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Visitar el Castillo de Sabiote y la población de Sabiote, en Jaén.

El Castillo de Sabiote fue el último de los grandes monumentos que visitamos en la provincia de Jaén, antes de regresar a Barcelona.

Sabiote es un  pequeño pueblo, de no más de 4000 habitantes, situado a unos quince minutos de coche de Úbeda y Baeza, las dos poblaciones más monumentales de Jaén. Aunque visitar el Castillo de Sabiote es lo que realmente nos llevó a conocer esta villa rodeada de campos de olivo, los cierto es que merece la pena de dedicar al menos una hora a recorrer el resto de la población y particularmente el barrio conocido como del Albaicín, que es el que se sitúa a los pies de la fortaleza.

En este post, además de hablaros de lo que fue nuestra visita al Castillo de Sabiote, os contaré un poco sobre aquellos lugares que hay que ver en Sabiote y que no os debéis perder.

VISITAR SABIOTE, EL TERCER VÉRTICE DEL TRIÁNGULO RENACENTISTA.

El pequeño pueblo de Sabiote está considerado algo así como el tercer vértice del triángulo renacentista de la provincia de Jaén (los otros dos serían Baeza y Úbeda), aunque lo cierto es que la propia ciudad de Jaén, ni que sea por su maravillosa catedral, merecería también este apelativo.

El motivo principal es la remodelación renacentista llevada a término en el Castillo de Sabiote cuando éste fue comprado por Don Francisco de los Cobos, Secretario de Estado del Emperador Carlos V. De los Cobos encomendó las obras para convertirlo en una residencia palaciega a Andrés de Vandelvira, uno de los grandes arquitectos del Renacimiento en España y del que ya conocimos su obra al visitar Jaén y Úbeda.

Sin embargo, ya os dije que hay más lugares de interés que ver en Sabiote más allá del castillo, de manera que como llegamos al pueblo una hora antes de que empezara nuestra visita guiada de las 17.30, aprovechamos para echar un vistazo por los alrededores.

El barrio más interesante del burgo es, precisamente, el que rodea el Castillo de Sabiote. Se trata de un arrabal de callejuelas estrechas, casi todas peatonales y adoquinadas, y que limita con la muralla norte del pueblo. Es el conocido como barrio del Albaicín de Sabiote.

Las viviendas aquí son casi todas de dos alturas y con las fachadas universalmente pintadas en blanco. No hay que buscar aquí grandes monumentos. Al contrario, solo hay que dejarse llevar para disfrutar del momento en un barrio que debe haber cambiado más bien poco en los últimos siglos.

Si tomamos el Callejón de los Martínez, en este mismo barrio, llegamos en un par de monitos a la iglesia más importante que ver en Sabiote. Es la iglesia de San Pedro, que fue alzada a partir de principios del siglo XVI, y cuyo diseño, al menos originalmente, se atribuye a Andrés de Vandelvira.

No pudimos visitar su interior porque estaba cerrado, de manera que nos tuvimos que conformar con rodearla y admirarla desde el exterior. Los portalones de entrada se encuentran en las fachadas norte (gótico flamígero) y sur (plateresca, es el más bonito).

Como decía, el barrio de Albaicín se cierra en parte norte por lo que es la muralla de Sabiote. La verdad es que no se entendería visitar Sabiote sin recorrer al menos un poquito de sus murallas, que se han conservado estupendamente. Nosotros seguimos el camino que acompaña la parte interna de la muralla norte, hasta el punto que encontramos una gran puerta que daba entrada a la villa, que se alza junto a un torreón al almenado. La verdad es que está precioso este paseo.

Además, si nos asomamos nos damos cuenta que Sabiote está rodeado de campos de cultivo, en una imagen ciertamente bucólica, por más que llevemos unos días disfrutándola por toda la provincia.

En estas el tiempo nos pasó volando, de manera que tras este paseo por los alrededores de la fortaleza llegó el momento de visitar el Castillo de Sabiote.

CASTILLO DE SABIOTE. DE FORTALEZA MUSULMANA A CASTILLO CALATRAVO.

Al visitar el Castillo de Sabiote vamos a poder conocer, básicamente, lo que queda de la reforma palaciega lleva a término por Don Francisco de los Cobos, que fue uno de los personajes más importantes de la España del siglo XVI y que era natural de la cercana población de Úbeda.

