Almaty fue la capital de Kazajistán hasta que esta fue trasladada a la flamante ciudad de Astaná en 1997 y ha sido la segunda gran ciudad que hemos visitado durante nuestro viaje por Uzbekistán, Kirguistán y Kazajistán.
Para casi todos los kazajos, Almaty sigue siendo la más bonita e interesantes de las ciudades kazajas, aunque poco a poco se vayan deslumbrando por la fascinante modernidad de Astaná. Su situación entre montañas de más de 4000 metros de altura es francamente envidiable, desde luego. Sin embargo, poco encontraremos de la Almaty de la Edad Media.
Casi todo lo que visitaremos en esta ciudad se debe a la influencia rusa llevada a término a partir de mediados del siglo XIX. Incluso buena parte del diseño de la urbe se debe a la, aún más reciente, época soviética. Es decir, nos encontraremos con una ciudad de amplias avenidas (nos da la sensación que con más tráfico que en Bishkek), anchos parques y con una serie de visitas puntuales de interés.
Sin embargo y como dijimos ya con la capital kirguisa, tampoco Almaty se trata de una de las ciudades más bellas de Asia. A esta conclusión ha contribuido, también, que parte del centro de la ciudad se encontrara en obras durante nuestra visita, incluida la Catedral Ortodoxa, su elemento patrimonial más bello. Pese a ello, sí que resulta interesante dedicarle un mínimo de un par de días a Almaty. Uno para disfrutar de la ciudad y otro para conocer alguno de los varios lugares de interés que se localizan en sus inmediaciones.
Nosotros subimos a Shumbulak, que en invierno no es más que una estación de esquí pero que en verano permite disfrutar de una excelente excursión de montaña entre picos y glaciares a más de 4000 metros de altura sobre el nivel del mar. Sin embargo, de haber dispuesto de más días, la visita al Gran Lago de Almaty o al Cañón de Charyn hubieran resultados dos posibles tours de medio día y de un día, respectivamente, desde la antigua capital kazaja. Deberemos esperar otra ocasión para poder conocer estos parajes.
Sin más, os dejo con los lugares más importantes que hay que ver en Almaty.
PARQUE PANFILOV Y CATEDRAL DE ALMATY
Almaty está repleta de grandes avenidas y parques, al más puro estilo soviético. Entre estos últimos el más bello es el Parque Panfilov. Está dedicado a los 28 soldados de Almaty que perecieron en las afueras de Moscú luchando contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
No falta en este parque un buen número de conjuntos escultóricos al más puro estilo realista soviético así como una eterna llama, en este caso, dedicada tanto a las víctimas de la Guerra Civil Rusa como a la Segunda Guerra Mundial.
En el centro del parque se localiza el más bello de los monumentos que hay que ver en Almaty. Se trata de la Catedral de la Ascensión o Zenkov, un bonito templo ortodoxo que sin tener el tamaño de las esplendorosas catedrales rusas de San Petersburgo o Moscú resulta de una belleza francamente conmovedora. Más si tenemos en cuenta de que se trata de uno de los templos más grandes del mundo diseñado enteramente en madera y que para su construcción no fue utilizado un solo clavo.
Por desgracia, los obligados trabajos de restauración que están teniendo lugar nos impiden disfrutar de su fachada en su totalidad. Sí que nos maravillamos con el iconostasio de su interior así como con la celebración litúrgica que se lleva a término en su interior. Particularmente con las melodías cantadas por un especialmente armonioso coro que se sitúa en el primer piso de la catedral.
En este mismo parque Panfilov localizamos un segundo edificio construido en madera. Se trata del Museo de Instrumentos Musicales, del que no visitamos su interior.
GREEN BAZAR
El Green Bazar es el gran mercado que hay que ver en Almaty y a decir verdad, nos gusta incluso más que el ya muy interesante Osh Bazar de Bishkek. Se trata de un mercado de abastos cerrado donde se puede encontrar casi de todo. Como ya vimos en Kazajistán y veremos más adelante en Uzbekistán parece que los centroasiáticos tienen especial apetencia por los frutos secos, habida cuenta de la gran cantidad de puestecillos que se dedican a su venta. Esta vez sucumbimos ante unos sabrosos pistachos.
