CHONG KNEAS, CAMBOYA. Visita a un pueblo flotante del lago Tonle Sap

La visita al pueblo flotante de Chong Kneas en el lago Tonle Sap de Camboya es una de las visitas imprescindibles de Camboya y además, muy fácil de llevar a cabo desde Siem Reap, la ciudad que da cobertura a la atracción más importante de Camboya: los Templos de Angkor, al encontarse muy cerca de esta ciudad.

Aunque son varios los pueblos flotantes del lago Tonle Sap, el pueblo flotante de Chong Kneas es el que tiene más fácil acceso desde Siem Reap, por lo que suele ser el destino elegido por la mayoría de viajeros que quieren visitar algo más a parte de los celebérrimos templos. Esto tiene ventajas e inconvenientes. La ventaja principal es que la proximidad a la ciudad de Siem Reap (a pocos kilómetros) facilita su visita, ya sea mediante alguna de las múltiples agencias que programan la visita al pueblo flotante o también organizando el recorrido uno mismo.

Curiosamente, puede saliros más económico si lo programáis con una agencia en relación a si lo hacéis por vuetra cuenta y tenéis que lidiar con las barcas que recorren el lago. Las desventajas principales son una cierta aglomeración de visitantes en algunos momentos del año y sobre todo, los intentos de engaño que han sufrido varios viajeros, tanto por parte de los conductores de tuc tuc como de los responsables de las embarcaciones que recorren el lago Tonle Sap.

CHONG KNEAS. EL PUEBLO FLOTANTE DEL TONLE SAP. ¿COMO VISITARLO?

Las posibilidades pasan por realizar la visita de forma individualizada, o mediante un grupo más o menos numeroso, contratando la visita entera que comprenderá la recogida en el hotel, el traslado hasta el lago en taxi o tuk tuk, la visita a la aldea flotante de Chong Kneas y, dependiendo de la hora, el almuerzo a la cena en el lago.

Por supuesto, visitar el pueblo flotante de manera individualizada suele dar una cierta libertad. Pero no necesariamente suele ser más barato, y además, es más fácil de caer en un cierto entorno de carácter mafioso que pacta precios tanto en el traslado de ida y vuelta al lago, como sobre todo, en el transporte lacustre con la barca autorizada. Así, hay que contar un mínimo 15 USD por el traslado en tuk tuk (más si es en taxi), a lo que habrá que añadir al menos 20 o 25 USD por persona por la barca. Algo más si queréis incluir la cena. Todo ello previa negociación, claro está, que en Camboya siempre es muy fatigoso.

Nosotros optamos por una excursión organizada. Nuestra excursión al lago Tonle Sep sale a las 3.30 de la tarde y tiene incluido en el precio la ida y vuelta en coche desde Siem Reap hasta el lago Tonle Sap, un guía de habla inglesa, la barquilla que nos hará la excursión por el pueblo flotante de Chong Kneas en el Tonle Sap, la entrada al centro Gecko de educación ambiental, la entrada a una granja de cocodrilos y piscifactoría y un buffet libre con bebidas incluidas en un barco más grande, que se realiza una vez se ha visitado el pueblo flotante del Tonle Sap. El grupo es mediano, de unas doce personas, y el precio nos parece suficientemente atractivo como para contratar la excursión.

¿Queréis visitar el LAGO TONLE SAP con una cena incluida desde SIEM REAP? Si no queréis tener sorpresas con los taxistas ni queréis tener que lidiar con cientos de barqueros de el lago, una posibilidad es contratar por avanzado una excursión que incluya el traslado, el guía, el recorrido en barco, la cena y las visitas a la piscifactoria y la granja de cocodrilos. Podéis mirar en ESTE ENLACE, los precios y contratarlos.

VISITA A CHONG KNEAS.

El pueblo flotante de Chong Kneas es un excelente ejemplo de cómo un pueblo se adapta al medio ambiente. El lago Tonle Sap es el más grande de Camboya, pero no está siempre lleno, pues el nivel del agua varía dependiendo de la temporada. Es por ello, que según nos explica el guía, no son pocos los habitantes que durante la época seca, abandonan el lago y sedenterizan su situación durante unos meses, en las orillas del lago, a la espera de que la temporada de lluvias vuelva a hacer subir las agua del Tonle Sap, un lago que más que eso, parece un verdadero mar interior.

