
Lille es la capital de la región de los Altos de Francia, la más septentrional del país, colindando ya con Bélgica.
Se trata de una ciudad de marcado acento flamenco, al igual que toda parte norte de la región, como Roubaix, ciudad que también visitamos y que dista apenas unos kilómetros de Lille.
Es por este motivo que a menudo se habla del Flandes francés para la parte más al norte del departamento del Nord, que es donde se ubica Lille.
En este artículo os vamos a contar qué ver en Lille y en Roubaix, población a la que dedicamos la mañana de nuestra segunda jornada en Lille.
LILLE CITY PAS, LA TARJETA TURÍSTICA DE LILLE
Una buena herramienta para visitar Lille es hacese con la Lille City Pass, que se compra aquí y se recoge en el centro de Lille. Con la tarjeta se incluyen casi todos los lugares que ver en Lille, Roubaix y parte de la región, incluyendo museos y monumentos, así como el transporte público ilimitado.
Encontráis versiones de 24, 48 y 72 horas.
DÓNDE DORMIR EN LILLE
Nos alojamos en el MOXI LILLE CITY, cerca del centro histórico, a apenas diez minutos de paseo del ayuntamiento de Lille.
Es un bonito hotel localizado en la que fue la antigua facultad de medicina de la Universidad de Lille. Habitación muy correcta y desayuno excelente.
QUÉ VER EN LILLE EN 1 o 2 DÍAS.
Estos son los lugares imprescindibles que ver en Lille. Dedicamos un día entero y parte del segundo a visitar la ciudad.
1. GRAND PLACE DE LILLE
Empezamos nuestra visita a Lille por la Grand Place, también conocida con el nombre de Plaza General de Gaulle.
No solo se trata de la plaza más bonita que ver en Lille, sÍ no que también es una de las más bellas de toda Francia.
Lo curioso es que hasta que se construyó el edificio de la antigua bolsa, la Grand Place aún era mucho mayor. Sin embargo, la vieja bolsa dividió el espacio en dos: por una parte, lo que ahora es la Grand Place; y por otra parte, la que fue denominada como Petit Place y que ahora es conocida como plaza del teatro.
La Grand Place la preside, desde el centro, la Columna Conmemorativa del Asedio de 1792, también conocida como la Columna de la Diosa. El monumento recuerda la resistencia de la ciudad de Lille al asedio austríaco de 1792.
Con profusión de cariátides y todo tipo de ornamentos, los edificios que rodean la Gran Place son una maravilla y de lo más escénicos.
De todos ellos, el más bonito es el de la antigua bolsa.
2. ANTIGUA BOLSA DE LILLE
Se trata de uno los edificios más bonitos que ver en Lille. Como os he dicho, su construcción supuso la separación de la Grand Place en dos.
Antigua Bolsa de Valores responde a una arquitectura renacentista flamenca del siglo XVII, muy habitual en esta región que en cierta manera supone un continuum con el Flandes belga.
El edificio estaba formado por veinticuatro viviendas alrededor de un patio que albergó los viejos intercambios comerciales.
En la actualidad, los soportales interiores son ocupados por libreros de segunda mano. Además, en el centro hay varias mesas para jugar al ajedrez, que por lo visto son muy solicitadas.
3. PLAZA DEL TEATRO
El otro lado de la Vieja Bolsa da a lo que ahora recibe el nombre de Plaza del Teatro.
Se trata de otro espacio precioso en el que destacan especialmente dos grandes edificios: la ópera y la cámara de comercio.
La ópera es un bonito y monumental edificio de principios de siglo XX. Por desgracia no ofrecen visitas guiadas, de manera que si lo queréis conocer por dentro, deberéis reservar plaza en alguna representación.
Más adelante encontramos la espectacular Cámara de Comercio, que dispone de un precioso campanario civil que, aunque más bajo, nada tiene que envidiar al del ayuntamiento.
Este campanario, esquinero y de estilo neoflamenco, alcanza los 76 metros de altura y está considerado monumento histórico.
Un cartel en la puerta del edificio cuenta que es posible visitar el salón o hall principal los días laborables.