Otra cosa que nos llama la atención en el Green Bazar es la gran cantidad de carnicerías que venden carne de caballo. Nada que ver con la venta de este producto en España que suele ser una rareza o, al menos, bastante menos habitual. La carne, por cierto, luce un aspecto formidable pese a ser presentada ya cortada (en grandes porciones) y sin existencia de refrigeradores. Pero la verdad es que la temperatura dentro del mercado es muy agradable.
Como en Bishkek, también en el Green Bazar de Almaty encontramos una zona dedicada a la leche y sus derivados. Particularmente quesos frescos. No podemos evitar pedir que nos dejen probar el shubat, la leche de camello que para los kazajos es un auténtico manjar. Sin embargo, su sabor amargo producto de la fermentación a la que es sometida convierte en una quimera el pasar del primer sorbo. Con esas, ya no nos atrevemos con el kumys, la leche fermentada de yegua. Está claro que nuestro gusto no está habituado a estos extremos.
RESPÚBLICA ALANI
Se trata de una de las más importantes plazas de la antigua capital kazaja y otro de los lugares que hay que ver en Almaty. Se trata de la clásica gran plaza de estilo soviético que tanto abundan en las antiguas capitales de las repúblicas de la extinta URSS. Los centros de poder más importantes se localizaban en este punto desde antes de la independencia hasta el traslado de la capitalidad a Astaná.
Uno de los monumentos que más sobresalen en esta plaza es el Monumento a la Independencia. Se trata de una columna de piedra de 28 metros de altura. En lo alto se ubica la imagen del guerrero saka conocido como Hombre de Oro. Se trata del hallazgo arqueológico acontecido a unos 50 kilómetros de Almaty. Ni más ni menos que un hombre (o una mujer, no queda claro) que fue enterrado con la friolera de 4000 objetos de oro. El Hombre de Oro en cuestión se sustenta a los lomos de un leopardo alado.
Varios mamotretos soviéticos rodean la Plaza Respublica Alani. El mayor de todos, queda enfrente de la estatua. Hablamos del que fuera Palacio Presidencial antes del traslado de la capitalidad a Astaná.
No podemos acercarnos al mismo así como tampoco podemos acceder al centro comercial que se localiza en los subterráneos de la plaza por encontrarse, al parecer, en obras.
COLINA DE KOK-TOBE
Una de las visitas que más gustan a los niños, de manera que la incluimos durante nuestra visita a Almaty. Se accede a esta colina que se sitúa a unos 1100 metros sobre el nivel del mar gracias a un teleférico (2000T ida y vuelta) que parte desde las inmediaciones del Hotel Kazajistán, otro de los mamotretos de la época soviética y uno de los más conocidos de la ciudad.
Las vistas desde lo alto son estupendas pero lo que más atrae a los más pequeños es el parque de atracciones que se sitúa en lo alto de la colina. Alguien se ha atrevido a decir que se trata de un Tibidabo en pequeño. En realidad, no es más que un puñado de atracciones que parecen sacadas de los años ochenta, aunque tanto Marc como yo disfrutamos con la más popular de todas, una suerte de montaña rusa muy parecida al tobotronc en que nos montamos en Naturlandia (1500T por dos personas). También localizamos un rocódromo muy decente, algunos simuladores 3D, varios puestecillos que invitan a disparar con escopetas de balines y un pequeño y sonrojante zoo donde los animales viven apiñados como en bien pocas ocasiones hemos visto.
Otro de los puntos que más trae a los turistas y también a los lugareños es la estatua de Los Beatles que se instaló aquí en 2007. Tenemos que esperar unos minutos a que llegue nuestro turno para poder fotografiarnos junto a los 4 de Liverpool.
MEDEO Y SHIMBULAK.
El último de los lugares que comentaré en esta lista de sitios que hay que ver en Almaty se localiza, en realidad, a una treintena de kilómetros del centro de la ciudad.
