Con suficientes atractivos que ver en Kashan, esta bella ciudad a medio camino entre Isfahan y Teheran, resulta una de nuestras últimas paradas de nuestro viaje a Irán.
Kashan merece una visita reposada. Entre sus tesoros, encontraremos varias viviendas palaciegas, un interesante bazar y un jardín que forma parte del Patrimonio de la Humanidad, al igual que otros jardines que hemos tenido la oportunidad de conocer al visitar Shiraz.
Sin embargo, la historia de Kashan se remonta a la antigüedad, puesto que en las cercanías de la ciudad se halla uno de los más antiguos zigurats que se conservan, de nombre Tappeh Sialk, que habría sido construido alrededor del año 2900 aC. Más antiguo que el zigurat, algunos restos arqueológicos cercanos tendrían una antigüedad de unos 7500 años.
Lo que confirma, por si había alguna duda, de que esta región fue fértil en civilizaciones pretéritas y que son muchos los monumentos que ver en Kashan, incluso remontándose a los albores de las civilizaciones.
KASHAN. EL ZIGURAT TAPPEH SIALK Y UN POCO DE HISTORIA.
Antes de visitar el centro histórico de Kashan tenemos la oportunidad de visitar el zigurat en cuestión. Cierto que hay que ponerle un poquito de imaginación para entender que ese montículo artificial se trata de una de las construcciones más antiguas que han llegado a nuestros días. Pero, a falta de poder visitar el zigurat Choga Zambil, en el Juzestán, que se conserva en mucho mejor estado, nos conformamos en visitar el zigurat de Kashan, correspondiente a la civilización elamita y que, desde luego, no nos deja indiferente.
Kashan es una zona relativamente fértil. Una suerte de oasis en medio de una zona semidesértica que se prolonga a lo largo de cientos de kilómetros. Motivo suficiente para que algunos monarcas, como el selyúcida Malik Shah I en el siglo XI, se fijara en esta localización mandando construir un fuerte, de nombre Ghal’eh Jalali, que se mantiene aún en pie. Posteriormente, también los reyes safávidas, que mantuvieron el control de Persia durante más de dos siglos a partir de 1501, construyeron en Kashan algunas de sus residencias. En concreto, Abás I el Grande, uno de los monarcas de mayor éxito militar, hizo construir el bellísimo Jardín Fin, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad como uno de los mejores ejemplos de jardín persa que se encuentran en todo el país.
JARDÍN FIN DE KASHAN, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
Es precisamente el Jardín Fin nuestro próximo destino en Kashan. Aquí podemos descubrir un mundo de pequeños (y no tan pequeños) estanques, delicados surtidores y fuentes, zonas ajardinadas con arboledas o bellos pabellones con cúpulas decoradas haciendo uso de la clásica delicadeza persa. Conocido es el arte que tenían los persas para el diseño de jardines. Un arte, en realidad, no exclusivo de los persas si no de todo el mundo musulmán. Ejemplos de ello los tenemos en Marrakech o en Granada, donde en el Generalife se encuentra algunos de los más bellos jardines del mundo.
Como expliqué, fue el Sha, Abás I el Grande quien mandó construir tan elegantes jardines, aunque los monarcas que siguieron al más importante de los reyes safávidas se encargaron de ampliarlo. El jardín, por cierto, está situado a las afueras de la ciudad de Kashan, en lo viene a ser una suerte de fortificación amurallada con torres esquineras incluidas.
QUE VER EN KASHAN. CENTRO HISTÓRICO.
Tomamos, ahora sí, camino al centro histórico de Kashan. Son varias las viviendas históricas que hay que ver en Kashan. Y nosotros tendremos la oportunidad de conocer dos de ellas: las casas Tabatabaei y Borujedis.
La Casa Tabatabaei es una de las más bellas viviendas históricas de Kashan. Se trata de la que fue la morada de un rico empresario dedicado al lucroso comercio de las alfombras.
Una mansión construida a mediados del siglo XIX, de 5000 metros cuadrados, que dispone de cuatro patios diseñados con bonitas fuentes, estanques y parterres. Las distintas estancias, que se sitúan alrededor del patio principal, se encuentran ricamente decoradas con pinturas, estucados, maderas nobles y cristales tintados. Hasta 40 habitaciones se encuentran dispersas entre las dependencias de la Casa Tabatabaei.
Tras ella, es momento de conocer otra de las viviendas históricas que hay que ver en Kashan, la casa Borujedis, que se localiza a muy poca distancia de la anterior. Es esta una mansión construida a partir de 1857 para la era la novia de Haji Mehdi Borujerdi, un rico comerciante de Kashan al que esposarían con una descendiente de la Casa Tabatabaei, precisamente. Los Borujedis, por cierto, eligieron al mismo arquitecto de la Casa Tabatabaei, Ali Maryam Kashani, para que diseñara la suya. 150 artesanos tardaron 18 años en completar la tarea.
El diseño de esta vivienda es semejante a la Tabatabaei, pues se dispone alrededor de un patio rectangular. Las diferentes estancias están nuevamente decoradas con extrema sutileza, como era habitual en arte persa de la época. Una vez más, no puede faltar el estanque situado en medio del jardín. Las bellísimas pinturas murales son obra de Kamal-ol-Molk, artista de la corte real.
Uno de los elementos que han hecho especialmente famosa esta mansión es que presenta tres torres eólicas que se encargan de refrigerar la vivienda y que están construidas en piedra, ladrillo cocido al sol y una masa compuesta de mortero, paja y arcilla.
Os dejo con algunas fotos para que os hagáis una idea de la belleza de la mansión.
MEZQUITA AGHA BOZORG DE KASHAN.
La siguiente parada nos lleva a una bellísima mezquita que hace también las funciones de madrasa, es decir, de escuela coránica. Se trata de la mezquita Agha Bozorg, una construcción de curioso diseño, pues en el patio central de la misma existe un segundo piso, que queda por debajo de planta la principal. Este piso inferior dispone de un estanque central de formas poligonales y cuatro pequeños parterres arbolados. Alrededor de este patio central inferior se disponen una serie de estancias, a las que no podemos acceder y que suponemos que son las dedicadas a los escolares.
La mezquita, construida a finales del siglo XVIII, dispone de dos grandes iwanes. El primero es el de la entrada, mientras que el segundo es el que queda enfrente del minhrab, que se culmina con una bóveda de ladrillo y que dispone de dos minaretes. Aunque la decoración no es tan espectacular como la que hemos podido disfrutar en las mezquitas de Isfahan, la verdad es que es también una pequeña y delicada maravilla. El clásico vidrio esmerilado persa decora parte de los iwanes y los bellos minaretes.
Visitada la mezquita madrasa de Agha Bozorg, aún tenemos tiempo para perdernos durante un rato por el bazar de Kashan, uno de los más bellos de Iran. Desde luego, con suficientes monumentos, bazares, mezquitas y jardines que ver en Kashan, esta ciudad debe ser incluida en cualquier viaje a Irán.
Comentarios:
24 comentarios en “Que ver en KASHAN, IRAN. Mezquitas y jardines de ensueño.”
Tomo nota, Iran es uno de los destinos que tengo pendientes y este artículo me ha parecido muy útil.
La verdad es que no conozco a ningún viajero al que Irán le haya decepcionado. Un saludo, Ivan!
Cierto, por eso tengo tantas ganas 🙂
Impresionante la mansión, y preciosos jardines. Espero conocerlo algún día!
Irán merece muchísimo la pena!
jejeje, se lo merece!