Tanto la ópera, de estilo neoclásico, como el edificio de la Cámara de Comercio e Industria llevan la firma del arquitecto Louis Marie Cordonnier.
Este arquitecto, por cierto, se especializó en construir campanarios. Hasta cinco de ellos (los de Loos-lez-Lille, Dunkerque, Bailleul, Comines y Armentières) están incluidos en la lista del Patrimonio Mundial.
4. IGLESIA DE SAINT MAURICE
Aunque no se trata de la catedral, para nosotros se trata de la iglesia más bonita que ver en Lille, además de una de las más antiguas.
Saint Maurice se localiza a cinco minutos a pie de la Grand Place, en la Rue Pierre Mauroy.
Se trata de una iglesia gótica del siglo XIV, aunque terminada en el XIX.
En la fachada principal destaca su alta torre-campanario central. Y en su interior, su planta de salón con cinco naves de igual anchura, con siete tramos. Por detrás del altar, dispone de un deambulatorio con capillas radiales.
5. MUSÉE DE L’HOSPICE COMTESSE
Ahora reconvertido en museo, el antiguo Hospice Comtesse es uno de los edificios medievales más notables que ver en Lille.
El hospicio era, en realidad, un hospital para la gente pobre, muy al estilo del Hospital Dieu que visitamos hace poco en Beaune, en la Borgoña. Hay que decir que el antiguo hospital borgoñés está mucho mejor museizado.
Este antiguo hospital medieval fue fundado en 1237 por la condesa Jeanne de Flandre, que era la hija mayor del emperador Balduino de Constantinopla.
El hospital, que era regentado por monjas agustinas, acogía a pobres, enfermos, peregrinos.
Y así fue hasta 1793, cuando las hermanas agustinas fueron sustituidas por ciudadanas civiles. Sin embargo, el espacio continuó acogiendo enfermos hasta el primer tercio del siglo XXI.
En la actualidad es posible visitar el espacio que ocupaban los enfermos en una gran sala, la capilla y las dependencias de las agustinas, que es lo único que ha sido reacondicionado rememorando los años en que ocuparon la institución.
El primer piso, que era donde estaban las celdas de las hermanas, es ahora un museo dedicado al arte e historia de la ciudad.
6. CATEDRAL DE LILLE
La Catedral de Lille es una de las más curiosas que hemos visitado en Francia.
Dedicada a la Virgen María, fue construida a partir del siglo XIX en estilo neogótico, un poco a imagen y semejanza de las grandes catedrales góticas del país.
Sin embargo, el proyecto se truncó a mediados de siglo XX, por tema económico.
El resultado es que si bien la cabecera e incluso las fachadas laterales tienen un estilo que recuerda las grandes catedrales de Francia, para la fachada occidental se decidió suspender el proyecto de incluir sendas torre-campanario, para dejar una controvertida, por no decir feísima, fachada.
Os dejo las fotos para que vosotros veáis el resultado.
Eso sí, echadle un vistazo a su interior, que merece la pena. Especialmente por sus capillas laterales y radiales.
También hay una maqueta de cómo era el proyecto inicial de la Catedral de Lille.
7. VIEUX LILLE
Vieix Lille o la Vieja Lille es el barrio medieval de la ciudad.
La verdad es que se trata de uno de los lugares con más encanto que ver en Lille, de manera que pasear por aquí resulta obligado.
Con sus fachadas de ladrillo y piedra y sus calles empedradas y peatonales, es un rincón de lo más agradable y donde encontraréis buenos lugares donde degustar la gastronomía regional como en Estaminet Au Vieux De La Vieille, donde nos encantó su riquísima carbonada flamenca.
También hay que echar un vistazo al Passage des Trois Anguilles. Con su poco más de un metro de anchura durante más de 100 metros, es una de las calles más estrechas de Europa.
8. CIUDADELA DE LILLE
Fue Vauban, el gran ingeniero militar francés, quien diseño la Ciudadela de Lille, por orden de Luís XIV.
