
Bellinzona es la capital, y la ciudad más importante, del cantón del Ticino, uno de los 26 que componen el país helvético.
A menudo se habla del Ticino como la Suiza italiana, por ser este idioma el oficial del cantón. De hecho, es el único de las regiones suizas donde el italiano es la única lengua oficial.
Llegamos a Bellinzona procedentes del Valle de Aosta, en Italia, para visitar esta pequeña ciudad especialmente famosa por sus murallas y castillos, incluidos en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Hay que decir que más allá de este sistema de fortalezas, los lugares más importantes que ver en Bellinzona se pueden visitar en apenas unas horas, de manera que media jornada debería ser suficiente para conocer lo esencial de esta ciudad.
DÓNDE DORMIR EN BELLINZONA
Nosotros nos alojamos en un muy buen apartamento, el B&B ILIEN, situado frente a la estación ferroviaria, a cinco minutos a pie del centro histórico y con el desayuno incluido.
Fue muy buen opción con una relación calidad-precio estupenda, teniendo en cuenta los precios habituales de Suiza.
QUÉ VER EN BELLINZONA
Estos son los lugares más importantes que ver en Bellinzona. Como digo, dedicamos solo una mañana a visitar la ciudad, aunque lo adecuado sería quedarse en ella un día entero.
1. CASTELGRANDE
El Castelgrande es uno de los tres castillos medievales que ver en Bellinzona. Podéis comprar la entrada para un solo castillo o un pase conjunto que permite la visita a las tres fortalezas.
Situado sobre una colina rocosa, domina la ciudad desde lo alto, de manera que desde la fortaleza se obtienen unas fabulosas vistas panorámicas, con la ciudad a los pies y las otras fortalezas, en frente.
El origen del Castelgrande se remonta a la época romana, aunque gran parte de su estructura actual data del siglo XIII al XV.
En su momento, se trató de una fortaleza estratégica de gran importancia para controlar el acceso a los Alpes. Justo al Castillo de Montebello y el Sasso Corbaro, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000.
Ahora restaurado, el castillo alberga hoy un museo, exposiciones y espacios para eventos culturales.
Durante nuestra visita pudimos visitar una exposición dedicada al certamen suizo de fotoperiodismo.
Además, merece la pena subir a lo alto de las torres blanca y negra, para disfrutar de las vistas panorámicas de los alrededores. Eso sí, como véis, el día no resultó precisamente idílico,con una niebla bastante baja que entorpecía las vistas.
Castelgrande es solo una de las tres fortalezas de Bellinzona incluidas en la lista del Patrimonio Mundial.Aunque las otras dos no están en el centro histórico, merece la pena acercarse hasta el Sasso Corbaro o Castillo de Santa Bárbara, situado a apenas tres kilómetros, en un montículo frente al casco antiguo. Este castillo es de finales del siglo XV.
Más cerca queda el Castillo de Montebello o de San Martín (a apenas 1 km del centro), que fue alzado tras el Castelgrande sobre un acantilado rocoso. Hoy alberga las secciones de arqueología y de historia del Museo Cívico de Bellinzona.
2. COLEGIATA DE SAN PEDRO Y SAN ESTEBAN
Este templo dedicado a San Pedro y San Esteban, es el principal edificio religioso que ver en Bellinzona.
Su construcción comenzó en el siglo XV sobre una iglesia anterior románica, aunque el templo que ha llegado a nuestros días es de estilo renacentista con elementos góticos y barrocos. Merece la pena echarle un vistazo.
3. PIAZZA NOSETTO
Espacio público de origen medieval, se trata de la plaza más antigua de Bellinzona, pues ya estaba formada entre los siglos XI y XII.
En cualquier caso, se trata de un espacio más bien de tamaño reducido, aunque en el llaman la atención varios edificios históricos, como el Palazzo Ghiringhelli, luego llamado Albergo del Cervo, con su cartel de estilo rococó sobre la entrada.
4. PALACIO CÍVICO
El Palacio Cívico es el principal edificio Civil que ver en Bellinzona, más allá de su sistema de fortalezas.
El Palazzo Civico es la sede del Ayuntamiento y un símbolo de la administración local.
Construido entre 1921 y 1929, este precioso palacete situado en el casco histórico de Bellinzona, combina elementos del renacimiento lombardo con detalles decorativos modernos. Su fachada destaca por el uso del mármol y los arcos elegantes.
Su patio interior es de acceso libre y cuenta con frescos, columnas y galerías que evocan el estilo de un palacio renacentista italiano, aunque lo cierto es que este tiene apenas un siglo de historia a sus espaldas.
5. IGLESIA DE SANTA MARÍA DELLE GRAZIE
Después de pasar por la bonita Plaza de la Independencia, salimos de lo que es propiamente el centro histórico para visitar dos de las iglesias más bonitas que ver en Bellinzona.
Llegamos a ellas después de pasear unos diez minutos por de Vía Lugano.
Aunque Iglesia de Santa María delle Grazie puede parecer bastante austera, merece la pena visitar el interior de este templo de finales del siglo XV, por el precioso conjunto de frescos existentes, perfectamente restaurados.
Destaca una escena de la Crucifixión, pero también hasta otros 15 frescos que ilustran la vida de Cristo.
6. IGLESIA DE SAN BIAGGIO
El último lugar que visitamos en Bellinzona fue la iglesia de San Biagio, situada a apenas cinco minutos de la anterior, también de exterior bastante austero.
La Iglesia de San Biagio es una de las más antiguas de la ciudad, con orígenes entre los siglos XII y XV, posiblemente sobre antiguos templos del siglo VII.
En la fachada de piedra presenta un monumental fresco de San Cristóbal del siglo XIV, obra del “Maestro de San Biagio”. En muchas iglesias del Ticino observamos la existencia de frescos en la fachada.
También en el interior hay varios frescos de interés, como los de los santos Ágata y Bartolomé, además de una Virgen con Niño de 1520.
Estos son los lugares más importantes que ver en Bellinzona, la capital de la Suiza italiana y la ciudad más bonita del cantón del Ticino.