Visitar Potsdam supone una de las excursiones de un día desde Berlín más interesantes que se pueden realizar. Situada a menos de media hora de la capital alemana, la ciudad de Potsdam ha sido incluida dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad gracias al enorme legado artístico y cultural que atesora. Como dato, comentar que la propia web de la Unesco justifica la inclusión en la lista del Patrimonio Mundial debido a las 500 hectáreas de parques y las 150 edificaciones palaciegas que se encuentran dispersas en esta ciudad.
A ello, se le une el enorme legado histórico de la ciudad, incluida la Conferencia de Potsdam, de 1945, donde las grandes potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial llegaron a todo tipo de acuerdos que incidirían directamente en el devenir de Europa para los siguientes 50 años. Vamos, que hay mucho que ver y que hacer en Potsdam, de manera que vale la pena dedicar un día a entero a esta visita.
POTSDAM, EN UNA BREVE PINCELADA HISTÓRICA
Aunque se sabe que Potsdam habría sido fundada por la tribu eslava de los Poztupimi durante el siglo VII, la población no dejo de ser un pequeño burgo de menos de 2000 habitantes hasta finales del siglo XVI. Eso sí, con denominación de ciudad desde 1345.
Sin embargo, a partir de 1660, la importancia de Potsdam aumenta exponencialmente cuando Federico I de Brandenburgo decide construir una residencia de caza en la población. El mismo Federico Guillermo, rey de Prusia, decreta el 1685 el Edicto de Potsdam donde se explicita que el reinado de Prusia se compromete a acoger a los inmigrantes franceses obligados a exiliarse del país galo por /span>
razones religiosas (esgrimidas en el edicto promulgado por el rey francés Luis XIV el mismo año). El crecimiento incide en el florecimiento económico de la población así como en su propio crecimiento.
Durante el siglo XVIII, y ya en época de Federico II de Prusia, hijo del anterior, la ciudad se convierte en Residencia Real. La mayoría de grandes edificios reales que hay que ver en Potsdam pertenecen a esta gloriosa época, como los Palacios de Sanscouci y Nuevo.
Es por este motivo que algunos de los acontecimientos más importantes de Europa de los últimos 150 años tienen lugar en Potsdam. Por ejemplo, la declaración de Guerra de 1914, tras el asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria a manos Serbias, en Sarajevo o la Conferencia de Potsdam de 1945 donde los líderes vencedores de la Segunda Guerra Mundial decidieron el futuro de los vencidos y de toda Europa para las siguientes décadas.
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QUÉ VER EN POTSDAM EN UN DIA
CAMINO DE LOS PALACIOS REALES
Tras llegar a Potsdam procedentes de Berlín iniciamos nuestro trayecto hasta la zona donde se localizan los distintos palacios reales de Potsdam. Antes, sin embargo daremos una pequeña vuelta por el centro histórico de Potsdam.
Nuestro primer objetivo es el conocido como Barrio Holandés o Holländisches Viertel. Uno entiende enseguida porque recibe este nombre, pues los casi 130 edificios construidos en obra vista durante el siglo XVIII nos recuerdan a los que se pueden ver en muchas de las poblaciones de los países bajos.
Buscamos enseguida la Calle Brandenburgo que es la más animada del centro de la ciudad y que desemboca en la Puerta de Brandenburgo, homónima de la de Berlín, aunque menos monumental que aquella. Sin embargo, aunque su color amarillo nos puede hacer pensar que es este un Arco del Triunfo bastante moderno, su construcción data de 1770 por orden de Federico II. La Puerta conmemora el final de la Guerra de los Siete Años, un conflicto donde tomaron parte multitud de potencias europeas incluida, lógicamente, Prusia.
PARQUE DE SANSSOUCI Y PALACIOS REALES DE POTSDAM
Desde la Puerta de Brandenburgo no tardamos ni diez minutos en llegar a la enorme extensión de terreno que supone el Parque de Sanssouci, de casi 300 hectáreas de extensión. Es aquí donde se localizan la mayoría de palacios reales prusianos, incluidos el Palacio Nuevo y el de Sanssouci.
Es precisamente el Palacio de Sanssouci el primero que nos encontraremos. Era este el Palacio de verano de Federico II de Prusia. Se trata, en cierta manera, de un conjunto de pabellones, más allá del palacio principal, que representan uno de los momentos cumbre del arte rococó.
El palacio principal, situado en lo alto de una terraza, es bello y armónico aunque mucho más simple que palacios como el de Versalles o el de Herrenchiemsee, en Alemania, por ejemplo. Se trata de un edificio de una sola planta, con dos alas laterales, pintado casi por completo de color amarillo. La parte central está culminada por una cúpula algo achaparrada. No hay que perder de vista los bellos atlantes y cariátides que decoran la fachada principal. En el palacio de Sanssouci se localiza una preciosa Galeria de Pintura o Pinacoteca. Nuestro cuadro preferido es la Duda de Santo Tomás, de Caravaggio. Tenemos el mal vicio de ir buscando los distintos Caravaggios (y también Vermeers) que hay repartidos por el mundo entero y este no podíamos dejar de visitarlo.
Nuestro siguiente objetivo es el Palacio de la Orangerie. Toda esta zona del Parque de Sanssouci tiene un carácter eminentemente romántico con lo que vendrían a ser reproducciones de ruinas antiguas así como de paisajes bucólicos con molinos de viento de madera incluidos. El Palacio de la Orangerie fue construido a mediados del siglo XIX, en pleno romanticismo, por orden de Federico Guillermo IV. El estilo recuerda a los palacios renacentistas italianos, como si el monarca prusiano quisiera emular a los Médici.
