Qué ver en Antequera en 1 día. Los Dólmenes de Antequera y el Centro Histórico.

Antequera, a unos 50 kilómetros de Málaga, es una ciudad suficientemente interesante como para dedicarle un día entero durante vuestro viaje por la provincia de Málaga. Incluso si no disponéis de coche propio o de alquiler, merece la pena realizar una excursión de un día para visitar los Dólmenes de Antequera o al espacio natural de El Torcal (podéis mirar aquí este tour desde Málaga), dos de los lugares más interesantes que hay que ver en Antequera.

Comentaros también que una muy buena manera de conocer los lugares imprescindibles que ver en Antequera es reservando este free tour por Antequera, en español.

Antes se comentaros acerca de los lugares imprescindibles para visitar en Antequera, dejadme que escriba cuatro pincelas acerca de su historia. Se sabe de la existencia de distintos grupos poblacionales desde, al menos, el años 4000 AC. De hecho, algunos de los lugares que hay que ver en Antequera de forma ineludible, sus famosos dólmenes, pertenecen a aquel momento. Por aquí habrían pasado también íberos, tartesios, fenicios y cartagineses, aunque la población habría crecido en importancia durante la época romana, cuando era conocida como Antikaria. De aquella época no hay que dejar de visitar el maravilloso Efebo del Museo de Antequera, una de las más bellas obras romanas encontradas en la Península Ibérica.

Tras el paso de distintas tribus germánicas, son los árabes quien se hacen con la plaza, momento en el que se alza la alcazaba que domina desde lo alto toda la ciudad antigua de Antequera. Tras varios intentos de conquista por parte de las distintas tropas cristiana, Madinat Antaqira fue tomada en 1410 por las tropas cristianas de Fernando I de Aragón, que pasó a ser conocido como Fernando de Antequera. Desde aquel momento de toma de la Alcazaba se empiezan a erigir un buen número de monasterios e iglesias, algunas de las cuales están entre los monumentos más importantes que ver en Antequera.
Hoy, Antequera es una preciosa ciudad de unos 40.000 habitantes y resulta una visita ideal para realizar desde Málaga.

QUÉ VER EN ANTEQUERA EN 1 DÍA.

DÓLMENES DE ANTEQUERA.

Antes de llegar a Antequera paramos en la zona arqueológica de los Dólmenes de Antequera, para realizar una de las visitas gratuitas que deben reservarse en este enlace. Se trata, desde luego, de uno de los lugares más importantes que hay que ver en Antequera y el más importante de los yacimientos arqueológicos que podéis visitar en Andalucía. Especialmente desde que fueron incluidos dentro de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2016.

Lo que se conoce como Dólmenes de Antequera son, en realidad, tres monumentos: los dólmenes de Menga y Viera se encuentran casi a las puertas de Antequera y separados por apenas unas decenas de metros. Conviene empezar la visita por aquí porque es donde se ubica el centro de visitantes. Para llegar al tercer recinto, el Tholos de El Romeral, hay que tomar el coche, pues este se localiza a unos 3 o 4 kilómetros del centro de visitantes.

Como explicaba, merece la pena empezar la visita en el centro de visitantes, donde se ofrece un audiovisual de unos 12 minutos donde se explica la historia de los Dólmenes de Antequera, los motivos de construcción y como fueron erigidos a finales del Neolítico (entre el 4200 y el 3200 AC).

Tras el audiovisual nos dirigimos a la suave colina donde se ubican los dólmenes. El primero que visitamos es el Dolmen de Viera, que lleva el nombre de los hermanos que lo descubrieron en 1903. Se trata de un sepulcro de corredor, dividido en dos tramos. Al entrar al corredor podemos observar perfectamente que está construido con la técnica ortostática. Los ortostatos son las 2 grandes piedras verticales. Sobre ellas se dispone una tercera piedra, la cobija, que cierra el conjunto y le da aspecto de corredor. Lógicamente, las 3 piedras se van repitiendo hasta en 16 ocasiones, formando un largo corredor hasta llegar a una cámara cúbica a la que se accede por una puerta perforada de forma cuadrangular. Todo el sepulcro está cubierto por un gran túmulo de unos 50 metros de diámetro.

