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20 lugares que ver en Lisboa en 2 o 3 días.

Qué ver en Lisboa

Recientemente hemos regresado a Lisboa, una de la nuestras ciudades favoritas en Europa. Hacía ya bastante tiempo de nuestra última visita, pero hemos podido comprobar que la capital lusa no ha perdido su esencia.

En esta ocasión estuvimos tres días y medio, aunque una jornada la dedicamos a visitar Sintra, que suele ser la excursión estrella desde Lisboa.

En este post os voy a contar qué ver en Lisboa en 2 o 3 días, además de daros algunos consejos acerca la ciudad y algunas recomendaciones gastronómicas.

ALGUNAS COSAS QUE DEBES SABER AL VISITAR LISBOA

TARJETA LISBOA CARD

Si además de pasear, os gusta visitar los monumentos, la Lisboa Card me parece una excelente inversión. Buena parte de los museos y monumentos más importantes que ver en Lisboa están incluidos, además de todo el transporte público (también tranvías y hasta el Elevador de Santa Justa). Incluso está incluido el tren a Sintra. La podéis reservar aquí y la recogéis en la Oficina  de Turismo.

En este post os hablamos específicamente acerca de si vale la pena la Lisboa Card.

FREE TOURS LISBOA

Encontraréis varios Free Tour por Lisboa, casi uno por cada barrio de interés turístico. Resulta una muy buena manera de conocer la ciudad. Estos son los más populares.

FREE TOUR POR LISBOAEs el principal free tour por Lisboa. Os llevará por varios de los barrios más importantes que ver en Lisboa (Baixa, Chiado y Barrio Alto).

FREE TOUR POR ALFAMAPaseo por la cuna del fado y uno de los barrios más encantadores.

FREE TOUR POR BELÉM. Recorrido por el histórico barrio del Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belem y los famosos Pastéis de Belém.

FREE TOUR DE LA LISBOA ALTERNATIVA: si os gusta el arte callejero.

QUÉ HACER Y QUÉ  VER EN LISBOA EN 2 O 3 DÍAS. 20 VISITAS IMPRESCINDIBLES.

Estos son los lugares, monumentos, museos y demás sitios de interés que ver en Lisboa en 2 o 3 días. Os adjunto un mapa de Google, para que os ubiquéis.



1. RUA Y ARCO DE RUA AUGUSTA

Rua Augusta es la vía principal y más comercial de lo que se conoce como el barrio de La Baixa. Vais a pasar por aquí una y otra vez durante vuestro viaje a Lisboa.

Llama la atención que aunque poco a poco las tiendas internacionales van tomando el centro histórico de Lisboa, aún en la actualidad podemos encontrar tiendas de toda la vida, con mucho más de un siglo a sus espaldas.

En Rua Augusta tendréis oportunidad de degustar los típicos pastéis de nata (luego hablaré de ellos), pero también otras muchas exquisiteces que sirven varias de las confiterías de esta calle peatonal.

Rua Agusta desemboca en Praça do Comercio mediante el Arco de Rua Augusta, que fue edificado tras la devastación que provocó el terremoto de Lisboa de 1755, aunque el actual es algo posterior, de 1873.

Podéis subir a lo alto del Arco de Rua Augusta (incluido en la Lisboa Card), donde tenéis un excelente mirador sobre el núcleo histórico de Lisboa.

2. ELEVADOR DE SANTA JUSTA

Rua Augusta se cruza en perpendicular con Rua Santa Justa. Al final de esta calle encontramos uno de los lugares más icónicos que ver en Lisboa. Me refiero al elevador de Santa Justa, que nos retrotrae a los tiempos donde el hierro se convirtió en material princeps de construcción.

El Elevador de Santa Justa, que en realidad es un ascensor, fue diseñado por el ingeniero portugués Raúl Mesnier e inaugurado en 1902.

Más de 100 años después sigue siendo una de las mejores maneras de ir de La Baixa al Chiado, otro de los barrios más populares de Lisboa. Por cierto, el trayecto cuesta 5.30 (la ida y vuelta), pero está incluido dentro de la Lisboa Card.

3. LOS ELEVADORES DE LAVRA, BICA Y GLORIA

No es el Elevador de Santa Justa el único de Lisboa. Hay tres más: el de Lavra, el de Bica y el de Gloria.

Estos tres, sin embargo, no son ascensores si no funiculares. Merece la pena subir a ellos y, además, resulta una manera excelente de salvar el enorme desnivel existente entre los barrios de Lisboa.

4. PRAÇA DO COMÉRCIO Y CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL BACALAO

Regresamos a Rua Augusta. Si se pasa por debajo del Arco de Rua Augusta se abre una enorme plaza que da directamente al Tajo. Es Praça do Comercio, una de las más importantes que ver en Lisboa. Está soportalada en tres de sus lados.

