WROCLAW. Qué ver en Wroclaw en 1 día. Visita a la capital de Silesia del Sur.

Qué ver en Wroclaw en 1 día. De la capital de la Baja Silesia tratará este post y de explicaros porqué Wroclaw merece ser incluida en todo viaje a Polonia , aunque muy a menudo quede apartada en favor de otras ciudades y lugares algo más conocidos en España.

Y la verdad es que es una pena, porque Wroclaw, que es la cuarta ciudad en tamaño del país y capital del voivodato o provincia de la Baja Silesia, no solo es una población maravillosa con un gran número de atractivos si no que resulta ideal para ser utilizada como base para conocer otros atractivos de la provincia o, incluso, para realizar una excursión de un día a Poznan, bien conectada por tren o carretera, y que resulta otra ciudad francamente fascinante.

WROCLAW EN LA HISTORIA.

Antes de hablaros acerca de los principales lugares que hay que ver en Wroclaw permitidme que os haga una breve pincelada histórica sobre esta milenaria ciudad. Y esta vez si que deberé resumir mucho el devenir histórico de la población, pues Wroclaw tiene una historia fascinante que nos llevaría a rellenar varias páginas.

La cuestión es que la fundación de la ciudad la debemos encontrar en la isla de Ostrow Tumski, donde se halla la catedral de Wroclaw, hace ya más de 1000 años. Mieszko I, primer gobernante del país y padre del primer monarca polaco, Boleslao I, la anexionó junto a otros territorios de Silesia al es considerado el primer reino polaco de la historia, a finales del siglo X.

La ciudad se mantuvo como polaca hasta 1335 cuando es conquistada por los monarcas de Bohemia que la anexionan a su estado, para pasar a partir de 1526 a manos de los Habsburgo austríacos (algunos de los edificios más bellos que hay que ver en Wroclaw corresponden a este momento histórico) y, a partir de 1742, a Prussia. Y en realidad, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial la ciudad se mantuvo como una población estrictamente alemana, recibiendo el nombre de Breslau. Es decir, durante mucho más tiempo que otros lugares que pasaron a formar del estado polaco tras la Primera Guerra Mundial. Durante aquellos doscientos años, Wroclaw se comportó como una ciudad enteramente alemana, incluso étnicamente hablando. El alemán era el único idioma oficial pues, en realidad, Alemania no actuaba como metrópoli si no que la ciudad formaba parte del Reino de Prussia.

El final de la Segunda Guerra Mundial fue ciertamente trágico para la ciudad que luchó bravamente ante los avances de los aliados (particularmente de la Unión Soviética) al tratarse de la última gran ciudad alemana. Wroclaw fue arrasada en un 70% y perdió gran parte de la población tanto durante los combates como durante la evacuación previa a la capitulación final.

Sin embargo, tras los pactos llevados a término tras la Segunda Guerra Mundial y la restauración de la soberanía de Polonia en el resto del país, parte del este del mismo (las provincias de Lviv, por ejemplo) le fueron amputadas a Polonia para ser anexionadas a la URSS, mientras por el oeste recuperó algunas de las provincias que había perdido unos cuantos siglos atrás. Entre ellas, Silesia del Sur y su capital, Wroclaw. Es a partir de 1945 cuando los alemanes dejan la población para dirigirse a su país y Wroclaw es repoblada con polacos venidos de otras regiones del país, particularmente de Lviv que, como hemos dicho, fue transferida a la Union Soviética.

¿Vas a visitar WROCLAW en las próximas fechas?. Quizá te interese saber que puedes realizar varias visitas guiadas en español. Es una buena manera de conocer la ciudad y saber de sus anécdotas y su historia. Además, es una actividad muy barata. Podéis mirar en ESTE ENLACE, las distintas posibilidades y contratarlas.

DONDE DORMIR EN WROCLAW

HOTEL PATIO. Un hotel excelente y en una situación envidiable el que pudimos disfrutar en Wroclaw. El Hotel Patio se encuentra a 50 metros de la Plaza del Mercado de Wroclaw. Las habitaciones son amplias (de hecho, nuestra triple se situaba en una habitación con dos espacios) y muy cuidadas. El desayuno es también espectacular, muy variado y de calidad. Totalmente recomendable. Podéis ver los precios o reservar en este enlace.