Tras visitar el Dolmen de Viera nos dirigimos al Dolmen de Menga, sin duda el más espectacular del conjunto. En este caso el corredor da acceso a una gran cámara ovalada. La técnica que utiliza es también la ortostática, con esas enormes losas que cuesta entender como los hombres del pasado lograron transportar y alzar de forma tan minuciosa.

La longitud total del Dolmen de Menga es de 27,50 metros y en la zona de la cámara ovalada alcanza una anchura de 6 metros y una altura de 3.5. Para sostener la cubierta en la zona de la cámara ovalada se requirieron de la disposición de varias piedra a modo de columnas. El dolmen se cubre por un túmulo de 50 metros de diámetro.

Tras visitar estos dos dólmenes toca tomar el coche y desplazarse hasta El Romeral. En esta ocasión lo que visitaremos no es exactamente un dolmen si no un tholos. Es decir, un recinto de base circular al que se accede, también, a través de un corredor. Una de las diferencias, más allá de la forma del sepulcro, es el material en que está construido el tholos. En este caso no se trata de grandes y pesadas losas si no de mampostería. Tras el corredor se llega al sepulcro, de base circular como decía, y que se cierra a una altura de casi 4 metros. Tras esta primera sala circular hay una segunda, mucho más pequeña, a la que no se puede acceder aunque se puede visualizar desde una puerta de acceso.

La longitud total del Tholos del Romeral supera los 34 metros y está cubierto con un túmulo de 85 metros de diámetro.

La verdad es que no es de extrañar que el conjunto megalítico sea el gran lugar que hay que ver en Antequera de forma obligatoria. Resulta un sitio francamente fascinante y que en nada desmerece a lugares prehistóricos mucho más famosos como Carnac o Stonehenge.

IGLESIAS DE ANTEQUERA.

Tras visitar la zona arqueológica me dirijo al centro de la villa. Aparco el coche en la plaza del Coso Viejo, presidida por una estatua ecuestre de Fernando de Antequera. En esta misma ágora se localizan el Convento de Santa Catalina de Siena y el Palacio de Nájera, actual Museo de Antequera, del que luego hablaré.

Me dirijo hasta la cercana oficina de turismo (a tres minutos andando, en dirección a la Plaza de San Sebastián), donde me ofrecen un mapa y me señalan los lugares más importantes que hay que ver en Antequera.

Durante este primer paseo por la ciudad visitaré hasta 3 iglesias. Son solo una pequeña parte de las muchísimas que hay que ver en Antequera: la Colegial de San Sebastián, el Convento de Belén y la Iglesia del Carmen. Enseguida me doy cuenta, pues durante el paseo paso por delante de un buen número de templos, que la mayoría de la iglesias de Antequera están construidas en ladrillo.

La Colegiata de San Sebastián es quizá la más importante, aunque alguna otra nos ha parecido bastante más bella. Se trata de un templo de mediados del siglo XVI aunque bastante reformado posteriormente. A partir de 1692 fue convertido en Colegiata. En el exterior nos llama la atención su bonita portalada renacentista. En el interior, de tres naves, lo que más nos gusta es su sillería de madera que fue trasladada desde el convento de San Agustín cuando éste fue desamortizado.

La siguiente iglesia que visitamos es la del Convento de Belén, que perteneció a las Carmelitas Descalzas aunque en la actualidad es la iglesia de las Clarisas. La verdad es nada hace presagiar que tras su austera fachada encontraremos una maravilla del barroco, con una decoración a base de yeserías francamente espectacular.

Por último, me acerco hasta la iglesia del Carmen que, para mi gusto, es la más bonita que hay que ver en Antequera. La fachada, con portada manierista es bastante sencilla. Sin embargo, el interior es esplendoroso. El artesonado de mudéjar, del siglo XVII, es una maravilla. Pero lo que más llama la atención son sus tres retablos barrocos, considerados entre lo mejor del arte andaluz del siglo XVIII.

DÓNDE DORMIR EN ANTEQUERA

HOTEL INFANTE DE ANTEQUERA. Un hotel perfectamente ubicado, en el centro de la población, justo en la Plaza del Coso Viejo. Todos los monumentos que ver en Antequera se localizan a menos de 10 minutos a pie desde este establecimiento .