Esta plaza es conocida aquí como Terreiro do Paço, pues era el lugar donde se alzaba el antiguo Palacio Real de Lisboa que fue también pasto de la devastación causada por el citado terremoto de 1755.

La estatua del centro, de bronce, representa a José I de Portugal, un monarca luso que se desposó en Badajoz con una infanta española, de nombre Mariana Victoria de Borbón, que era hija de Felipe V.

En Praça do Comercio encontramos el bastante interesante Centro de Interpretación del Bacalao, al que entramos aprovechando que también está incluido dentro de la Lisboa Card. El centro nos cuenta la importancia de la pesca del bacalao, desde hace ya muchos siglos, de la que los portugueses son unos verdaderos especialistas. Además, en pocos lugares del mundo se puede disfrutar de tantas recetas distintas de bacalao como el Lisboa. O sea que si os gusta este manjar, estáis de enhorabuena.

5. CATEDRAL O SÉ DE LISBOA

Desde Rua Augusta tomamos Rua de de São Julião, que en cinco minutos de paseo nos acerca hasta la Sé de Lisboa. Es decir, la catedral, otro de los monumentos imprescindibles que ver en Lisboa.

Desde luego, la visita a la Catedral de Lisboa empalidece si la comparamos con las más bellas catedrales de Europa, como Notre Dame o la Catedral de León. Se trata de la iglesia más antigua de Lisboa, es de estilo románico y tiene aires de fortaleza, incluyendo almenas que culminan sus dos torres, como otras catedrales lusas.

La imagen del tranvía 28 pasando frente a la fachada occidental de la Sé de Lisboa es de las más reproducidas de la ciudad.

6. MIRADORES DE SANTA LUCÍA Y PORTAS DE SOL

Lisboa es la ciudad de los miradores, que por algo la ciudad está levantada sobre siete colinas (como Roma, ¿verdad?). Dos de los mejores miradores de Lisboa los tenéis a escasos minutos a pie de la Catedral.

Solo tenéis que seguir por la calle Largo da Sé y llegaréis en pocos minutos al Mirador de Santa Lucía, que con sus azulejos dicen que es el más romántico, y unos metros más arriba, el Mirador Portas de Sol.

7. CASTILLO DE SAN JORGE

También desde la Catedral se accede al Castillo de San Jorge, que domina la ciudad desde lo alto de una de las siete colinas.

Este castillo nos remite a la época de dominación musulmana de Lisboa. De hecho, mucha gente lo sigue conociendo como Castelo dos Mouros (de los moros). Tras pasar una etapa de esplendor con la conquista cristiana, el Castillo de San Jorge también sufrió de lo lindo con el terremoto de 1755. Y no fue hasta el siglo XX que se restauró.

Por cierto desde lo alto de la conocida como Torre de Ulises, también de disfruta de unas muy buenas vistas de la ciudad.

8. ALFAMA

Otro de los barrios que hay que ver en Lisboa es Alfama. Lo podéis recorrer con un guía en este free tour.

Aquí no encontraréis grandes monumentos. Sin embargo, se trata de un precioso y nostálgico arrabal de callejuelas estrechas (su origen también nos remite a la época árabe) que no os debéis perder al visitar Lisboa.

Alfama, que hace apenas unas décadas era un barrio copado únicamente por lisboetas, está sufriendo poco a poco el fenómeno de la gentrificación. Los nuevos alquileres nada tienen que ver con los antiguos alquileres de renta baja, de manera que Alfama se va llenando de guesthouses y apartamentos turísticos.

También de restaurantes y particularmente, de aquellos que ofrecen espectáculos de Fado. Y es que no hay que olvidar que Alfama está considerada como una de las cunas de esta nostálgica música típicamente lisboeta.

9. EL TRANVÍA NÚMERO DE 28

Otra de las cosas que hay que hacer en Lisboa es subirse al tranvía 28. Ya os he comentado que muchas de estas líneas de tranvía siguen ofreciendo los servicios a bordo de los viejos convoyes de toda la vida, de manera que podéis tomar el 28, el 24 o el que sea.

Entonces, ¿qué tiene el tranvía 28? Pues tiene que aunque no se trata de un tranvía turístico, este tranvía recorre buena parte de los lugares más turísticos de Lisboa, incluyendo los barrio de Alfama, la Baixa o el Chiado.

Como todo el transporte público de Lisboa, el tranvía 28 también está incluido dentro de la Lisboa Card.

10. EL CHIADO Y A BRASILEIRA

El Chiado es otro de los barrios con solera que ver en Lisboa. Si hemos dicho que la Baixa quedó casi destruida por el terremoto de 1755, el Chiado fue pasto de las llamas en un dramático incendio acontecido el 25 de agosto de 1888.

