Yaxhá es uno de los recintos arqueológicos mayas menos conocidos de centroamérica pero no por eso menos interesante. Situado a solo unos setenta kilómetros de la población e isla lacustre de Flores, que sirve de base para visitar las fabulosas ruinas de Tikal, el Parque Arqueológico de Yaxhá queda eclipsado por la merecida fama de su hermano mayor. De esta manera, no es extraño que los viajeros pasen por alto el Parque Arqueológico de Yaxhá para centrarse únicamente en el de Tikal, uno de los más fabulosos del mundo maya y gran joya arqueológica de la selva del Petén.
Sin embargo, durante nuestro viaje a Guatemala decidimos reservarnos una segunda jornada en Flores para poder visitar, también, las ruinas mayas
Yaxhá fue una bastante importante población maya correspondiente al periodo clásico de esta civilización. Fue construida en la densa selva que se sitúa justo a orillas de la laguna Yaxhá. En realidad, el topónimo Yaxhá significa precisamente esto: agua y verde, haciendo referencia a la laguna y a la selva. de Yaxhá.
Las ruinas de Yaxhá forman parte del más amplio Parque nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo, una área de 351 kilómetros cuadrados que no solamente protege el parque arqueológico de Yaxhá si no también los yacimientos de Nakum, Naranjo y Tapoxté y el ecosistema que los rodea, con todo tipo de bosques, ríos y lagunas.
Es esta conjunción entre arqueología y naturaleza uno de los alicientes de los yacimientos que hemos tenido la oportunidad de visitar tanto en Guatemala como en Bélice (como el maravilloso Lamanai). En este sentido, nos ha recordado bastante nuestra experiencia en el Parque Arqueológico de Palenque, también rodeado y fagocitado por la espesura de la selva.
Es una pena que pese a la existencia de más de medio millar de estructuras que comprenden el Parque Arqueológico de Yaxhá, bien pocos visitantes lleguen al mismo.
Tampoco ayudan las infraestructuras creadas para ello, con una carretera en no muy buen estado y con escaso transporte público disponible. Y en realidad, quizá sea ello uno de los alicientes de Yaxhá, pues el viajero acaba recorriendo estas fabulosas ruinas mayas casi en solitario lo que, francamente se agradece. Y quizá sea precisamente por esta soledad de la que hablo que el parque está especialmente colonizado para varias familias de monos araña que no se inmutan durante nuestra presencia. También durante nuestro recorrido no dejamos de oír los gritos de un mono aullador especialmente activo a primera hora de la mañana. Finalmente lograremos localizarlo también.
VISITA AL RECINTO DE YAXHÁ
Salimos de Flores a primera hora de la mañana, de manera que sobre las 9 hemos llegado al Parque Arqueológico de Yaxhá. Aunque son poco más de 70 kilómetros los que separan Flores del yacimiento hemos tardado casi 2 horas en completar el recorrido hasta el parque arqueológico de Yaxhá.
Enseguida nos damos cuenta de la quietud de parque. Se oye el silencio. Y se oyen los distintos ruidos de la naturaleza. Particularmente de las distintas aves que han hecho de Yaxhá su hábitat natural. También los gritos de un mono aullador. Sonido este que no nos dejará durante casi toda la visita.
La espesura de la selva ha fagocitado, literalmente, un buen número de estructuras, de manera que no dejaremos de cruzarnos con distintos túmulos que esconden las venerables piedras de esta ciudad maya de la época clásica.
Una serie de pasarelas de madera facilitan el deambular del visitante en los puntos donde el terreno se convierte en más dificultoso.
A través de la llamada Calzada Lincoln y tras pasar por el Complejo Astronómico Menor, una bella pero no muy esbelta pirámide localizada en la llamada Plaza C, hemos llegado al Juego de la Pelota, el lugar donde se disputaba este acontecimiento a medio camino entre el deporte y el ritual (quizá más cercano a lo segundo). Es más pequeño que otros que hemos tenido la oportunidad de visitar, como el de Chichen Itzá. Quizá se asemeje bastante al de Copán en Honduras.
Llegamos al Gran Complejo Astronómico o Plaza F. Debemos subir por unas escaleras de madera para alcanzar la cúspide de la estructura, una pirámide completamente fagocitada por la vegetación y que está pendiente de excavación. Las vistas de Yaxhá son francamente bellas y nos permiten comprender la simbiosis entre selva y ruinas mayas.
Es aquí donde nos cruzamos con un grupo de varios atletas que están realizando una carrera de fondo por estas tierras. No son muchos, la verdad, de manera que la calma y quietud no se rompe en momento alguno, pero quedamos asombrados por el esfuerzo de estos valientes cuyo recorrido no se limita a pasear entre las ruinas si no a ir subiendo, además, a lo alto de las distintas estructuras del Parque arqueológico de Yaxhá. Todo ello con un calor sofocante y un grado de humedad nada despreciable.