Se ubica a unos 30 minutos a pie del centro de la ciudad y sigue acogiendo un regimiento militar, de manera que no se puede visitar su interior y solo los parques que la rodean.
De hecho, fue esto precisamente, lo que motivo que esta ciudadela no fuera incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad, como sí lo fueron 12 de sus obras, en 2008.
Como dije, sí que se puede visitar los exteriores de esta ciudadela pentagonal con baluartes en las puntas, formando una estrella, muy al estilo de las fortalezas medievales de la época.
9. MUSEO DE BELLAS ARTES
Se trata, muy probablemente, del más importante de los museos que ver en Lille.
Un museo que se ubica en el precioso Palacio de Bellas Artes de Lille, alzado en estilo Belle Époque a finales del XIX.
La colección de obras de arte del Museo de Bellas Artes de Lille, especialmente pintura y escultura, es notable, estando representadas la mayoría de las grandes escuelas europeas, así como todos los estilos desde el gótico (también hay una pequeña colección de antigüedades griegas).
Rubens, Goya, Jordaens, Van Dick, El Greco o varios impresionistas, incluyendo Monet, Manet y Van Gogh, tienen su espacio en el Museo de Bellas Artes de Lille.
Entre los escultores, destacan varias obras de August Rodin.
10. CAMPANARIO DEL AYUNTAMIENTO DE LILLE
Como en el caso del de Calais, también el Campanario Civil del Ayuntamiento de Lille está incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Fue construido a partir de 1924 en estilo art decó, después de que el anterior campanario fuera destruido durante la Primera Guerra Mundial.
Es altísimo, hasta el punto que con 104 metros de altura es el mayor de Europa.
Está permitido el acceso a su cima, pero sólo se admiten 18 personas cada 30 minutos, de manera que aunque lo intenté, no me fue posible. Seguro que las vistas desde arriba resultan espectaculares.
11. PUERTA DE PARÍS
Muy cerca del Campanario Civil encontramos la que fue una de las puertas de las murallas medievales de Lille.
Aunque la expansión del núcleo medieval se llevó por delante las murallas, esta monumental puerta a modo de arco de triunfo sí que ha llegado a nuestros días en perfecto estado.
La puerta conmemora las victorias militares de Luís XIV. Y concretamente, la anexión de Lille al Reino de Francia. De hecho, fue el propio monarca quien mandó construirla.
12. MUSEO DEL INSTITUTO PASTEUR DE LILLE
Especialmente interesante para médicos y sanitarios, el pequeño museo de la sede de Lille del Instituto Pasteur se centra en la vida y descubrimiento de los dos trabajadores más notables del lugar.
Fue aquí donde Albert Calmette y Camille Guérin desarrollaron la vacuna antituberculosa a partir de un bacilo que desde entonces es conocido como BCG o bacilo de Calmette y Guérin.
El museo conserva las capas originales del BCG, además de muchos utensilios utilizados para la fabricación de la vacuna.
13. ROUBAIX
Por último, unas pinceladas sobre Roubaix, una ciudad situada a apenas 10 kilómetros de Lille y a la que se accede fácilmente en metro desde el centro de Lille.
Merece la pena dedicarle al menos una mañana, para visitar la Grand Place donde se alza su precioso ayuntamiento y la iglesia de San Martín, gótica, aunque muy reconstruida.
También hay que visitar el Museo de Arte e Industria André-Diligent, conocido simplemente como La Piscina, por tener como sede la antigua piscina de estilo Art Déco de Roubaix, construida en los años 20 del siglo XX.
Los amantes del ciclismo tienen también una visita obligada en Roubaix: el viejo velódromo de la ciudad es la línea de meta de una de las pruebas ciclistas más famosas que se celebran cada año: la París-Roubaix.
Muy cerca, encontramos el último tramo de pavés que pisan los ciclistas antes de entrar en el velódromo. En el suelo, unas placas recuerdan los ganadores de esta clásica ciclista.
Y hasta aquí esta lista de lugares que ver en Lille, una ciudad del norte de Francia que os aseguro que merece la pena conocer.