BESALÚ. Visita al pueblo más bonito de Cataluña (según los blogueros catalanes)

Besalú es una de las visitas imprescindibles de La Garrotxa. Tal afirmación no es en balde. Hablamos del pueblo que ha sido escogido como el más bello de Cataluña entre los blogueros de viaje de esta Comunidad Autónoma. Pero de ello, os hablaré más tarde.

Llegamos a Besalú procedentes de la Vall d’en Bas, otro bello municipio formado por varios pueblecitos, donde hemos pasado parte de la mañana. Llegamos dispuestos a disfrutar de las últimas horas en la comarca gerundense de La Garrotxa, donde hemos podido conocer un montón de maravillas a nivel natural, monumental y gastronómico en los tres últimos días.

DÓNDE DORMIR EN LA GARROTXA

BESALÚ. CUATRO APUNTES HISTÓRICOS.

Situada a una cuarentena de kilómetros de la capital provincial, Girona, la historia de Besalú se remonta a un milenio, con un pequeño burgo que habría sido edificado alrededor de un castillo que no ha llegado a nuestros días y que se localizaba en lo alto de una pequeña colina.

Se trataba de un castillo condal, edificado a raíz de que la población deviniera en cabecera de un condado independiente de relativa importancia integrado dentro de la Marca Hispánica. Era el siglo X.

Fue, precisamente, a finales del siglo X y de la mano de Bernat Tallaferro cuando el condado de Besalú adquiere sus momentos de máxima relevancia llegando a convertirse en sede episcopal, aunque este hecho perduraría durante únicamente tres años. En aquellos momentos, Bernat Tallaferro llegó a dominar buena parte de lo que es la Cataluña histórica, incluido el condado de Ripoll o las comarcas del Fenollés i el Vallespir, actualmente en territorio francés. De estos momentos de máximo esplendor datan algunos de los más importantes edificios de Besalú, como la Canóniga de Sant Miquel, el Monasterio de Sant Pere o el citado castillo, que no ha llegado a nuestros días.

A partir de 1111 el condado de Besalú es incorporado al de Barcelona, aunque durante bastantes siglos, la ciudad continuó comportándose como un burgo de bastante importancia.

BESALÚ CIUDAD JUDÍA.

Besalú es, no solo una de las poblaciones más bellas de Cataluña, sino que se trata de uno de los burgos más importantes por cuanto hace referencia al paso del pueblo judía por la Península Ibérica.

La comunidad judía se estableció en Besalú desde casi los primeros años de su fundación. Su huella perduró hasta finales del siglo XV, cuando el pueblo judío fue finalmente expulsado de la península por orden de los Reyes Católicos. Besalú, con una de las juderías más importantes de España, es testimonio de aquella época de pacífica convivencia entre las distintas culturas. Algunos de los más importantes monumentos de la población hacen referencia, precisamente, al paso de los judíos por Besalú. Los baños rituales o Miqvé es, probablemente, el más importante de todos ellos.

BESALÚ. UN RECORRIDO POR LA CIUDAD MEDIEVAL.

Empezamos nuestra visita a Besalú entrando al centro histórico a través del monumental puente de piedra. Se trata de un puente que tiene su origen a finales del siglo XI, aunque el que podemos ver en la actualidad es fruto de las distintas remodelaciones posteriores. Es uno de los puentes medievales más bellos de toda la Península Ibérica y una de las joyas del arte románico en Cataluña. Su característica principal es que su diseño adquiere una planta angular a fin de salvar el trayecto del río Fluvià a su paso por Besalú. Dispone de ocho arcos desiguales, la mayoría de medio punto, aunque el central es ligeramente apuntado.

Subimos por la Calle del Pont Vell. A derecha e izquierda quedan distintas callejuelas que nos recuerdan el pasado judío de la ciudad de Besalú. En realidad, a los poco metros nos encontramos las excavaciones que han dado lugar a una de las antiguas sinagogas de la vieja Besalú. Fue el propio rey Jaime I quien otorgó a la comunidad judía el privilegio de edificar su propio templo, en 1264. Eran momentos en que los judíos eran parte importante de la población, sumando hasta una cuarta parte del total de la misma. Entre ellos, se encontraban importantes médicos, así como comerciantes. Es por ello, que la judería de la vieja Besalú es una de las más importantes entre las que se han conservado en España.

Justo al lado de los restos de la vieja sinagoga se halla el que es el más importante monumento que hace referencia al pasado judío de Besalú. Hablamos del Miqve o baños rituales. Se accede a través de una escalera de piedra que desciende hasta llegar al recinto cuadrangular de los baños, casi a nivel del río Fluvià. Ello era importante, pues el agua del Miqvé debía entrar al mismo de forma natural según el rito judío. Se trata de una obra del siglo XI o XII y es uno de los baños rituales judíos más importantes de toda Europa. El Miqvé formaba parte de la vida espiritual de los judíos, dada la importancia que daban a la purificación que se conseguía tras la inmersión en el baño.

