¿Vale la pena visitar la Laguna Azul o Blue Lagoon? ¿Es la laguna azul, realmente, uno de los imprescindibles de un viaje en Islandia? ¿Cuánto cuesta visitarla? La Laguna Azul, más conocida por su nombre en inglés, Blue Lagoon, a poco más de treinta kilómetros de Reikiavik, es uno de los lugares más turísticos de Islandia y parece que su visita sea una especie de ritual imprescindible durante un viaje a la isla más salvaje de Europa.
Lo que pasa es que los servicios en Islandia no son nada baratos y uno termina por preguntarse si realmente vale la pena pagar los, como mínimo, 50 euros que cuesta la entrada. Vayamos por partes.
NOVEDAD. Desde hace poco tiempo es posible CONTRATAR EXCURSIONES DESDE REYKIAVIK desde España. Algunas de ellas son con guía en español. Dado que el alquiler de un coche es caro, puede ser una manera de viajar algo más barato a Islandia.
Estas son las opciones más interesantes:
¿QUÉ ES LA BLUE LAGOON O LAGUNA AZUL?
La Blue Lagoon de Islandia no es una piscina convencional. De estas hay varias en Reykjavik, son muy económicas y de aguas termales y suponen una buena opción para pasar un rato en caso de viajar con niños. La Laguna Azul es diferente. Aunque a menudo se anuncia la Blue Lagoon como un balneario geotermal, tampoco se puede decir exactamente que sea un balneario, aunque es cierto que se oferecen tanto masajes como otros tratamientos de belleza y pseodosanitarios.
En realidad la Blue Lagoon aprovecha las aguas residuales de una planta de energía geotérmica para llenar una serie de balsas que se disponen a modo de piscinas naturales, que situadas en un entorno envidiable, hacen que a primera vista, puedan suponer uno de los más bonitos lugares del mundo para tomar un baño. Claro, que también tiene algunos inconvenientes, a los que luego me referiré.
La Laguna Azul, que vimos por primera vez desde el aire, antes de que nuestro avión procedente de Bristol aterrizara en Keflavik, está situada en un precioso entorno, rodeado de múltiples campos de centenaria lava. Según explican, de lava con 800 años de antigüedad.
La tierra está viva en Islandia y son varios las fuentes y las plantas de energía geotérmica en todo el país. Con todo ello, las aguas de la Laguna Azul, que se mantienen a una temperatura superior a los 38 grados de temperatura, son muy agradables para el baño, aunque fuera de la piscina la temperatura pueda estar bajo cero. Estas aguas son ricas en silicio y en microalgas, las cuales les da un precioso color azul, que es el que da nombre a la laguna.
¿CUANDO CUESTA VISITAR Y BAÑARSE EN LA BLUE LAGOON DE ISLANDIA?
Lo que pasa es que la Laguna Azul se ha convertido en una de las atracciones turísticas más importantes de Islandia y en, casi, un rito por el que todo turista debe pasar antes de abandonar el país. Y eso, claro, ha acabado por subir los precios en un país donde el coste de la vida ya es, en general, enormemente caro.
Son varias las tarifas existentes en la Laguna Azul, según los servicios contratados, pero los más baratos parten de los 45 euros (precios de 2017). Con esto tienes derecho a la entrada más básica, la que permite la entrada a la gran piscina, además de las más pequeñas y la sauna. Otros paquetes que incluyen el alquiler de la toalla y una bebida ya ascienden a 65 euros. Todo ello, precios para la reserva anticipada por internet, pues una vez allí, es 5 euros más caro. Comento además, que en caso de no reservar anticipadamente, lo habitual es que en temporada alta esté llena y no queden plazas libres. Esto es lo que nos pasó el primer día de estancia en Reikiavik, y suerte que lo miramos antes de ir, que si no hacemos el trayecto hasta la Blue Lagoon en balde y no nos podemos ni remojar. El problema de la reserva anticipada por internet, es que en un país con una meteorología tan volátil y a menudo, adversa, es un riesgo. En cualquier caso, si vais disponéis de alquiler de coche en Islandia podéis ir por vuestra cuenta. Y si no, podéis contratar un paquete desde Reykiavik.
NUESTRA EXPERIENCIA EN LA LAGUNA AZUL. ¿VALE LA PENA VISITAR BLUE LAGOON?
Llegamos a la Laguna Azul procedentes de los fiordos del norte de Islandia. Tenemos hora a las 6 de la tarde y por suerte, hace muy buen tiempo.
Cuando llegamos a la Laguna Azul, el parking está lleno de coches y también de muchos autobuses. Nos sorprende ver tanto movimiento ahora que el viaje se acaba pues durante toda la vuelta a la isla casi no hemos encontrado turistas. Ahora ya sabemos donde se encontraban.
La magnitud del negocio se multiplica cuando entramos en el hall y vemos que hay cola para comprar los tickets. Por suerte, los que ya los tenemos pasamos por otra cola y enseguida nos ponen la pulserita y nos explican las normas.
Los carteles nos explican claramente lo que ya sabíamos de cuando estuvimos en las piscinas públicas. Antes de entrar al agua, hay que ducharse y hacer especial hincapié con el lavado del cabello, las axilas, los genitales y los pies.