Antes de acercarnos al segundo de los grandes palacios de Sanssouci nos acercamos a otro de los edificios que hay que ver en Potsdam. Se trata del pequeño y delicado Pabellón Chino. Fue construido a modo de casa de te china a mediados del siglo XVIII en un momento que el gusto por lo chino estaba bastante en boga. En no pocos palacios reales de la esplendorosa época del barroco hemos encontrado pequeños pabellones de este tipo e incluso también, estancias en el interior de los propios palacios decoradas al estilo de la chinoiserie.
Ahora sí, nos encaminamos hasta el Neues Palais o Palacio Nuevo, el segundo de los grandes palacios reales que hay que ver en Potsdam.
Fue también Federico II quien mandó construir el Palacio Nuevo. Los trabajos de edificación duraron de 1763 a 1769. Se trata del clásico palacio barroco que casi todos los grandes monarcas de la época ansiaban construirse. El monarca estaba exultante por el final de la Guerra de los Siete Años de la que Prusia había salido vencedora de manera que no reparó en gastos para la construcción de su humilde morada.
La fachada de doscientos metros de ancho y tres pisos de altura termina con dos alas situadas a ambos lados de la edificación. El diseño es una mezcla de clasicismo y barroco. La fachada, de color rojizo, es culminada por una enorme cúpula que no pasa desapercibida.
Hay que decir que solo pudimos visitar los exteriores del palacio así como sus jardines dado que el día en que nos acercamos a Sanssouci estaba cerrado. Mala suerte esta vez.
EL NEUER GARDEN Y EL CECILIENHOF
Un larguísimo paseo nos llevará desde el Palacio Nuevo en el Parque de Sanssouci hasta el Palacio de Cecilienhof que se ubica en el Parque Neuer, a orillas de un conjunto de lagos. Son casi cinco kilómetros que nos tomamos con calma.
Antes, sin embargo paramos en la que es conocida como la Colonia Rusa de Potsdam o Alexandrowka. Se sabe de la relación de amistad entre Federico Guillermo III y el Zar Alejandro de Rusia. De esta relación surgió esta pequeña colonia rusa que cuenta con una bella y vistosa iglesia ortodoxa de cúpula acebollada. C
omentar que toda esta zona forma parte, también, de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. La verdad es que ya pocos rusos viven en esta colonia, sin embargo pasear por aquí, entre estas lindas casitas de estilo ruso con su propio jardín, es una delicia.
Enseguida entramos de lleno en el Parque Neuer pasando por delante del Palacio de Mármol que no visitamos. Nuestro objetivo está casi al final del parque y es el llamado Cecelienhof. Es este otro de los edificios que hay que ver en Potsdam puesto que su significado histórico es más que relevante. Fue en este palacio, con tintes de gran casa en medio de la campiña, el último de los palacios que construyó la poderosa familia de los Hohenzollern que controló los designios del país durante siglos y de la que ya os hablamos en nuestro post sobre el Castillo de Hohenzollern.
Su estilo está influenciado por la arquitectura Tudor y fue terminado en 1917. Pero si por algo tiene importancia el Cecilienhof es porque fue aquí donde tuvo lugar la Conferencia de Potsdam durante la segunda quincena de julio de 1945. Los líderes mundiales ganadores de la Segunda Guerra Mundial, Stalin, Churchill y Truman se reunieron para decidir temas tan importantes para los siguientes 50 años como el repartimiento de Alemania entre las potencias vencedoras o los términos de la rendición japonesa. Lo que no explicó Truman es que menos de una semana después de terminada la conferencia, Estados Unidos lanzaría sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, poniendo fin a la participación de la ya muy debilitada Japón y perpetrando uno de los asesinatos masivos más vergonzosos de la historia de la humanidad.
El Palacio de Cecilienhof está actualmente museizado, aunque también funciona como hotel. El lugar es francamente idílico y desde luego, forma también parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Esta visita pone fin a nuestro paseo por esta ciudad. Desde luego, son muchos los lugares que ver en Potsdam, de manera que la excursión desde Berlín merece de un día entero. Os emplazo ahora a este post, donde os contamos las visitas más importantes que se pueden hacer en Berlín.
Comentarios:
13 comentarios en “Que ver en Potsdam en 1 día. Excursión desde Berlín.”
Precioso lugar que no conozco. ¡Qué pecado! Buena excusa para retornar a Berlín, una de mis ciudades favoritas.
Así es. Muy buena excusa. Y te digo una cosa: alárgalo 2 días más y acercate a Dresden, Cristina.
Cuando estuvimos en Berlín conocimos a un amigo en el hostel que nos dijo «visitad Postdam, vale la pena»… ¡y vaya suerte! ¡que gran error hubiera sido perdérnoslo!
buenas tardes,
la semana próxima viajamos a Berlin y queremos ver Potsdam Mi marido no puede andar durante mucho tiempo por una operación de cadera por lo que agradeceré me puedan indicar si desde la estación hay que andar mucho para ver el centro histórico y estos maravillosos palacios distan mucho unos de otros.
gracias.
Hola Tina, gracias por pasarte por aquí.
Desde la estación de tren hasta el Palacio de Sanssouci hay unos tres km de camino. Luega toca caminar algo más para llegar hasta el Palacio Nuevo (unos 2 km de ida y otros 2 de vuelta). Y si quieres visitar los otros lugares, pues algo más. Desde luego, si lo queréis visitar más o menos bien, los 15 km no os los quita nadie.
Creo que el bus turístico sí que para en todos estos lugares y se puede tomar en la estación. Aquí está el enlace para encargarlo.
Me viene genial el post porque este año por fin conoceré Berlín. Espero pasar unos días, así que la ruta que comentas para pasar el día me la apunto. ¡Me ha parecido todo precioso!Saludos Jordi!