¿Que ver en Vilnius en 3 días? Vilnius, la capital de Lituania, fue el último destino de nuestro viaje por los Países Bálticos. Un viaje que nos llevó de Helsinki a Vilnus a lo largo de 11 días.
Vilnius es la ciudad más poblada de Lituania además de su capital. Además, se trata de la segunda ciudad con más población de los Países Bálticos tras la capital de Estonia, Riga, con unos 550.000 habitantes. He titulado el post “Que ver en Vilnius en 3 días” porque estos son los que estuvimos en la ciudad. En realidad, sin embargo, solo utilizamos dos días para visitarla, pues el tercero lo dedicamos a conocer el precioso castillo de Trakai, que se ubica a escasa distancia de la capital lituana y supone la mejor excursión de medio día desde la misma. Dos días, pues, son suficientes para hacerse una buena idea de esta ciudad, habida cuenta de lo compacto de su núcleo histórico y de la inexistencia de grandes museos que requieran horas y horas para su visita.
Es Vilnius una ciudad para pasear y deleitarse con las bellas iglesias católicas y ortodoxas, degustar su gastronomía en los múltiples restaurantes con encanto o tomar una deliciosa y fresca cerveza en cualquiera de las terrazas que en verano surgen como setas.
Vilnius es una ciudad francamente bonita. Sin embargo, quizá esté un peldaño por debajo de las capitales estonia y letona, Tallin y Riga respectivamente, a las que a menudo se compara por haber sido, los tres países, protagonistas conjuntos de la Historia Contemporánea tras el desmembramiento de la URSS.
DONDE DORMIR EN VILNIUS
BREVE HISTORIA DE VILNIUS.
Antes de adentrarnos en los monumentos más importantes que hay que ver en Vilnius quisiera dar cuatro pinceladas sobre su historia.
La historia del pueblo lituano se remonta a la invasión de distintas tribus bálticas o eaesti, de origen indoeuropeo, a principios del segundo milenio. Las variadas organizaciones tribales dieron lugar al germen de un primer estado lituano, en forma de ducado, durante el siglo XIII. Mindaugas, gran duque de Lituania, se considera el primer monarca capaz de unir las distintas tribus lituanas para formar un primer estado soberano. Mindaugas, responsable también de la conversión al cristianismo del pueblo lituano, fue coronado Rey en Vilnius el 6 de julio de 1253.
Durante los siguientes siglos, la historia de Lituania va unida a la de Polonia, pues ambos estados unieron sus fuerzas y disolvieron su alianza en no pocas ocasiones. En este sentido, Polonia y Lituania formaron un estado unificado en distintos momentos de la historia hasta que en 1795 Vilnius y toda Lituania fue anexionada a Rusia, que no cedió en su empeño por asimilar al resistente pueblo lituano durante los siguientes 150 años.
Aunque Polonia recobra su independencia tras la Primera Guerra Mundial (1918) es anexionada nuevamente a Rusia (esta vez, a la URSS) a raíz de los pactos acometidos con el Tratado de Postdam. Con el desmembramiento de la URSS, Lituania consigue su definitiva independencia en 1991, a la par que Estonia y Letonia, que también consiguieron sus objetivos el mismo año.
QUE VER EN VILNIUS EN TRES DÍAS.
Vamos a dividir este resumen sobre los monumentos que hay que ver en Vilnius en 3 días en tres apartados: el centro histórico desde la Puerta de la Aurora hasta la torre de Gediminas, las iglesias periféricas y la República de Uzupis.
EL CENTRO HISTÓRICO, DESDE LA PUERTA DE LA AURORA HASTA LA TORRE DE GEDIMINAS.
Buena parte de las iglesias y monumentos que hay que ver en Vilnius se localizan en el centro histórico y medieval de la ciudad. Particularmente, en el eje formado por una larga calle que va cambiando de nombre (calles Ausros Vartu Gatve, Didzioji Gatve y Pilies Gatve) y que nos lleva desde la Puerta de la Aurora hasta la Torre de Gediminas.
Unas pocas horas solamente o un día entero, se podrá tardar en hacer el recorrido. Todo depende de lo que se tarde en visitar cada una de las iglesias que hay que ver en la Vilnius medieval (y de si se encuentran abiertas o cerradas, también es verdad) y de las paradas que se realicen ya sea para almorzar o para tomar una cerveza a media tarde.
Entramos por la Puerta de la Aurora, que da inicio a la columna vertebral de la Ciudad Vieja que es, a su vez, su zona más animada. Era una de las diez puertas que se abrían a las murallas que circundaban la antigua Vilnius. En la parte superior de la Puerta de la Aurora se localiza una capilla llamada, precisamente, Capilla de la Aurora. Aquí se reverencia un icono, la Virgen de la Aurora, a la que se atribuyen todo tipo de cualidades milagrosas. La Virgen María está representada sin la compañía del niño Jesús en esta imagen del siglo XVII auténticamente venerada por el pueblo lituano. Para poder observar la Virgen en cuestión puede subirse a la capilla, como es lógico. Sin embargo, la imagen es también visible desde la calle.
Pocos metros separan la Puerta de la Aurora de la primera de las iglesias que hay que ver en Vilnius: la Iglesia de Santa Teresa. Se trata de una pequeña iglesia católica de estilo barroco.