Desde luego, el Chiado renació de sus cenizas y ahora es uno de los barrios con más carácter, pero también más chic de la ciudad. Aquí hay que visitar el Convento del Carmo o la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. en este artículo podéis leer acerca de los lugares imprescindibles que ver en Chiado.

Durante el paseo, se abrirán a vuestro paso establecimientos tan emblemáticos como la Pastelaria Bernard o la Librería Bertrand, que aquí dicen que es la más antigua en funcionamiento (desde 1732).

Pero sobretodo hay que perderse por sus callejuelas, más allá de Rua Garrett, la más comercial y terminal la tarde en uno de los cafés más elegantes de Europa: A Brasiléira.

11. ESPECTÁCULO DE FADO EN EL CHIADO

No debéis visitar Lisboa sin acudir a un espectáculo de Fado. A nosotros nos encantó el que cada noche ofrece Fado in Chiado (se reserva aquí, con cancelación gratuita). Con un nivel excelente, supone una manera estupenda de conocer un canto que forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Ya pudimos disfrutar de un espectáculo de Fado en Oporto, de manera que quisimos repetir. Y fue un acierto.

En este artículo os cuento nuestra experiencia en el espectáculo de fado en Lisboa.

12. MONASTERIO DE LOS JERÓNIMOS

Ahora sí, llegamos al Barrio de Belem y al que es el monumento más importante que ver en Lisboa y quizá en todo Portugal. Me refiero a la que es la joya del arte manuelino, el Monasterio de los Jerónimos. Está también incluido en la Lisboa Card.

Se alza en el Barrio de Belen, al que le vais a dedicar al menos una mañana entera y sin que hayáis visitado la mayor parte de los lugares de interés y museos.

La construcción del Monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belém se debe al empeño de Manuel I de Portugal de conmemorar el regreso de la India de Vasco da Gama.

Como comentaba, está construido en estilo manuelino, una mezcla de tardogótico y primer renacimiento donde las alusiones y ornamentaciones al mundo del mar son continuas.

Las portaladas, tanto de la iglesia adyacente como del monasterio (ambas dan al estuario del Tajo) son un claro ejemplo de este estilo. Pero la joya la encontramos en su claustro, que es uno de los más bonitos del mundo. Allí descansan los restos del poeta Fernando Pesoa, mientras lo del también poeta Luís de Camoes y de Vasco de Gama lo hacen en la iglesia.

13. PASTÉIS DE BELÉM

Vais a poder comer los famosísimos Pastéis de Nata (pasteles de crema) por toda la ciudad. Cada confitería dice tener su propia receta. Sin embargo, la más genuina es que elabora la Confitería Pastéis de Belém, ubicada a cien metros del monasterio.

Si no tenéis incluido el desayuno en vuestro hotel, una buena idea puede ser venir aquí a desayunar, antes de explorar el barrio.

Según parece, antes de que la confitería en cuestión los elaborara, ya lo hacían los monjes del monasterio desde el siglo XVIII. En cualquier caso, Pastéis de Belem está abierto des de 1837, de manera que se trata de la confitería que lleva elaborando el dulce desde más antiguo.

Según cuentan, en verano, cuando los turistas que llegan hasta aquí son legión, pueden llegar a elaborar más de cincuenta mil pastéis de nata al día.

14. MONUMENTO A LOS DESCUBRIMIENTOS          

Frente al Monasterio de los Jerónimos encontramos un enorme monumento que rinde homenaje a aquellos hombres que convirtieron a Portugal en una auténtica potencia mundial, gracias a sus viajes de ultramar.

Se alzó en 1960 (es decir, en plena dictadura) para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique El Navegante. Hijo, hermano y tío de reyes, fue una de las figuras clave de aquel siglo verdaderamente dorado.

Las dimensiones del monumento son tremendas, con sus 52 metros de altura y esta forma de calavera tan característica. Allí están representados aquellos ilustres hombres que tantas epopeyas protagonizaran, incluyendo el mismo Enrique el Navegante, Alfonso V o Vasco da Gama.

Se puede subir a lo alto para disfrutar de una de las mejores vistas que ver en Lisboa.

15. TORRE DE BELEM

A uno 200 metros del Monmento a los Descubrimientos encontramos otro de mlos lugares imprescindibles que ver en Lisboa. Como el Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belem está incluida dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad y es otra joya del arte manuelino.

Desde aquí partían los exploradores en busca de nuevas tierras, además de tener la función de torre vigía que defendía el Monasterio. Su arquitecto fue Francisco de Arruda, uno de los más importantes del momento (fue quien diseñó los acueductos de Évora y Elvas, por ejemplo).

