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Que ver en Alcañiz. Visita a la capital del Bajo Aragón.

patrimonio humanidad¿Qué ver en Alcañiz? Alcañiz, capital de la comarca turolense del Bajo Aragón y segunda ciudad en población de toda la provincia de Teruel, es una de las poblaciones más interesantes de Aragón.

En este post os vamos a explicar qué ver en Alcañiz en 1 o 2 días, una ciudad que probablemente habría tenido su origen durante la época de dominación musulmana de la Península Ibérica y que fue conquistada por vez primera por el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, y definitivamente por su hijo, Alfonso II de Aragón.

Podéis visitar Alcañiz de la mano de esta visita guiada en español a precio de free tour, que incluye las entradas y degustación de productos típicos de Alcañiz.

Fue precisamente Alfonso II quien entregó el primitivo castillo de Alcañiz y la población entera a la orden religiosa y militar de Calatrava, quien ostentó el poder como señores feudales, durante varios siglos. Algunos de los lugares más importantes que hay que ver en Alcañiz hacen referencia, precisamente, a la orden de los calatravos. Como por ejemplo, el castillo situado en lo alto del Cerro Puy Pinós, que domina esta población que queda encajonada entre esta colina y el río Guadalope. Sin embargo, la mayoría de los lugares que visitaremos se localizan en la parte baja de Alcañiz, como el ayuntamiento, la lonja o algunas de las mejores iglesias de la población. Estos lugares corresponden al poder civil de una ciudad que terminó por enfrentarse a la orden religiosa de los calatravos durante la época medieval.

Sin más, os dejo con los lugares más importantes que hay que ver en Alcañiz, capital de la comarca del Bajo Aragón.

Alcañiz está incluida dentro de la lista del Patrimonio Mundial por partida doble. Las Cuevas rupestres de Val del Charco forman parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad como integrantes del Arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica. Por su parte, las tamboradas de Alcañiz están incluidas dentro del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, como integrantes de Las Tamboradas, repiques rituales de Tambores.

QUE VER EN ALCAÑIZ.

PLAZA ESPAÑA. AYUNTAMIENTO Y LONJA.

Empezamos a visitar la ciudad por el que es su centro neurálgico: la Plaza de España. Tres de los lugares más importantes que hay que ver en Alcañiz se encuentran en esta monumental plaza: el Ayuntamiento, la Lonja y la iglesia de Santa María la Mayor. Gótico, renacimiento y barroco se unen aquí en un conjunto arquitectónico de primer orden que ya nos sorprendió, iluminado, cuando llegamos a Alcañiz ayer por la noche.

El Ayuntamiento de Alcañiz es una de las joyas del Ranacimiento Aragonés. Ya hemos dicho que la ciudad vivía bajo el yugo de los señores feudales, una función que ejercía la Orden de Calatrava desde el castillo. Poco a poco, los cambios políticos se impusieron y una cierta bonanza económica propició esta auténtica maravilla que es la Casa Consistorial de la ciudad, que fue concluida en 1570, siguiendo modelos italianos.

La fachada principal se edifica en tres plantas, destacando la existencia de capiteles dóricos y jónicos, así como ventanas adinteladas y con frontones triangulares en las dos primeras. En el tercer piso se ubica la típica galería aragonesa que podemos ver en todo el Valle del Ebro. Encima del portalón de entrada destaca el escudo de la ciudad.

Justo al lado del ayuntamiento se alza la Lonja, uno de los más bellos edificios que ver en Alcañiz. Forma ángulo con la Casa Consistorial y es anterior a ésta. Fue edificada en estilo gótico tardío, como nos muestra los tres enormes arcos apuntados de la planta baja. En la planta superior, también se construyó, posteriormente, la casi universal galería aragonesa. Esta lonja bebe de fuentes italianas, desde luego, y recuerda en cierta manera a las que se pueden visitar en Bolonia o Florencia. Su función era comercial, pues era aquí donde se celebraban las ferias y mercados de Alcañiz.

IGLESIA DE SANTA MARÍA

La iglesia de Santa María, que en su momento fue colegiata, es el tercer monumento que cierra la Plaza de España. De construcción barroca, fue alzada sobre una iglesia primitiva gótica. Las proporciones de su fachada principal son francamente sorprendentes. Como también lo es la belleza de su preciosa portalada, también barroca, que tardó tanto en completarse como el total de la iglesia.

