Los Melpa son uno de los grupos étnicos más reconocibles de Papúa Nueva Guinea, uno de los países con mayor diversidad tribal y lingüística del mundo. Suman unos 60.000 individuos, aunque los censos en estas latitudes no suelen ser muy precisos.
En la isla de Papúa conviven cerca de un millar de grupos étnicos, aunque a menudo han sido escasamente estudiados de forma sistemática. Sin embargo, los Melpa son uno de los más conocidos y populares.
Habituales de los grandes festivales étnicos de Papúa Nueva Guinea, como los anuales Goroka Show y el Festival del Mount Hagen, los Melpa son originarios de la provincia de las Tierras Altas Occidentales, aunque también los podemos encontrar en la provincia de Jiwaka, que colinda con la anterior.
En las últimas décadas, cada vez son más los Melpa que han abandonado sus poblados en busca de una vida presuntamente más cómoda en las ciudades, especialmente en Mount Hagen, capital de las Tierras Altas Occidentales.
En la ciudad y, también muchos de ellos en las zonas rurales, los Melpa visten desde hace ya muchos años ropas occidentales, mezclándose de manera a menudo indistinguible con otros de los grupos tribales de las Tierras Altas.
Sin embargo, en muchos de los poblados, especialmente si se concertan visitas, es posible encontrar melpas vestidos al estilo tradicional, como antaño y como siguen haciendo en la celebración de determinadas festividades.
Como dije, también es fácil distinguirlos en los festivales tribales que se celebran en las Tierras Altas, donde los Melpa visten orgullosos sus vestidos tradicionales.
VIDA TRADICIONAL MELPA
Lo que contaré a continuación hace referencia a lo que era la vida tradicional de los Melpa y que, progresivamente desde la llegada de los misioneros europeos a partir de mediados del siglo XX, y especialmente con la globalización acontecida durante las últimas décadas, tiende a perderse, al menos en parte.
Los Melpa suelen vivir en poblados, agrupados por clanes. Como muchas de las sociedades de Papúa Nueva Guinea (por ejemplo, los Huli Wigmen), los hombres y mujeres viven separadamente.
En este sentido, era habitual que los poblados melpa consistieran, al menos, en una vivienda para los hombres del clan y otra para las mujeres. Los hijos solían vivir con las mujeres hasta el final de la primera infancia, momento en el cual pasaban a convivir en la casa de los hombres.
Mientras que la tarea habitual de los hombres consiste en la construcción de las viviendas y los huertos, son las mujeres quienes se encargan de las tareas domésticas, así como de los cultivos.
Distintas áreas de cultivos suelen rodear las viviendas de los poblados. Aquí se planta, sobre todo, batata y taro, un tubérculo habitual de la zona. Los melpa también pueden disponer de cerdos, auténtico símbolo de riqueza para las sociedades de las Tierras Altas de Papúa.
Una de las características tradicionales de los Melpa es que aunque suelen encontrar sus parejas dentro de su mismo grupo étnico, habitualmente lo hacen en clanes distintos. En este sentido, si la dote propuesta por la familia de la novia es aceptada por la familia del novio, se procede a la boda. Posteriormente a ella, la mujer pasa a formar parte del clan del nuevo marido.
Tradicionalmente, la dote estaba formada por una cantidad variable de cerdos, además de otros bienes como conchas. Sin embargo, el dinero en efectivo ha ido ganando peso en las últimas décadas, algo que era absolutamente desconocido en estas tierras hasta mediados de siglo XX.
Progresivamente desde la llegada de los misioneros a las Tierras Altas, los Melpa han ido abrazando el cristianismo. Se trata, en todo caso, de una fe que se combina de forma sincrética con las creencias ancestrales de su pueblo y donde alguna suerte de chamán actúa de intercesor entre el pueblo y los espíritus.
En este sentido, la fe en los espíritus de los ancestros cobra especial importancia, como es habitual en muchas de las sociedades tribales. Los Melpa atribuyen la existencia de desgracias personales o comunales, incluidas las que hacen referencia a los fenómenos meteorológicos, al enfado de los espíritus. Para prevenir el disgusto de los espíritus o para apaciguarlos, son habituales las ofrendas y sacrificios de cerdos.
EL VESTIDO Y LOS MAQUILLAJES DE LOS MELPA
Si los Melpa son especialmente distinguibles entre los distintos grupos étnicos, es debido a su vestimenta tradicional y a su maquillaje, que es bastante común independientemente del clan, aunque pueden existir algunas variaciones.
Los hombres Melpa suelen llevar el torso desnudo, con los únicos adornos de un collar de concha de kina y de uno o varios brazaletes vegetales.
Un cinturón suele sujetar un largo delantal que puede llegar hasta los tobillos y que suele ser de colores blanco y azul, a rayas. Por la parte posterior, la ornamentación consta de hojas de cordalina atadas, algo muy común en muchas de las tribus del país, incluidos los Huli Wigmen de la provincia de Hela.
Tanto hombres como mujeres suelen portar bilum, el habitual bolso de las Tierras Altas, que se elabora anudando o tejiendo fibras de plantas. El que portan los hombres suele ser más pequeño que el usado por las mujeres.
El maquillaje supone una parte esencial de la ornamentación de los Melpa y difiere entre ambos sexos.
Los hombres suelen utilizar los colores blanco, rojo y amarillo. Aunque los diseños dependen del clan, es habitual que el belicoso color rojo se utilice para la parte que rodea los ojos. Por desgracia, las pinturas elaboradas al estilo tradicional van siendo progresivamente sustituidas por los colores comerciales. Antebrazos y piernas suelen cubrirse con pintura blanca.
También las mujeres mayores suelen llevar el torso desnudo, aunque las más jóvenes pueden cubrirse los pechos.
Los collares portados por las mujeres, sin embargo, resultan mucho más elaborados que los usados por los hombres. Utilizan distintos tipos y tamaños de conchas y caracolas de mar. No son solo decoración, sino también indicadores de estatus, riqueza y participación en el ciclo ceremonial. Al igual que los hombres, también las mujeres suelen portar brazaletes vegetales sobre los bíceps.
La parte baja se suele cubrir con un enorme delantal elaborado con vistosas hojas verdes de cordalina.
También las mujeres cubren su cara con pintura ceremonial, aunque los diseños suelen diferir de los hombres. En este caso, los colores usados incluyen el rojo, el blanco y el azul.
El blanco suele utilizarse para el contorno de los ojos, siendo también habitual en un apéndice que llega hasta la comisura labial. Esta pintura blanca está enmarcada en pintura azul, mientras que el resto de la cara suele pintarse de color rojo (en ocasiones, algo granatoso), excepto los labios que también suelen pintarse de blanco.
La vestimenta tradicional, tanto de hombres como de mujeres, incluye un tocado o sombrero, ornamentado con múltiples plumas de distintas aves, incluidas aves del paraíso. Sin embargo, algunos clanes cubren sus cabezas únicamente con un gorro de lana de color rojo o multicolor, por debajo del cual sobresalen fibras de lana a modo de peluca verdosa.
Durante las ceremonias, las mujeres suelen portar el tradicional tambor papuano, el kundu, mientras que los hombres, a quienes se encomienda la defensa del clan, suelen llevar una lanza.