Nos ponemos el bañador y vamos hacia la piscina y la primera impresión es de frío. Los 13 grados del exterior no dan para demasiadas alegrías por más solecito que haga. De modo que dejamos las toallas donde podemos y vamos, casi a galope, al agua, que está fantásticamente calentita, como nos gusta a nosotros.
El agua es de un azul cielo deslumbrante, producto de las sales y también de las algas que colonizan la piscina y que, al parecer, son tan beneficiosas para el reuma y también para la piel. El cierta manera, es todo bastante semejante a los Nature Baths del lago Myvatn, pero a mayor escala (y desde luego, bastante más caro).
La piscina, en el lugar más profundo, hace un metro y poco de profundidad, y en seguida vemos, que aparte de algas, también está colonizada por decenas de guiris, que como nosotros, han tenido la misma idea. Laguna Azul es una experiencia divertida, pero que nadie se piense que además es relajante y solitaria. Cuando el número de asistentes se multiplican a 45 o más euros la pieza, se intenta meter a tantos turistas como sea posible. Porque sólo hay que dar un vistazo a los que asisten a la sesión para darse cuenta que sus caras no son, mayoritariamente, de islandeses.
Si algún día, la Blue Lagoon fue un lugar de relax para los islandeses, ese día queda bastante lejano, al menos en verano.
Otro de los rituales que no podemos pasar por alto es el de embadurnarnos la cara con unas sales semilíquidas de barro de silicio, que tienen propiedades exfoliantes y que dejan la piel más o menos suave. Hacemos dos sesiones de éstas. Hay que esperar a que el barro se solidifique y después, nos zambullimos para sacárnoslo. No queda claro si es la madre o el hijo los que disfrutan más de las mascarillas, pero lo cierto es que nos cuesta bastante que Marc entienda que con un par de veces, ya es suficiente.
Estamos en la piscina más de una hora y cuando ya tenemos los dedos bien arrugados, nos vamos un rato a la sauna. También existe la posibilidad de tomar alguna bebida en la misma piscina, gracias a un bar que las ofrece en la misma pileta, como si de una piscina de un hotel del caribe se tratara. Los precios, aceptables tratándose de Islandia. Cuando ya tenemos bastante, nos vamos, pero la verdad es que no hay límite de tiempo y, en verano, la Laguna Azul no cierra hasta las 10 de la noche.
Y eso es lo que da de sí la famosa Blue Lagoon, una de las experiencias que parecen imprescindibles en un viaje a Islandia. Ahora bien, ¿vale la pena pagar los casi 50 euros que cuesta la experiencia? Pues responderé lo mismo que cuando se me pregunta de si vale la pena subir al Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, en Dubai. A pesar de la masificación y aunque, hoy por hoy, la Laguna Azul es una experiencia dedicada al disfrutar, casi de forma exclusiva, del turista, si 50 euros no serán importantes para uno, a lo largo de su vida, y no le impedirán de hacer cosas más importantes, entonces sí que vale la pena, durante un viaje a Islandia aunque sea en formato barato, visitar y disfrutar de la Laguna Azul o Blue Lagoon.
CONSEJO. ¿VAS A VISITAR LA LAGUNA AZUL? RESERVA ANTES!!!
Como dije si visitas la Laguna Azul sin rerserva previa lo habitual es que no puedas entrar (nosotros no pudimos ir el día que deseábabos por este motivo). Por lo tanto, si vas a visitar la Laguna Azul, sobretodo entre junio y septiembre: RESERVA ANTES!
Hay 2 maneras de reservar:
- A través de su página web. Las cancelaciones tienen una penalización fuerte.
- A través de una agencia como Getyourguide. Algo más caro pero con los traslados desde Reykiavik incluídos. Y en este caso puedes cancelar la visita a Laguna Azul hasta 1 día antes. Os dejo el banner por si os interesa.
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Comentarios:
17 comentarios en “BLUE LAGOON, ISLANDIA. Vale la pena visitar la Laguna Azul?”
Yo creo que hay que visitarla 1 vez, aunque es demasiado turística y nada relajante como dices, salvo cuando empiezan a irse los turistas. Nosotros nos quedamos hasta casi medianoche y se notaba, ¡las últimas 2 horas magníficas! Eso sí, cuando vuelva creo que no volveremos a la Blue Lagoon, entraremos mejor a las de Myvatn que sí son más tranquilas 😉
Sí, estoy de acuerdo contigo, las de Myvatn mucho más tranquilas, pero como dices, sabe mal ir a Islandia y no visitarlas al menos 1 vez. Un saludo!
Pues yo pienso que en un país donde una pizza normal cuesta 20€ y cualquier cena pagas 40€ por persona, el precio de la laguna es un regalo.
Yo en febrero he pillado hueco de milagro estaba ocupada para 5 días.
Recomiendo la visita y mirar las reservas con bastante antelacion, desde la web se indican las plazas libres por horas
jejeje, en esto tienes razón Manuel. Haces bien de recomendar mirar las reservas. Nosotros no pudimos ir el día que queríamos por estar lleno.
Un saludo y gracias por pasarte por aquí!
Hola, me ha encantado tu reportaje; estoy preparando un viaje similar y me está resultando muy útil. Tengo un a duda sobre la laguna azul y sitios similares: hay que llevar toallas, chanclas, te los facilitan allí o no son necesarios. Muchas gracias
Hola!
Las chanclas y la toalla no entran en el paquete básico. Mejor te las llevas o las tendrás que alquilar.
Un abrazo!