QUE VER EN WROCLAW EN 1 DÍA

Ciertamente, 1 día es tiempo escaso para disfrutar de la ciudad pues son numerosos los lugares, plazas, paseos, iglesias y monumentos que hay que ver en Wroclaw. Pero este ha sido el tiempo del que hemos dispuesto nosotros de manera que os contaré lo que hemos podido conocer.

PLAZA RYNEK Y ALREDEDORES.

Todo paseo por Wroclaw debería empezar por la Plaza Rynek, la más bella de la ciudad y el lugar más importante que hay que ver en Wroclaw. Cierto que buena parte de la plaza debió ser reconstruida por completo tras los desastres ocasionados durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, los trabajos fueron ejemplares y la verdad es que la práctica totalidad del espacio pudo ser restaurado para resplandecer cómo lo había hecho durante los anteriores cuatro o cinco siglos. Se trata de una de las más bellas plazas del país, a la altura de la de la plaza del Mercado de Cracovia o la Rynek de Poznan. Uno no se habitúa a tanta belleza y la verdad es que se hace difícil decir cuál de ellas es la más bella. Ciertamente la de Wroclaw es una auténtica maravilla, una obra suprema con viviendas de tres o cuatro pisos pintadas de vivos colores y decoradas con bonitas volutas barrocas o formas renacentistas.

Tal y como hemos visto en Poznan, en el centro de esta inmensa plaza se sitúa otro conglomerado de viviendas y construcciones varias, formando una auténtica isla en medio de la Rynek. Entre estas construcciones destaca uno de los más bellos edificios que hay que ver en Wroclaw: el Ayuntamiento Viejo.

Se trata de una fabulosa construcción gótica iniciada a mediados del siglo XIV y que tardó casi dos cientos años en concluirse. Una maravilla. Se trata de una de las más bellas casas consistoriales que hemos tenido la oportunidad de conocer, a la altura de las de Lovaina o Brujas, por ejemplo. Curiosamente, aunque lo principal en este edificio es su trazado gótico, parte de su decoración es renacentista, correspondiendo al último periodo de constricción del mismo. Más allá de un auténtico mundo de figuras de piedra, lo que nos llama la atención es el bonito reloj, uno de más de los bellos relojes astronómicos que hemos conocido alrededor del mundo.

Por desgracia, no tenemos tiempo de visitar el interior, aunque sabemos que es una auténtica maravilla y que forma parte del Museo Municipal de Arte.

Cerca de la Plaza Rynek, casi que podríamos decir que en una esquina de la misma, se alza la Iglesia de Santa Isabel, una bonita mole gótica construida en ladrillo (cómo casi todas las iglesias del país, debido a que Polonia no es un país rico en canteras). Desde hace ya bastante tiempo se trata de una iglesia castrense de manera que no es raro comprobar como en su interior varias de las capillas hacen referencia a victorias militares o a la tremenda tragedia de la masacre de Kathin. Quien quiera y tenga tiempo puede subir a su torre campanario. Las vistas de la plaza deben ser excepcionales.

Justo enfrente de esta iglesia destacan dos pequeñas construcciones, conocidas como Hansel y Gretel. Ambos edificios están unidos en un arco de entrada a lo que había sido el cementerio de la iglesia.

Antes de dejar los alrededores de la Plaza Rynek nos desplazamos al sur de la misma para conocer un pequeño callejón, que resulta uno de los lugares más entrañables que hay que ver en Wroclaw. Me refiero al que es conocido como Callejón de las Carnicerías. Era en esta callejuela, ahora peatonal, donde se disponían las carnicerías durante la época medieval. La cuestión es que las tiendecitas han sido restauradas y albergan en la actualidad una miriada de pequeñas galerías de arte. Es un lugar bonito y agradable que merece la pena conocer.