Pero donde están más cómodos los habitantes de Chong Kneas no es en tierra firme sino precisamente, flotando sobre la superficie lacustre. La población flotante de Chong Kneas está formada por un gran número de viviendas, casi siempre unifamiliares, que flotan en la superficie del lago, aunque no siempre mantienen su posición. La mayoría de los habitantes de Chong Kneas se dedican a la pesca, dado que el lago es rico en pescado. Según nos cuentan, buena parte de los habitantes de Chong Kneas tienen un origen vietnamita, al igual que los de las casas flotantes que conocimos en la ribera del Mekong durante nuestra visita a la capital de Camboya, Pnom Penh.

Al llegar al pequeño embarcadero del lago, hay que pagar la entrada y buscar una embarcación para hacer el recorrido (en el caso de hacer la excursión por tu cuenta). En nuestro caso, nos acomodan en una pequeña barca de madera, donde disfrutaremos del tour por el lago en la próxima hora y media. Todo parece un poco desorganizado, pero la verdad es que al formar parte de un grupo organizado de inmediato nos han metido en la embarcación.

El embarcadero del Tonle Sap está situado en una especie de lengua entrante apartada del resto de lago, por lo que antes de llegar al Tonle Sap recorremos aproximadamente unos mil metros, donde nos vamos cruzando con pescadores y niños que juegan en el agua.

Además de los cientos de viviendas esparcidas por toda la zona del lago que vamos recorriendo poco a poco con nuestra embarcación de madera, podemos observar varias construcciones comunes como pueden ser escuelas, iglesias e incluso, una cancha de baloncesto de tamaño suficientemente importante. Otras construcciones, casi siempre de madera, se dedican a proporcionar servicios a los habitantes del pueblo de Chong Kneas. Es así como vamos descubriendo gasolineras (para abastecer de combustible a las embarcaciones que a menudo son fueraborda, si bien las de los lugareños suelen funcionar con remos) o pequeños supermercados o tiendas de comestibles.

Por desgracia, al hacer la visita por la tarde, no hacemos ninguna parada en ninguna escuela local, que parece que suele ser habitual en los tours de la mañana.
Nos sorprendemos como a falta de patio, es el mismo lago lo que forma la zona de recreo de las viviendas, por lo que los niños juegan en el agua.

Durante nuestra excursión por el pueblo flotante de Chong Kneas, la barca hace dos paradas. La primera en GECKO Environmental Education Centre, que funciona a modo de centro de interpretación del lago y de los pueblos flotantes de Camboya. La segunda parada, quizás menos interesante se realiza en una granja de cocodrilos y piscifactoría, donde vemos un montón de estos reptiles enjaulados. Además, en esta granja de cocodrilos hay una pequeña tienda de souvenirs, para quien se quiera llevar algún recuerdo a casa. Tanto el Centro Gecko como la granja de cocodrilos son también estructuras flotantes, y dado que tienen dos pisos, nos permiten disfrutar de una hermosa vista de todo el lago con las diversas construcciones flotantes dispersas por toda la superficie lacustre.

De vez en cuando se acerca a nuestra embarcación, alguna pequeña barquilla con alguna niña que lleva una serpiente en el cuello y que la ofrece a los viajeros para fotografiarse con ella, a cambio de una propina, claro está. Cabe decir, que nosotros no nos sentimos, en ningún momento, ni presionados ni intimidados por nadie, como sí explican varios viajeros que visitaron el pueblo flotante de Chong Kneas por su cuenta. Este hecho nos hace pensar que haber elegido hacer la excursión mediante un tour organizado ha sido una buena opción.

Después de haber dado una buena vuelta por Chong Kneas y de haber realizado las dos paradas prometidas, nos acomodan en una barca más grande donde nos sirven la cena, sencilla, pero correcta y con bebidas incluidas.

No nos dan prisa, cenamos tranquilamente compartiendo la velada con viajeros de todo el mundo. Después, vuelta a la pequeña embarcación que nos lleva de nuevo a tierra firme, donde el coche nos espera para volver a Seam Reap. La excursión tiene una duración de unas cuatro horas.

La verdad es que la visita al pueblo flotante de Chong Kneas en el Lago Tonle Sap de Camboya ha valido la pena, y visto como salido, hacerlo con una pequeña excursión organizada ha sido un acierto.

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