El hotel, de tres estrella y a buen precio, dispone de habitaciones bastante amplias y limpias. Además, dispone de una pequeña piscina, que debe resultar ideal en verano.

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MUSEO DE ANTEQUERA

Antes de almorzar aun me dirijo al Museo de Antequera, sito en el Palacio de Nájera de la Plaza del Coso Viejo. El complejo museístico fue ampliado en 2009, aunque es la sede del Museo Municipal desde 1966. Se trata de un lugar precioso que comprende más de dos mil metros cuadrados de exposiciones. Hay varios museos más en la ciudad, pero sin duda éste en el más importante que hay que ver en Antequera.

En el Museo de Antequera encuentro colecciones que van desde la Prehistoria a nuestros días. Tras unas primeras salas que hacen referencia a la Prehistoria me encuentro con unas salas que nos recuerdan el pasado romano de Antequera, cuando la plaza era conocida como Antikaria. Las dos piezas más importantes de la colección romana del museo son el precioso Efebo de bronce, quizá la escultura romana más bella hallada jamás en la Península Ibérica y que se inspiró en un original griego y la Tumba de Acilia Piecusa. Se trata de un gran columbario del siglo II que perteneció a Acilia Piecusa, que se considera una de las mujeres romanas más influyentes del momento. No menos bellas resultan varias máscaras de mármol de indudable estilo helenizante, así como la conocida como Venus de Antequera.

En los pisos superiores del museo encontramos pintura y escultura. Particularmente barroca. Especialmente destacada es la imagen de un San Francisco de Asís de madera policromada.

ALCAZABA DE ANTEQUERA.

Tras el almuerzo regresamos desde la Plaza de Toros hasta el centro histórico de la villa. La Alcazaba y la Colegiata son los los otros dos grandes monumentos que hay que ver en Antequera. La entrada es conjunta y la visita se realiza con la ayuda de una audioguía.

La Alcazaba de Antequera domina de la ciudad en lo alto de un promontorio, como no podría ser de otra forma, y nos remite a la antigua Madinat Antaqira. Es decir, a los años de dominación árabe. Se trataba, en aquel momento, de una plaza musulmana de bastante importancia que en varias ocasiones intentaran sojuzgar las tropas cristianas. Fue finalmente Fernando de Aragón quien finalmente se hizo con la villa, en 1410. Es por ello que la estatua ecuestre del rey preside la Plaza del Viejo Coso y que el Monarca fue conocido desde aquel momento como Fernando de Antequera.

La fortaleza fue modificada en varias ocasiones a lo largo de los siglos e incluso se alzó una iglesia dedicada a San Salvador en un lugar antes ocupado por una mezquita.

La Alcazaba estaba defendida por un doble sistema defensivo y un buen número de torreones. Varios de ellos siguen en pie, de manera que es obligatorio subir a lo alto de los mismos a fin de disfrutar de unas maravillosa vistas de toda la población de Antequera y de los alrededores. Particularmente, desde la Torre del Homenaje.

En el patio de armas nos damos cuenta de la existencia de un gran pozo que resulta que fue la antigua mazmorra. También encontramos los restos de un aljibe musulmán así como de los cimientos de la vieja mezquita.

COLEGIATA DE ANTEQUERA

El recorrido por la Alcazaba termina en la Real Colegiata, el último de los grandes monumentos que hay que ver en Antequera. No importa que el espacio fuera desacralizado para darse cuenta de la importancia de este templo construido con una mezcla de estilos francamente sorprendente. Santa María la Mayor fue alzada en el siglo XVI, aunque se trata de una iglesia bien poco homogénea. El techo de la nave se cierra, por ejemplo, con un precioso artesonado. Sin embargo, una bóveda de crucería es lo que cierra la capilla mayor. Igualmente llaman la atención las esbeltas columnas de orden jónico que sostienen una nave de planta basilical. No faltan las ventanas italianizantes, ya renacentistas.

Contad con una hora y cuarto de visita audioguiada entre la Alcazaba y la Real Colegiata Mayor.

Y con esta visita a la Colegiata termina nuestro recorrido por los monumentos más importantes que hay que ver en Antequera, una población que ha superado con creces nuestras expectativas y que merece una visita pausada.