Los gnomos de Wroclaw. Un auténtico ejército de gnomos, compuestos por unas 400 unidades, se distribuyen por la práctica totalidad de la ciudad. Estos entrañables duendes, que en su momento fueron el símbolo de la Alternativa Naranja, un movimiento de oposición al comunismo imperante durante el siglo XX, se han convertido en uno de los símbolos de la ciudad. El gnomo artista, el bombero, el gruñón, el policía, los concertistas. Los niños disfrutan de lo lindo buscando estas hermosas figuritas de bronce.

BARRIO JUDIO DE WROCLAW.

Merece la pena desplazarse hasta el barrio que queda al sur-oeste de la plaza Rynek para pasear un poco por lo que había sido el viejo barrio judío de Wroclaw. Como el resto de la ciudad, este arrabal quedó francamente en mal estado tras la Segunda Guerra Mundial y poco queda de aquel pasado judío.

De hecho, aunque en la actualidad solo han quedado unas pocas familias judías en Wroclaw, se estima que debieron ser hasta 25.000 los judíos que habitaron la ciudad durante el periodo prusiano. Se trataba de una comunidad muy activa tanto en lo económico como en lo cultural, de tradiciones muy arraigadas. Los pocos judíos que quedaron tras la Segunda Guerra Mundial debieron abandonar la ciudad durante las campañas antisemitas de finales de los años sesenta del siglo XX.

En este barrio sí que merece la pena visitar la renovada Sinagoga de la Cigüeña blanca, la única que quedó en pie, aunque en muy mal estado, y que en la actualidad hace las funciones de centro cultural judío. Una segunda sinagoga, en realidad la más espectacular, la sinagoga de la Calle Lakowa, fue quemada durante la Noche de los Cristales Rotos.

Es este un barrio de cierto aire bohemio, con buenos restaurantes (algunos sirven cocina kosher) y cafeterías. Una de ellas nos ha servido para hacer un alto en el camino antes de proseguir nuestra visita por la ciudad.

UNIVERSIDAD DE WROCLAW.

Uno de los edificios más bellos que hay que ver en Wroclaw es el de la formidable Universidad. Fue alzada en los tiempos de dominación de los Habsburgo y es una de las más importantes joyas del barroco europeo. Particularmente, la Sala Leopoldina del primer piso a la que llegamos tras subir por una bonita escalera de aires imperiales.

La visita a esta aula es, desde luego, uno de los imprescindibles de Wroclaw y que nadie debería perderse. Los estucos, el mármol, los dorados, las pinturas murales, las múltiples estatuas que hacen referencia a los filósofos griegos o a la capacidad como gobernantes de los Habsburgo convierten a esta Aula Leopoldina en un espacio ciertamente magnífico.
También subimos a lo alto de la torre de la Universidad de Wroclaw donde los Jesuitas, fundadores y constructores de la Universidad, instalaron un observatorio astronómico y desde donde disfrutamos de unas fabulosas vistas de la ciudad.

ISLA DE LA CATEDRAL

Tras visitar la Universidad nos acercamos a otro de los lugares que hay que ver en Wroclaw de forma imperativa. Se trata de la Isla de la Catedral o Ostrow Tumski. Un lugar, por cierto, que ha dejado de ser una isla para estar integrada a los barrios que quedan al norte del río Odra.

Llegamos a la Isla de la Catedral tras cruzar un par de puentes, alguno de ellos repleto de candados del amor, tal y como hemos visto en otras ocasiones en Roma o París.

Más allá de la Catedral, que es lo que le da nombre, en el Ostrow Tumski encontraremos un auténtico barrio eclesiástico, con una densidad de iglesias como no se encuentra en ningún otro lugar de la ciudad. Entre las más llamativas destaca la iglesia de San Bartolomé y de la Sagrada Cruz, gótica y edificada en ladrillo. Se trata, todo este barrio, de un lugar muy agradable, con un buen número de calles peatonales y adoquinadas que transcurren a orillas del río y que, al menos hoy en domingo, están repletas de lugareños.

