Acantilados de Moher desde Dublín. La mejor excursión de Irlanda.

Visitar los Acantilados de Moher desde Dublín es la excursión número 1 desde la capital irlandesa. No es de extrañar, pues aunque los Acantilados de Moher se localizan en la costa oeste de Irlanda, es decir justo al contrario que Dublín, el espectáculo natural es tal, que visitar los Acantilados de Moher desde Dublín se ha convertido en casi una obligación si se dispone de algún día extra para hacer alguna excursión más allá de la capital.

CÓMO VISITAR LOS ACANTILADOS DE MOHER DESDE DUBLÍN

Nosotros realizamos la excursión a los Acantilados de Moher de la mano de un tour organizado con un guía en español. Aquí podéis mirar los precios y contratarlo. La verdad es que a no ser que dispongáis de un vehículo propio o de alquiler, me parece la manera más fácil y cómoda de llegar hasta allí (además de que tendéis la posibilidad de visitar Galway durante 2 horas).

La otra posibilidad es viajar hasta Galway (en tren o bus) y desde allí tomar un bus público que hace el recorrido hasta los Acantilados de Moher. Sin embargo las frecuencias diarias son más bien pocas, de manera que es fácil de que el tiempo se te acabe echando encima.

Por último, la otra posibilidad es visitar los Acantilados de Moher en un coche de alquiler (lo podéis contratar aquí con un 15% de descuento). En este caso os podéis dirigir al centro de visitantes de Moher, pero también a los parkings de Doolin (8 km al norte) o del Moher Tower Hag’s Head (5 km al sur), donde podéis iniciar (también desde allí) los senderos que recorren los Acantilados de Moher.

LOS ACANTILADOS DE MOHER, UNA MARAVILLA DE LA NATURALEZA.

Visitar los Acantilados de Moher desde Dublín supone conocer una de las más extraordinarias maravillas naturales de Europa. El espectáculo de la naturaleza es tal, que ya desde principios del siglo XIX los turistas que hasta aquí se acercaban para visitar los Acantilados de Moher se contaban por millares. Ello dio lugar a la construcción de la Torre de O’Brian, un mirador artificial edificado por Coernelius O’Brian en 1835, a fin de facilitar la visita a los viajeros. Si vais a visitar los Acantilados de Moher, aún hoy en día es posible subir a la Torre de O’Brian, aunque para ello hay que pagar 2€ adicionales al precio de la entrada a los Acantilados de Moher. Porque, sí: para visitar los Acantilados de Moher hay que pagar una tasa de 8€ (solo 4€ hasta las 11 de la mañana o después de las 16.00 horas).

Como decía, los Acantilados de Moher son uno de los más extraordinarios espectáculos naturales de Europa. Algunos números bastan para darse cuenta de ello: los acantilados caen a pico entre los 120 y los 214 metros sobre el nivel del Océano Atlántico, a lo largo de hasta 8 kilómetros de interminable línea costera. Además, la maravilla natural se completa con la existencia de una importante avifauna que tiene en los Acantilados de Moher su lugar predilecto de anidación.

Al visitar los Acantilados de Moher estaremos conociendo, además, una de las estructuras naturales más antiguas de las Islas Británicas, pues se les supone una antigüedad superior a los 300 millones de años. La verdad es que hemos tenido la oportunidad de conocer otros acantilados de impresión en el continente europeo, como los Acantilados de Dingli en Malta. Pero las sensaciones al visitar los Acantilados de Moher solo nos han recordado las que tuvimos al recorrer los Acantilados de Etretat, en Normandía, no menos espectaculares.

EL SENDERO DE LOS ACANTILADOS DE MOHER.

Para visitar los Acantilados de Moher, lo más habitual es acercarse hasta el centro de visitantes en coche propio o de alquiler (o contratar la excursión desde Dublín, en español, que llega hasta allí). Una vez en el centro de visitantes, hay que empezar el sendero que recorre la mayor parte de los Acantilados de Moher. En sentido norte, hasta la población de Doolin (unos 8 km de sendero); y en dirección sur, hasta la Moher Tower Hag’s Head, que es el punto más septentrional del recorrido (son unos 4 km de recorrido aproximadamente).

Sin embargo, no es esta la única posibilidad para visitar los Acantilados de Moher. Algunos visitantes dejan su coche en el pueblo de Doolin para recorrer los 8 km de sendero hasta el centro de visitantes. En este punto, o bien regresan a pie o (mejor) toman el shuttle bus de regreso a Doolin. Otra posibilidad es dejar el coche en el parking del Moher Tower Hag’s Head (a 1 km de los acantilados) y hacer el recorrido entre el Moher Tower Hag’s Head y en centro de visitantes. Una vez aquí, pueden tomar el bus de regreso a  Moher Tower Hag’s Head.

En este caso, hay que tener en cuenta que estos shuttle-bus realizan el trayecto cada hora y media en verano, de manera que hay que intentar no perder el bus. Debajo os dejo el mapa del sendero y de los horarios del shuttle-bus.

NUESTRA VISITA A LOS ACANTILADOS DE MOHER DESDE DUBLÍN.

Como os dije, nosotros contratamos un tour a los Acantilados de Moher desde Dublín que es lo más cómodo si no dispones de coche de alquiler, de manera que nos dirigimos hasta el centro de visitantes.

Una vez allí, el guía compró los billetes y nos dirigimos directamente al sendero. La verdad es que el clima en Irlanda es de lo más inapacible, de manera que en el rato que estuvimos por allí tuvimos momentos tanto de sol como de lluvia casi torrencial (aunque solo por unos pocos minutos). De verdad que el clima en Irlanda es para aburrir el país.

Lo primero que hicimos fue dirigirnos hacia al norte en dirección a la Torre de O’Brian, que no está ni a 10 minutos de trayecto. Las vistas, ya desde el principio, son realmente de impacto y solo el día, básicamente nublado, nos impide poder realizar las fotografías que podemos ver en todos los catálogos. Seguimos en dirección norte, en el sendero que se dirige hasta el pueblo de Doolin, para recorrer, aproximadamente, otros 15 minutos. Justo enfrente quedan las tres islas de Aran, que se distinguen fácilmente. También llama la atención la gran cantidad de aves que sobrevuelan el acantilado o que anidan en el mismo. Las más llamativas, los puffin o frailecillos, sin embargo, anidan más mar sur. El paisaje es más o menos igual durante todo el recorrido, con algunos farallones que sobresalen del mar, a poca distancia de los acantilados.

Regresamos por donde hemos venido para dirigirnos ahora hacia el sur, por el sendero que se dirige hacia el Moher Tower Hag’s Head. No son más que 4 km de los que recorremos aproximadamente uno. El paisaje, nuevamente, es similar, con algunos farallones sobresaliendo del mar y los acantilados de Moher desparramándose a pico hacia la inmensidad del océano. Es aquí cuando nos cae un buen aguacero que, aunque no dura más de 10 minutos, nos deja empapados y nos obliga a regresar hasta el centro de visitante a la carrera.

La verdad es que visitar los Acantilados de Moher desde Dublín en esta excursión resulta una muy buena opción para conocer el que es uno de los paisajes más bellos de Irlanda y de Europa. Una vez regresados a la capital, aun tendremos otro día extra para conocer los lugares imprescindibles que ver en Dublín.