Hemos dejado esta visita para el segundo día en Almaty puesto que en realidad se requiere de, al menos, media jornada. Es aquí donde podremos testificar la cercanía de la ciudad con las montañas, puesto que a menos de media hora de autobús desde el centro de Almaty se localizan las pistas de patinaje de velocidad más altas del mundo. Es el Medeo, un bonito estadio situado a 1691 metros de altitud sobre el nivel del mar y entre bellísimos paisajes alpinos. Aunque se trata de una instalación inaugurada hace más de 60 años durante el periodo de la URSS, Medeo fue renovado en 2011 con motivo de los Juegos Asiáticos de Invierno que acontecieron en Almaty. Durante 7 meses al año se disputan aquí competiciones de patinaje de velocidad. Pero además, los mismos habitantes de Almaty (y quien aquí se acerque, desde luego), puede hacer uso de las instalaciones que, según tenemos entendido, son unas de las mejores del mundo para la práctica de este deporte. Sin embargo, no podemos entrar al estadio por permanecer cerrado durante los meses de verano (aunque posteriormente lo veremos desde las alturas al tomar la góndola a Shumbulak).
Precisamente Shimbulak es nuestro siguiente destino. Se trata de una estación de esquí a la que se accede desde el Medeo. Para ello hay que tomar el telecabina que parte desde la estación situada a 300 metros del Medeo.
Para disfrutar de este hermosísimo paisaje de montaña no hace falta ser un experto esquiador ni tan siquiera acudir en invierno, puesto que el telecabina permanece abierto durante todo el año, incluyendo el verano cuando las nieves se han retirado ya.
Así hacemos nosotros. Compramos el billete para el telecabina que en realidad son tres de consecutivos por 3500T (menos de 9 euros) y que nos llevará, tras dos transbordos, hasta el Paso Talgar que se sitúa ya a 3300 metros de altitud. Ni que decir que la temperatura arriba ha descendido varios grados, de manera que Isa agradece haberse traído algo de ropa de abrigo. Desde este punto son varias las excursiones que se pueden iniciar, aunque la más común es acceder a la cima que queda justo enfrente de la estacón superior del telecabina y que nos llevaría hasta los 3500 metros.
Así lo intentamos nosotros, pero la verdad es que la pendiente es bastante empinada y resbaladiza de manera que nos quedamos a unos 50 metros de hacer cumbre, desistiendo a los 30 minutos de empezar el recorrido.
Desde este punto, y en realidad también desde la misma estación superior del telecabina, el paisaje es bellísimo, con un buen número de picos de más de 4000 metros de altura al alcance de nuestros ojos, así como al menos tres o cuatro glaciares que desciendes colina abajo.
La verdad es que la estación de Shimbulak es uno de los lugares que hay que ver en Almaty. Una excursión que resulta barata y que nos proporcionará una bonita media jornada por los paisajes montañosos de alrededor de Almaty.
Y con esta visita terminamos nuestro recorrido por Almaty y por los alrededores. Además de estos lugares paseamos muchísimo por la ciudad, como no podría ser de otra forma. Como escribía, una población de amplias avenidas y parques, aunque no muy agradable de pasear debido al importante número de obras que se están llevando a término en la ciudad durante nuestra visita.
Comentarios:
10 comentarios en “ALMATY. Qué ver en Almaty, la antigua capital de Kazajistán.”
Qué interesante, Jordi, reconozco que me llaman mucho estos países de la antigua URSS y todo lo soviético, sólo he estado en Rusia y Siberia (aparte de algún país del Este) y muero de ganas por visitar Uzbequistán, Georgia, Armenia, Azerbayán y ahora ya Kazajistán gracias a ti. Las vistas de la montaña me han encantado.
Un abrazo
Patri
Todos tienen su qué y la verdad es que nos husta visitarlos. Nos quedan Bielorusia y Azerbbayan y dos más de las centroasiáticas, entre las 15 ex-repúblicas de la URSS, de manera que nos queda trabajo por delante!
Un beso Patri.
No se porque pero no tenia yo en mente Kazajistan como destino viajero y Almaty mucho menos. Pero hay que replantearse eso porque veo que merece la pena y mucho. De momento ya he hecho un viajecito virtual 🙂
molt interessant!! viatjaré aquest estiu al kiguistan i per un tema de vols passaré algún dia a Almaty (que no estava previst), així que moltes gràcies per la info!! 🙂
Moltes gràcies per les teves paraules. Bon viatge!!!!
La verdad es que Uzbekistán se parace mucho a Iran en cuanto a hospitalidad de la gente y tipo de arquitectura. Os encantaría seguro!