Poco queda de la primitiva iglesia gótica. En realidad, solamente una enorme torre que en la actualidad está siendo restaurada. Nos comentan que cuando los trabajos se completen será posible subir hasta arriba para poder disfrutar del centro histórico de Alcañiz desde las alturas. Isa llega a contar hasta 18 cigüeñas en lo alto de la iglesia de Santa María la Mayor. Por los visto, las aves han encontrado aquí su hogar perenne y ya no emigran al llegar el mal tiempo.

La planta de esta iglesia, ahora parroquial, recuerda a la del Pilar de Zaragoza. No en vano, muchas de las iglesias barrocas erigidas en Aragón tomaron como muestra la basílica zaragozana. Sin embargo, la mayoría de retablos de las distintas capillas no son originales, puesto que aquellos se perdieron durante la Guerra Civil Española.


DÓNDE DORMIR EN ALCAÑIZ

PARADOR NACIONAL DE ALCAÑIZ. Desde luego, el mejor alojamiento de Alcañiz, situado en lo alto del cerro Puy Pinós que domina la población. El Parador se sitúa, en realidad, en lo que fue el Castillo Calatravo, uno de los más importantes monumentos que hay que ver en Alcañiz. Los patios interiores, la monumental fachada, las habitaciones, los comedores… la verdad es que todo rezuma magnificencia en este Parador Nacional.

El desayuno también nos resultó muy completo. Sin embargo, nosotros contratamos media pensión y no lo recomendamos. Las cenas nos parecieron un pelín justitas. Os recomiendo comer en la propia población, donde creo que cenaréis bastante mejor y, probablemente, mejor de precio.


LOS PASADIZOS SUBTERRÁNEOS DE ALCAÑIZ Y LA NEVERÍA.

Sabemos que a las 11.30 de la mañana se realiza una visita al centro histórico de Alcañiz que parte desde la Oficina de Turismo situada en la misma Plaza de España. De esta manera nos personamos un buen rato antes a fin de recopilar un poco de información y que nos den un mapa de la ciudad.

Nos comentan la posibilidad de visitar los pasadizos subterráneos de la ciudad y aceptamos la propuesta. Os aseguro que es una de las visitas más interesantes que hay que hacer en Alcañiz, de manera que os recomiendo que no os la perdáis.

La cuestión es que el subsuelo de Alcañiz está completamente horadado por un buen número de estructuras subterráneas francamente sorprendentes. La piedra arenisca ha favorecido que se construyera una enorme red de pasadizos que comunica buena parte de los más importantes edificios de la población, hasta llegar al Convento de Santo Domingo que queda en la otra orilla del río Guadalope.


Varios centenares de estos pasadizos están preparados para ser recorridos y la verdad es que merece la pena. Además, durante la visita se conocer algunos lugares curiosos, como el aljibe, una enorme bodega que habría permitido almacenar alimentos y una enorme nevería, cuya función era la de almacenar nieve comprimida que se transformaba en hielo (de aquí su nombre, la nevería). Este último espacio es francamente enorme, con unos 20 metros de longitud y 4 de altura y habría sido construido a finales del siglo XIV. El hielo era un elemento indispensable para la conservación de los alimentos, de manera que esta nevería era uno de las construcciones más importantes de la Alcañiz medieval.

VISITA AL CASCO HISTÓRICO. LOS PALACIOS, EL REFUGIO ANTIAÉREO Y EL CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE LOS ÍBEROS.

A las 11.30 empieza, puntual y desde la oficina de turismo, la Ruta del Casco Viejo de Alcañiz. La verdad es que merece mucho la pena realizarla porque el guía hace un excelente repaso de lo que es la historia de la ciudad, de la relación de la orden de Calatrava con Alcañiz y de la pujante evolución de la sociedad civil de la población a partir del Renacimiento.

Durante la visita, bajamos por la Calle Mayor, que fue una de las más importantes durante la época medieval. En este casco viejo de Alcañiz podemos conocer varios palacetes renacentistas, como la Casa Maynar y el Palacio Ardid. Este último desempeña las funciones de biblioteca pública y llama la atención con su torreón y con varias ventanas de carácter goticista que se combina con otros elementos renacentistas. La Casa Maynar, también un edificio público, es la sede de la comarca del Bajo Aragón. Por lo visto, dispone de un bonito patio interior que se puede visitar durante los días laborables.


Pasamos también, durante este paseo por el casco antiguo, por la que fue la antigua judería de Alcañiz.

