El desfile de pingüinos (penguin Parade, en inglés) es uno de los mejores espectáculos que se pueden disfrutar en Melbourne. Y concretamente, en Phillip Island, una isla situada a un par de horas de esta capital australiana.
Aunque Phillip Island ya merece por sí misma una visita, es el regreso diario, al atardecer, de cientos de pingüinos azules (Eudyptula minor), lo que convierte esta isla en un lugar mágico, convirtiéndose en una de las principales atracciones de vida silvestre del país.
Los pingüinos azules (o pingüinos pequeños, little Penguins en inglés) es la especie de pingüino más pequeña del mundo. Esta especie pasa el día pescando en el océano y, una vez cae el sol, emergen del mar en grupos coordinados.
En, por tanto, durante el atardecer, cuando los pequeños pingüinos desfilan cautelosamente a través de la arena hasta sus madrigueras ubicadas en las dunas de la colonia. Este momento se ha convertido en un gran espectáculo turístico. Eso sí, muy controlado, dado que se trata de no interferir con el hábitat natural de los pingüinos.
Aunque es posible visitar el desfile de pingüinos de Phillip Island por libre (y el resto de la isla), si no disponéis de coche de alquiler, una muy buena alternativa es reservar la excursión de Go West, donde además de terminar la ruta con el desfile de pingüinos, se visitan otros lugares de interés.
EXCURSIÓN AL DESFILE DE PINGÜINOS DE PHILLIP ISLAND
Esto es lo que pudimos visitar durante el tour.
CASETAS DE BAÑO DE BRIGHTON BEACH
La primera parada la hacemos en Brighton, un barrio situado a unos 10 km del centro de Melbourne.
Visitamos su playa, no por ser la más bonita de Melbourne, sino por el más de medio centenar de casetas de colores, de época victoriana, que con más de ciento cincuenta años de historia a sus espaldas resisten el paso del tiempo.
Las casetas, de madera, pretendían preservar la moral de la época, cuando pasearse con bañador no estaba bien visto. Lo curioso es que, aunque ni tan solo disponen de electricidad, no se venden por menos del equivalente a 300.000 euros.
En la actualidad, las casetas de baño, pintadas de vivos colores, son uno de los reclamos fotográficos de Melbourne.
MOONLIT SANCTUARY
Antes de llegar a Phillip Island, hacemos nuestra segunda parada en el Centro de Conservación de la vida silvestre Moonlit. Aquí podemos encontrar decenas de especies animales propias de las tierras australianas.
Sin embargo, más allá de ser un parque de animales, el Moonlit Sanctuary tiene su auténtica razón de ser en la multitud de programas de conservación en los que está involucrado.
Desde luego, no pueden faltar aquí una docena de koalas, además de varias especies de ualabíes y canguros, algunos con sus crías en las bolsas marsupiales. Emúes, diablos de Tasmania, wombats, dingos y muchas aves son otros de los animales aquí representados.
Tenemos unas dos horas para disfrutar del parque y aprovechar para almorzar.
PHILLIP ISLAND
Entramos, ahora sí, al lugar donde cada noche acontece el desfile de pingüinos, que es la máxima atracción de este tour. Phillip Island es una isla de origen volcánico, situada a unas dos horas de Melbourne y unida a Australia por un puente.
Esta isla recibe su nombre en honor del que fue el primer gobernador de Nueva Gales del Sur, Arthur Phillip.
Se trata de una isla bastante grande (unos 100 kilómetros cuadrados), que acoge una población cercana a los 15.000 habitantes. La importancia como espacio natural convirtió Phillip Island en Reserva de la Biosfera.
Antes de acercarnos hasta el Centro de Visitantes de Phillip Island, daremos una buena vuelta por la isla, deteniéndonos en varios puntos de interés paisajístico. Durante el trayecto nos cruzamos con varios ualabíes, además de con miles de aves, especialmente el endémico ganso ceniciento.
WOOLAMAI SURF BEACH
Una de las playas más fascinantes de Phillip Island, con sus acantilados, es también una de las mecas surfistas de Australia. De hecho, está solamente recomendada para surfistas expertos. Es una inmensa playa de arena dorada en una isla de origen volcánico.
Eso sí: no hay que salirse de las rutas marcadas porque el Cabo Woolamai alberga la mayor colonia de pardelas de cola corta de Phillip Island, que se trata de una especie amenazada y protegida.
SOUTHPOINT LOOKOUT
Antes de la siguiente parada, realizamos un paseo por Phillip Island a bordo de nuestro minubús, cruzándonos con ualabíes y muchos gansos del Cabo Barren, una especie endémica de la costa suraustraliana y de Tasmania.
Un mirador que no hay que perderse al visitar Phillip Island. Verdaderamente dramático, con el verde de la pradera llegando hasta el basalto que nos recuerda el origen volcánico de un paisaje verdaderamente apasionante.
Es la última parada antes de poner rumbo al Centro de Visitantes de Phillip Island.
EL DESFILE DE LOS PINGÜINOS DE PHILLIP ISLAND
El pingüino de Phillip Island, conocido como little penguin (pingüino pequeño) o pingüino azul, es la especie de pingüino más pequeña del mundo, con una altura promedio de apenas 33 cm. Habita en las costas del sur de Australia y Nueva Zelanda.
Uno de los lugares más emblemáticos (donde el avistamiento está garantizado) para observarlos es Phillip Island. Cada atardecer, cientos de estos pingüinos regresan a tierra firme después de pasar el día pescando en el océano. Este espectáculo natural se conoce como la Penguins Parade o «desfile de pingüinos», y atrae a miles de visitantes anualmente. En realidad, no es que salgan cada noche, pues nos comentaron que algunos pueden pasar varios días seguidos en el océano.
La cuestión es que, durante la Penguins Parade, los pingüinos emergen del mar en pequeños grupos, se reúnen en la orilla y luego caminan juntos hacia sus madrigueras entre las dunas. Este comportamiento colectivo les proporciona mayor seguridad frente a depredadores. Además, eligen el atardecer porque es cuando a los depredadores (especialmente águilas) les es más difícil apresar a los pequeños pingüinos.
El evento se desarrolla en un entorno cuidadosamente protegido, donde plataformas y senderos elevados permiten a los visitantes observar sin interferir en el hábitat. La conservación es prioritaria: existen programas de investigación y protección para asegurar la supervivencia de la colonia.
El avistamiento se realiza desde unas graderías construidas frente al centro de visitantes, para evitar, de esta manera, que los turistas ocupen de forma desordenada la playa.
El espectáculo es muy chulo, aunque a ojos del turista solo tiene una pega: no se permiten hacer fotografías. A cambio, la organización ofrece un link donde se pueden bajar varias de ellas, sin copyright y aptas para compartir. Son las que acompañan el reportaje.
El desfile de los pingüinos de Phillip Island fue el punto culminante de esta excursión desde Melbourne y la verdad es que lo disfrutamos mucho. Eso sí, estuvo lloviendo durante todo el acontecimiento. Y unido al viento, la verdad es que pasamos bastante frío. Moraleja: si pensáis acudir al desfile de pingüinos de Phillip Island desde Melbourne, llevad ropa de abrigo.