De los Cobos compro el Castillo de Sabiote a la Orden de Calatrava, que en aquel tiempo era quien ostentaba la titularidad de la fortaleza, y encomendó a Andrés de Vandelvira que convirtiera el castillo en una palacio o residencia digna de su persona.

Sin embargo, el Castillo de Sabiote no tiene origen cristiano, si no musulmán, como tantas otras fortalezas del sur de España (también es el caso de la Fortaleza de la Mota, por ejemplo, que pudimos visitar durante este mismo viaje por tierras jerezanas), aunque probablemente éstos ya habrían usado los cimientos de algún tipo de fortificación romana. Se trataba, en cualquier caso, de la fortaleza que daba cobertura a la población conocida entonces como Sabiyut.

Aunque ya las tropas de Alfonso VIII habían conseguido hacerse con la ciudad, no fue hasta la llegada de Fernando III el Santo cuando el Castillo de Sabiote y el burgo situado a sus pies pasó definitivamente a manos cristianas, allá por 1226. Poco después, en 1257,  Alfonso X cedió el Castillo de Sabiote a la Orden de Calatrava.

Casi tres siglos más tarde, los calatravos vendieron el castillo a Francisco de los Cobos, como ya hemos dicho, aunque parece que previamente, el mismo rey Carlos I (o Emperador Carlos V) habría expropiado el castillo a los calatravos, a fin de cobrar a De los Cobos los 18 millones de maravedíes que el rico secretario real habría pagado por la posesión.

EL PALACIO RENACENTISTA EN EL CASTILLO DE SABIOTE.

Fue en aquel momento cuando De los Cobos encomendó a Andrés de Vandelvira la reforma en estilo renacentista del nuevo castillo, a imagen y semejanza de los palacios italianos. En aquel momento, Vandelvira estaba considerado como uno de los mejores arquitectos del momento y discípulo de Diego de Siloé, quizá el más reputado entre los arquitectos renacentistas españoles.

Hay que decir, en honor a la verdad, que lo que ha llegado a nuestros días es solo una parte de lo que llegó a ser el Castillo de Sabiote. Ello es debido al paso del tiempo pero, particularmente, a la ocupación de las tropas napoleónicas durante los primeros años del siglo XIX y a la voladura llevada a cabo cuando abandonaron el Castillo de Sabiote. Algo, por cierto, que también pudimos ver con el Castillo de Santa Catalina que recorrimos al visitar Jaén.

Sin embargo, las estancias que podemos visitar (en ruinas algunas y reconstruidas otras), nos permiten comprender la relevancia que llegó a tener en algún día este palacio renacentista que, por otra parte, en bien pocas ocasiones fue ocupado por sus dueños, don Francisco de los Cobos y su esposa, María de Mendoza. Sus escudos los encontramos en la portada plateresca de acceso al castillo, justó después de pasar lo que en un día fue el puente levadizo que permitía superar el foso existente.

Del patio renacentista, apenas quedan en pie unas columnas, de manera que para imaginarnos cómo era, deberemos recurrir a otras edificaciones del momento. Por ejemplo, el del patio de la Universidad de Baeza, que también visitamos.

También podemos visitar las antiguas caballerizas, las bodegas o rodear el paseo de adarve que permite disfrutar de unas maravillosas vistas de las comarca de La Loma con sus extensísimos campos de olivos que rodean por completo la población de Sabiote.

EL SAN JUANITO DE MIGUEL ÁNGEL Y EL CASTILLO DE SABIOTE

Gracias a la amistad existente entre De los Cobos y la familia florentina de los Medici, Don Francisco pudo traerse una estatua del artista florentino Miguel Ángel, de uno de sus viajes a Italia. Se trata de una imagen de San Juan niño y es la única obra existente en España del pintor de la Capilla Sixtina. Es conocida como el San Juanito de Miguel Ángel.

El San Juanito, que fue esculpido en mármol de Carrara, fue guardado en el Castillo de Sabiote antes de ser trasladado a su destino final, la Capilla del Salvador de Úbeda. Destruida casi por completo durante la Guerra Civil Española, el San Juanito fue restaurado por el Museo del Prado en 1994. En el Castillo de Sabiote se expone una reproducción del original (el de la foto no es la reproducción, sin no la foto del original). Al igual que el castillo, en la actualidad, la obra es propiedad de la Casa de Medinaceli.

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