por delante del taller del herrero Josep Oliver, colaborador de Jujol en las obras que éste realizó en Sant joan Despí. A diferencia de Antoni Gaudí, que solía llevarse consigo a los artesanos de su confianza allí donde los requiriera, Jujol solía trabajar con los artesanos de la misma población donde se le ofrecía un encargo. Josep Oliver fue el herrero con quien colaboró el genial arquitecto tarraconense. No debemos perdernos el detalle del pavo real y la serpiente, que hace funciones de tirador, en esta bella puerta.


Enseguida llegamos a la intersección entre las calles Verdaguer i Llobregat donde encontramos hasta tres obras de Josep Maria Jujol: la Torre Jujol, la Torre Serra-Xaus y Can Rovira.

Quizá sea la Casa Serra-Xaus la más bella de todas ellas, aunque la curva haya dejado paso a la recta en la práctica totalidad de la edificación. Los esgrafiados, con un diseño basado en los patos, sí que nos recuerda al modernismo. Sin embargo, la superposición de distintos espacios casi cúbicos lo acerca más a otros estilos, incluido el propio cubismo, un movimiento contemporáneo del modernismo y que tuvo en la pintura su más famosa expresión, pero que también tuvo sus aportaciones en la escultura, la arquitectura e, incluso, en la literatura. Se trata, de una obra de 1921.



A su lado se localiza la Casa Rovira cuya remodelación fue llevada a término por Jujol. Sus intervenciones, parece que se limitaron a la creación de la fachada principal, dedicada a San Antonio Abad.


Y justo enfrente de la Casa Serra-Xaus, separada por la Calle Llobregat, se localiza la Torre Jujol, posterior a todas ellas, pues se trata de un edificio de 1932. En este caso, se trata de la vivienda que el propio Jujol construyó para su uso. Hay que tener en cuenta, que en este momento, Josep María Jujol se ha convertido en algo así como arquitecto municipal in péctore, de manera que decide construirse una finca en forma de L, compuesta de dos viviendas adosadas. Una, para su uso y otra, probablemente, para ser alquilada.

CAN NEGRE, LA OTRA JOYA DE LA RUTA MODERNISTA DE SANT JOAN DESPÍ.

Siguiendo con la Ruta del Modernismo de Sant Joan Despí regresamos al que ha sido el punto de partida: Can Negre.


Como muchos otros edificios atribuidos a los grandes arquitectos modernistas (como la citada Casa Batlló de Gaudí o la Casa Amatller de Puig i Cadafalch), lo encomendado a los artífices de esta auténtica revolución estilística fue la remodelación de viejos edificios.

Y para vieja, la Masía Can Negre, pues se trata de una construcción del siglo XVII cuyo propietario, el abogado Pere Negre, encargó a Josep María Jujol su reforma y adaptación como finca de veraneo. Por aquel entonces, Jujol ya había realizado su obra más ocurrente en Sant Joan Despí, la Torre de la Creu, de manera que Pere Negre estaba sobre aviso de hasta qué punto podía llevar Jujol aquella vieja masía.

Durante 15 años estuvo reformándose la vivienda. No solo se trató de adaptar la vieja masía si no que Jujol edificó un tercer piso, a modo de buhardilla, que se sumaba a los dos existentes. Algunos de los elementos más notables los encontramos en la fachada principal, con los esgrafiados típicos del modernismo catalán y con varias ventanas a modo de tribuna de excepcional belleza, particularmente la que queda por encima de la puerta principal que está diseñada a modo de carruaje. Sin embargo, el remate de la fachada principal podría remitir al barroco. No hay que olvidar, que a menudo, el modernismo se comporta como la reinterpretación de diversos estilos artísticos.

Especial interés tiene la bella escalera que sube al primer piso y cuyo techo está decorado con especial delicadeza, con mezcla de azul y blanco que rememora el cielo, incluyendo un querubín barroco, a buen seguro reaprovechado.

En el primer piso de la Masía Can Negre visitamos distintas estancias, pero de todas ellas la más espectacular es el pequeño oratorio, decorado de modo extremo y alejándose del modernismo para acercarse al barroco más puro. Ello no impide que algunos de los elementos sí que sean de inspiración modernista como la lámpara realizada el hierro forjado.

Finalmente, en la planta baja nos aguarda una pequeña sorpresa. Se trata del pequeño tríptico de Santa Tecla, del siglo XV, que se resguarda tras las dos hojas de madera que se abren gracias a un curioso mecanismo diseñado por el propio Jujol.








Y con la visita a Can Negre termina el círculo que ha supuesto la Ruta Modernista de Sant Joan Despí, una verdadera sorpresa que nos ha llegado a conocer parte de la obra de Josep Maria Jujol.

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