Proseguimos nuestro camino dando un pequeño rodeo por el camino de ronda que sigue el recorrido de la antigua muralla para entrar nuevamente al casco histórico por la calle del Portalet.

Pasamos por delante del antiguo Hospital de Sant Julià, utilizado también como morada de pelegrinos durante la antigüedad y del que solo ha llegado a nuestros días su fabulosa portada románica del siglo XII, que no era más que la iglesia del antiguo hospital de peregrinos.

Llegamos, ahora sí, al más monumental de los edificios de Besalú: el Monasterio de Sant Pere. Solo queda en pie la iglesia de este importante centro benedictino de principios del segundo milenio. Fue consagrada en 1003 por Bernat Tallaferro, Conde de Besalú y la más importante figura que jamás haya dado la población. Se trata de un bonito edificio románico aunque no es difícil percatarse que su campanario es un añadido posterior.

En su interior encontramos un deambulatorio, no muy común entre los templos del siglo XI. Ello es debido a que la iglesia albergaba las reliquias de dos santos (Sant Prim y Sant Felicià), de manera que los pelegrinos podían rodear el templo, a través del deambulatorio, sin interrumpir las celebraciones. En la iglesia destacan algunas lápidas situadas en el mismo suelo, donde estaban enterrados los distintos abades del monasterio. También los capiteles de las columnas que separan el altar mayor del deambulatorio tienen su interés.

ARCADA DE FARES. A solo 5 minutos de Besalú pudimos disfrutar de un excelente MENÚ DE CALÇOTADA en este precioso restaurante rural que también dispone de alojamiento. Tanto los calçots como la carne estaban realmente excelentes y el entorno es una auténtica preciosidad. El precio del MENÚ CALÇOT es de 28 euros, pero sirven todo tipo de comida, particularmente carnes a la brasa. Fue un acierto. 100% recomendable.

La iglesia del Monasterio de Sant Pere se localiza en la que es la plaza más importante de Besalú: la plaza del Prat de Sant Pere. Justo en la plaza se encuentra un pequeño museo que merece mucho la pena, aunque nada tenga que ver con el pasado medieval ni judío de Besalú. Se trata del Museo de las Miniaturas. Expone miniaturas, miniminiaturas y microminiaturas. Para ver esas últimas es necesario el uso de unos microscopios, pues los artistas eran capaces de diseñar, por ejemplo, una caravana de camellos en el agujero de una aguja costurera. Realmente curioso este museo que no nos llevará más de media hora visitarlo.

La Calle del Canó nos lleva hasta la Plaza de la Llibertat. Es esta la plaza donde cada martes se celebra el mercado semanal. Se trata de una plaza porticada, con bellos edificios. Entre ellos, destaca la Casa de la Vila y el antiguo Palacio de la Curia. Este último es un edificio datado en el siglo XIII que actualmente hace las funciones de centro cultural. Toda la plaza está empedrada y es peatonal, lo cual, unido a los soportales que dominan tres de los cuadro lados de la misma, le dan un aire ciertamente majestuoso pese a que se trata de una plaza de pequeño tamaño.

Desde la Plaça de la Llibertat seguimos por la Calle Tallaferro, que rinde honor al más importante conde de la época más gloriosa de la Besalú condal. Se trata, también, de otra de las muchas callejuelas estrechas y peatonales que se abren a pequeñas placitas y que forman parte de la antigua judería de la Edad Media. Es decir, el Call de Besalú.

Acaba siendo Besalú una población donde merece la pena vagar sin rumbo definido, perdiéndose en los estrechos callejones peatonales a fin de descubrir los distintos recovecos que se encuentran tras cada esquina, y haciendo parada en alguna de las distintas tiendas donde se venden estos embutidos tan propios de la Cataluña interior y que merece la pena llevarse a casa.

Tras unos cuantos rodeos más por la bella Besalú regresamos por donde hemos venido. El puente medieval de Besalú nos sirve para despedirnos de esta bellísima población. Antes de tomar el coche de regreso a casa, bajamos a nivel del río, para tomar algunas instantáneas de este bello puente. Las mejores tomas del puente con la población de Besalú al fondo se obtienen desde este punto.

BESALÚ, EL PUEBLO MÁS BONITO DE CATALUÑA

Hace unos meses publiqué un post titulado Los pueblos más bellos de Cataluña. En él, 21 blogueros que residen en Cataluña nos dieron su opinión sobre los que, para ellos, eran algunas de las poblaciones más bellas de esta comunidad autónoma.

Parejo a ello, les pedí que me dieran tres nombres de poblaciones, a fin de averiguar, cuál es el más bonito de los pueblos catalanes. Pues bien, es ahora el momento de revelar cuál ha sido el resultado de la encuesta. Besalú, con 9 votos, ha sido el más votado de los pueblos de manera que podemos decir que, según los blogueros de viajes catalanes, Besalú es el pueblo más bonito de Cataluña.

Aquí va el resto de resultados. Y si queréis saber acerca de los compañeros que votaron en la encuesta aquí los encontraréis.