Podríamos decir que la Torre de Belem se compone de dos partes: la baja, que funcionaba como baluarte, y la alta, de cuatro pisos, que desempañaba las funciones de torre vigía a modo de las torres de homenaje medievales.

Tampoco aquí faltan los elementos naturalistas y que hacen referencia al mundo de ultramar, como corresponde al arte manuelino. Aprovechamos para entrar, ya que está incluida en la Lisboa Card.

16. MUSEO NACIONAL DE COCHES ANTIGUOS         

Uno de los museos más interesantes que ver en Lisboa es el de los Coches o Carruajes antiguos. Está ubicado en un nuevo edificio también en el Barrio de Belem, mucho más funcional que su sede antigua en el Picadero Real, aunque quizá más fría.

Este nuevo museo (también incluido en la Lisboa Card) es obra de Paulo Mendes da Rocha, ganador del considerado como Nobel de la Arquitectura (el Pritzker) en 2006. El nuevo Museo Nacional de Coches se inauguró en 2015.

Aquí lo que vemos son varias decenas de carruajes de reyes, infantes, reinas y embajadores reales. La mayoría son preciosos ejemplos de los siglos XVII y XVIII, muchos de ellos ornamentados con la habitual pompa barroca. Como curiosidad, también hay un coche antiguo dedicado al transporte de presos. La verdad es que este museo se visita en poco más de treinta minutos y merece la pena.

17. PALACIO NACIONAL DE AJUDA

Nunca se incluye el Palacio de Ajuda entre los palacios reales más bonitos del mundo. Y, aunque la verdad es que no tiene comparación con palacios como el de Versalles o el Palacio Real de Madrid, lo cierto es que sí que merece una visita.

Y más, teniendo en cuenta que está incluido en la Lisboa Card. El Palacio Nacional de Ajuda está a veinte minutos de paseo del Museo Nacional de Coches Antiguos (o 5 minutos de autobús).

Esta residencia real fue edificada durante el siglo XIX en estilo neoclásico. El interior en mucho menos recargado que los grandes palacios barrocos europeos, pero la verdad es que tiene un montón de salones preciosos, tanto entre los aposentes privados del rey y la reina, como entre las salas dedicadas a las audiencias.

Espectacular resulta el Comedor de Gala, que supone el punto final por este palacio, mandado alzar por la Reina María I de Portugal, y su sucesor, Juan VI. Desde la caída de la monarquía, el Palacio Nacional de Ajuda desempeña las funciones de museo nacional.

18. MUSEO NACIONAL DE ARTE ANTIGUO

Otro de los museos que hay que ver en Lisboa es el Museo Nacional de Arte Antiguo (incluido también en la Lisboa Card).

Básicamente se trata de una pinacoteca dedicada a mostrar la obra de algunos de los grandes maestros de la pintura universal, aunque también están representadas otras artes, incluyendo esculturas, tapices o artes decorativas.

La escuela española está bastante bien representada (incluyendo murillos, riberas y varios zurbaranes). También la escuela italiana, que incluye hasta un Rafael Sanzio. Sin embargo, nuestra obra favorita en el museo es Las Tentaciones de San Antonio Abad, del Bosco.

19. MERCADO DE RIBEIRA. TIME OUT MARKET.

El mercado de Ribeira es uno de los más antiguos de Lisboa. Lleva abierto desde finales del siglo XIX. Sin embargo, si he incluido este mercado entre los lugares imprescindibles que ver en Lisboa, es porque en los últimos años ha dado una vuelta de tuerca a su oferta. Con el nombre de Time Out Market se ha convertido en un mercado gourmet dedicado, básicamente, al mundo de la restauración.

La oferta culinaria del Mercado de Ribeira resulta de lo más variada, incluyendo restaurantes de cocina portuguesa, pero también internacionales. Y nos pareció que no se iba mucho de precio.

10. ESTACIÓN DE ORIENTE

Termino esta lista de 20 lugares que ver en Lisboa en 2 o 3 días con una infraestructura ferroviaria. Me refiero a la Estación de Oriente, un núcleo intermodal diseñado por Santiago Calatrava e inaugurada en 1998.

Esta estación fue construida con motivo de la Exposición Universal de Lisboa y está considerada una de las mejores obras de Santiago Calatrava.

Estos son 20 de los lugares imprescindibles que ver en Lisboa. Sin embargo, durante vuestros paseos disfrutaréis de sus rincones, miradores, tiendas con encanto y, particularmente, de la gastronomía portuguesa, tanto en restaurantes como en sus famosas confiterías.

Lisboa enamora ahora, como lo hacía hace casi 20 años, cuando la visitamos por vez primera. Una ciudad que sigue manteniendo su esencia pese al empuje del turismo.

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