Enseguida llegamos a la Catedral de San Juan Bautista, otro edificio gótico, imponente y de ladrillo y verdadero germen de la ciudad. Tal y como nos muestran unas fotografías colocadas en la fachada occidental del templo, también la Catedral de Wroclaw sufrió daños casi irreparables durante la Segunda Guerra Mundial. Por suerte, el templo fue recuperado y hoy luce tal y como viene haciéndolo desde hace más de quinientos años. Quien quiera puede subir a la torre. Seguro que las vistas merecen mucho la pena también.

Aprovechamos la benignidad del clima y el bonito ambiente en esta isla de la Catedral para tomar el almuerzo en uno de los varios restaurantes de comida polaca que por allí se han instalado.

CENTENIAL HALL.

Tras la comida nos desplazamos hacia el este de la ciudad para conocer otro de los lugares que hay que ver en Wroclaw. Hablamos del Centenial Hall o Centro del Centenario, una de las obras más importantes de la arquitectura europea habida cuenta que ha sido incluido dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad, ni más ni menos.

El Pabellón del Centenari es un enorme pabellón edificado siguiendo el diseño de Max Berg cuando Wroclaw estaba dominado por Prussia (en 1913). El motivo para alzar este enorme complejo fue el de ser utilizado para los actos de celebración del centenario de la Batalla de Leipzig, en donde el ejército prusiano derrotó a Napoleón. De aquí el nombre de Hall del Centenario.

Se trata de un centre enorme para la época, construido primordialmente con hormigón armado y que dispone de una cúpula ciertamente colosal que se alza hasta los 42 metros de altura y que tiene una amplitud de 69 metros de radio. El la actualidad sigue tratándose de una de las mayores cúpulas alzadas jamás y se considera una obra de imporantísimo valor dentro de la época moderna y muy avanzada a su tiempo.

Actualmente, el Pabellón del Centenario de Wroclaw es utilizado como sede de todo tipo de eventos, tanto culturales como deportivos como de otra índole.

ZOO DE WROCLAW.

La última visita que hacemos a Wroclaw se localiza justo frente al Hall del Centenario. Se trata del zoo de Wroclaw que es, curiosamente, la atracción turística más visitada de toda Polonia, con unos dos millones de visitantes anuales.

Se trata, en cualquier caso, de un zoo de nueva generación donde la mayoría de animales no se muestran enjaulados si no en amplísimos espacios que procuran similar las condiciones en que los podemos encontrar en la naturaleza. Salvando las distancias, por supuesto.

Se trata de uno de los zoo más activos en lo que se refiere a la conservación de especies en peligro de extinción con importantes trabajos y colaboraciones sobre el mismo terreno, particularmente en África.

En estos últimos tiempos se ha abierto a Afrykarium, un nuevo espacio donde se muestra parte de la fauna del continente negro, particularmente con algunos de los tanques de agua de mayor tamaño del mundo entero.

La verdad es que si se visita Wroclaw con niños, el zoo es una apuesta segura y educativa. Sabiendo, claro, que no hay mejor lugar para los animales que disfrutar de la vida salvaje.

Y después de recorrer el zoo de Wroclaw volvemos al centro de la ciudad, de manera bastante fácil con el tranvía número 2. Antes de regresar al hotel para buscar el equipaje y dirigirnos al aeropuerto para tomar, a las 21:30 un vuelo de vuelta a casa, aun daremos una última vuelta por esta maravillosa Plaza Rynek, auténtico corazón de la ciudad y que a medida que baja el sol se va llenando de más y más habitantes y visitantes dispuestos a disfrutar del enorme ambiente que esta ciudad ofrece.

Como explicaba, son muchos los lugares que hay que ver en Wroclaw y la verdad es que un día nos parece escaso para recorrer la ciudad. Lo que sí os puedo asegurar es que la capital de la Baja Silesia vale mucho la pena y debería ser incluida en todo viaje a Polonia.

Por último, te dejamos nuestro artículo sobre Cracovia, por si tienes que visitar la ciudad más bonita de Polonia.