Uno de los lugares más extraordinarios de Yaxhá es el de la Acrópolis Norte. Es este un grupo de tres templos que rodean una plaza central. La verdad es que la escena es aquí impactante. No dudamos en subir a lo alto de una de las pirámides para disfrutar de las bellas vistas sobre la plaza y sobre todo el conjunto arqueológico de Yaxhá. Es aquí donde localizamos una familia bastante extensa de monos araña. En la plaza de esta Acrópolis Norte un par de arqueólogos hacen volar un dron con el que obtienen, a buen seguro, unas espectaculares imágenes aéreas del complejo.
A poca distancia de la Acrópolis Norte y unida a esta por la calzada Blom llegamos enseguida al Grupo Maier, en la conocida como Plaza de las Sombras, que también está formado por tres pirámides.
Antes de dejar el parque arqueológico nos dirigimos hasta la Acrópolis Este. Mientras nos dirigimos a ella, por la Calzada Este, y tras pasar nuevamente por delante del Juego de la Pelota, nos cruzamos con una viajera danesa asustada y sudorosa por los gritos que de aquella zona llegan. Le explicamos que se trata de un mono aullador y se relaja un poquito. Justo antes de llegar a la Acrópolis Este lo localizamos en lo alto de uno de los árboles del recinto.
La Acrópolis Este del Yacimiento de Yaxhá es otro lugar apasionante, menos restaurado que el de la Acrópolis Norte. Aquí se encuentra el Templo de las Manos Rojas, una pirámide de varios pisos con una escalera en su zona central. Sin embrago, esta escalera no es practicable, de manera que para subir a lo alto se han habilitado, nuevamente, una suerte de pasarelas y escaleras de madera. Las vistas del yacimiento y, particularmente, de las lagunas adyacentes al mismo, son preciosas desde lo alto del Templo de las Manos Rojas.
Regresamos al parking por la Calzada de los Peregrinos, tras pasar por delante de la Plaza de las Columnas y, nuevamente, por delante del Complejo Astronómico Menor. Hemos realizado el recorrido un pelín desorganizados, pero parece que habremos visto lo más importante de recinto.
Así termina nuestra visita al Parque Arqueológico de Yaxhá. No es de extrañar que haya quien lo llame la pequeña Tikal. Lejos del bullicio y el relativo turismo de masas del gran parque de Guatemala (muy relativo, como digo), Yahxa es un lugar que permite disfrutar del mundo maya y de la naturaleza en casi completad soledad. Una visita de unas dos horas que supone un complemento ideal al Parque del Tikal.
Comentarios:
21 comentarios en “YAXHÁ. La gran joya maya escondida del Petén en Guatemala.”
¡Qué maravilla y qué tranquilidad! Eso de no estar rodeado de turistas por doquier se agradece. Lo de poder visitar un lugar «virgen» o casi y si además es de estas características, mucho mejor. Le tengo ganas a Guatemala desde hace años y con este post han crecido mucho, mucho.
Gracias.
Así es. Desde luego, cuando un lugar está a petar de turistas por algo será. es decir, que no por ello hay que perdérselo. Pero se agradece encontrarte con estas pequeñas joyas escondidas que poca gente visita.
Un beso Cris!
Gracias Jordi por acercarnos este sitio tan espectacular! A nosotros nos encanta visitar los sitios intentando evitar las horas punta o como en este caso poder disfrutar de esa maravilla, un poco fuera de ruta, prácticamente solos!
Asi es Fernando. Evitando las aglomeraciones es cuando más se disfruta de los lugares. Aunque a veces esto es casi imposible. Por suerte Yaxhá está casi siempre muy tranquilo. Y que dure!
YAXHA ES UN LUGAR MAGICO Y SOLITARIO, ME GUSTO TANTO QUE PASE UN DIA COMPLETO EN EL.
PARA QUIENES VIAJAN DE MOCHILEROS HAY UN AREA DE CAMPING JUNTO A LA LAGUNA DE LA ENTRADA AL PARQUE.
ESPERO PODER VISITARLO NUEVAMENTE Y DISFRUTAR DE TANTA BELLEZA Y DE LA VISTA DE LOS LAGOS DESDE LA CIMA DE LA ESTRUCTURA PRINCIPAL.
MI PROYETO A FUTURO ES VISITAR EL MIRADOR!
Así es. Se agradece poder disfrutar de estos lugares mientra oyes únicamente el sonido de un tucan o los gritos de los monos. Verdaderamente imprescindible y, sin embargo, bien poco visitado.
Un beso Cristina!