Sin embargo una de las visitas más interesantes es la que nos lleva a conocer uno de los refugios antiaéreos que se construyeron durante la Guerra Civil Española. Es solo uno de los más de cuarenta que existieron durante la contienda y que nada pudieron hacer durante el tremendo bombardeo que sufrió la ciudad el 3 de marzo de 1938, Fue un solo minuto, pero la aviación italiana, aliada del ejército fascista español, se llevó por delante más de 300 alcañizanos. La verdad es que es este refugio antiaéreo, uno de los lugares que hay que ver en Alcañiz de forma obligada. Solo por visitarlo ya merece la pena realizar la visita guiada al Casco Viejo de la Ciudad.



El recorrido termina visitando el Centro de Interpretación de los Íberos. La verdad es que este museo, que dispone de un buen número de piezas originales, pone en valor la enorme cantidad de recintos arqueológicos existentes en la comarca y que hacen referencia a la civilización íbera. En la planta baja del CIBA o Centro Iberos en el Bajo Aragón se ubica el que fuera el más importante de los molinos harineros del Bajo Aragón.

EL CASTILLO DE ALCAÑIZ

Tras comer, nos dirigimos nuevamente hacia el Parador Nacional, situado en la colina que domina Alcañiz, para visitar el Castillo calatravo de Alcañiz. Las visitas de la tarde son a las 16.20 y a las 17.00 y tiene una duración de unos 40 minutos.

El Castillo de Alcañiz tiene su origen, probablemente, en una avanzadilla durante la expansión cristiana tras la reconquista, a mediados del siglo XII. La cuestión es que la fortaleza fue donada a la Orden de Calatrava, de carácter militar, en agradecimiento a la ayuda prestada durante el proceso de expulsión de los moriscos. Alfonso II, que era el monarca reinante en 1179, no solo entregó este castillo a la orden si no también la misma ciudad de Alcañiz. Desde aquel momento, la orden actuó como verdadero señor feudal, sometiendo, de una u otra forma, a la población que quedó bajo su dominio.




La fortaleza fue ampliada durante la época de los calatravos y hoy se pueden visitar parte de sus dependencias. El patio de armas, por ejemplo, es el mismo patio del Parador Nacional. Sin embargo, lo más interesante del Castillo de Alcañiz es el atrio de la iglesia y la planta noble de la Torre del Homenaje, que dispone de unas maravillosas pinturas que se convierten en una de las cosas más importantes que hay que ver en Alcañiz.

Se trata de uno de los más fascinantes momentos del gótico aragonés. Este conjunto, ciertamente cautivador, nos muestra, en el atrio de la iglesia, momentos de la vida de Jesús, que incluyen una preciosa Santa Cena así como otros pasajes de carácter militar, como una batalla entre moros y cristianos. La mayoría de pinturas de la planta noble de la torre del homenaje son, sin embargo, de carácter historicista. Algunas escenas nos muestran la toma de Valencia por parte de Jaime I o el encuentro entre Jaime I y Alfonso X de Castilla.

Finalmente, la visita al Castillo de Alcañiz termina con un recorrido por el recoleto claustro del castillo, que dispone también de algunas pinturas murales, así como de varias tumbas de algunos de los que fueron comendadores del castillo.


LAS PINTURAS RUPESTRES DE ALCAÑIZ

No queríamos dejar Alcañiz sin visitar el abrigo rupestre de Val del Charco del Agua Amarga y sus pinturas rupestres. El recinto se ubica en el término municipal de Alcañiz, pero a una veintena de kilómetros de la población.

Las pinturas rupestres fueron descubiertas en 1913 y su valor es tal, que forman parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1998. El friso, de unos 7 metros de ancho, contiene más de un centenar de figuras, más o menos esquemáticas, de las que más de una veintena son de fácil interpretación. Aquí podemos visualizar, sin dificultad alguna, escenas con cazadores portando arcos y flechas o varios ciervos, cabras y jabalíes así como algunas figuras femeninas que nos resultan francamente sorprendentes y que nos recuerdan a los abrigos rupestres visitados en Ulldecona, en la provincia de Tarragona.

La verdad es que el abrigo rupestre de Val del Charco del Agua Amarga completa esta visita a los lugares más importantes que ver en Alcañiz, una ciudad que os aseguro que merece una visita detallada y que ha supuesto una gratísima sorpresa.




Conociendo las pinturas rupestres terminó nuestra visita a Alcañiz, una población que tienen mucho por mostrar y que merece de una visita de, al menos, un día completo.

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