Seguimos subiendo por la calle Ausros Vartu Gatve que se sigue de Didzioji Gatve para llegar a San Casimiro. Hay que saber que San Casimiro de Polonia, que fue hijo del rey polaco Casimiro IV, es el santo patrón de Polonia y de Lituania. Es otra de las iglesias barrocas que podemos visitar en Vilnius. Su fachada de tonos pastel es francamente bella así como su cúpula.
Enseguida llegamos a una zona donde la calle Didziogi Gatve se abre formando una plaza. Aquí se localiza el Antiguo Ayuntamiento de Vilnius, de estilo neoclásico, semejando un viejo templo griego, con su frontón triangular, sus frisos y metopas y sus seis elegantes columnas. El edificio ya no hace las funciones de Casa Consistorial aunque sí que sigue siendo la sede de distintas oficinas municipales, incluida la de Turismo.
Pocos metros más arriba llegamos a la Iglesia de San Nicolás. En este caso se trata de una iglesia ortodoxa. La pequeña iglesia de madera del siglo XIV dio lugar a un segundo templo a principios del siglo XVI. Sin embargo, la actual iglesia de San Nicolás fue alzada a mediados del siglo XVIII cuando la anterior se incendió y remodelada posteriormente en estilo neobizantino, como podemos observar actualmente. Actualmente, como digo, es un templo que sigue el rito ortodoxo, aunque lo cierto es que permaneció muchísimos años cerrada o desacralizada.
También aquí dominan los tonos claros, pasteles. La verdad es que toda la Ciudad Vieja de Vilnius está muy cuidada, siendo evidente el intento de las autoridades de la ciudad por gustar al visitante, presentado una población de muy agradable paseo.
Seguimos calle arriba, subiendo por Pilies Gatve, el tramo más comercial, llena de bares y restaurantes con terraza, gente guapa tomando un café o una cerveza y bastantes turistas disfrutando del paisaje y del paisanaje.
Entramos en el conjunto monumental de la Universidad y la Iglesia de San Juan, otro de los grandes edificios que hay que ver en Vilnius. La Universidad de Vilnius fue fundada en el siglo XVI por los Jesuitas, siendo una de las más antiguas de Europa del Este. El gran complejo monumental que alberga las dependencias universitarias está formado por unos 16 edificios que se edificaron alrededor de casi tantos patios (13). Merece la pena merodear un poco por ellos antes de entrar en la mastodóntica iglesia de San Juan, cuyo campanario domina la ciudad vieja de Vilnius. Esta iglesia de San Juan, ubicada en el patio más bello del complejo, es de estilo barroco, como la gran mayoría de iglesia que hay que ver en Vilnius. El templo, más allá de desempeñar sus lógicas funciones de lugar de culto, es utilizado también para todo tipo de ceremonias, especialmente de tipo universitario, así como para la celebración de conciertos.
El campanario de la Iglesia de San Juan se eleva hasta los 45 metros de altura y es el más alto de todos los edificios de la ciudad antigua de Vilnius.
Es momento, ahora, de desviarnos un poco de nuestro camino por esta calle principal de Vilnius. Tomamos Sveti Mykolo Gatve, es decir la calle de San Miguel, para llegar en menos de cinco minutos a otra de las iglesias que hay que ver en Vilnius. Hablamos de Santa Ana, de rito católico, que tiene uno de los diseños más curiosos entre todos los templos de la ciudad. Se trata de una iglesia de finales del siglo XV, construida gracias al uso de ladrillos de arcilla roja y de estilo gótico, algo poco habitual en la ciudad. Aunque el interior fue reformado en estilo barroco, lo más interesante es su fachada principal, de estilo gótico flamígero pero con esta imagen tan particular que se hace difícil de definir. Os dejo una foto.
Regresamos a Pilies Gatve para seguir camino de la Catedral. Al igual que el Antiguo Ayuntamiento, que ya hemos conocido, la Catedral Católica de Vilnius es un edificio neoclásico. Es, sin duda, el gran templo que hay que ver en Vilnius. Ya no solo por la belleza de sus formas si no por la importancia histórica del mismo. Ya hemos visto que fue el Rey Mindaugas quien convirtió el país al cristianismo. Fue él, precisamente, quien mandó erigir una primera catedral en Vilnius justo en el lugar donde ya habría habido un viejo templo pagano.
Desde luego, la actual catedral que podemos visitar no es aquel primer templo. Ni tan solo, un segundo templo erigido en el siglo XIV en estilo gótico. Ni un tercero. Ni un cuarto tan siquiera. Parece que el destino de las distintas catedrales que casi cada siglo se iban alzando era el de sucumbir a los sucesivos incendios que las asolaban. Total que el actual templo se debe a la reconstrucción acontecida a finales del siglo XVIII y su estilo neoclásico, aunque con toques barrocos, tan poco habitual en las catedrales, nos podría hacer creer que se trata de un museo o de un teatro.
Justo enfrente de la Catedral se encuentra el campanario de la misma. Se trata de una construcción independiente, de base circular pero que se torna en octogonal a partir del segundo piso. La verdad es que el conjunto es muy curioso.
Desde la Catedral a la Torre de Gidimimas hay un paseo de unos diez minutos. En lo alto de un pequeño montículo se alzan los restos del antiguo castillo que dominaba la ciudad de Vilnius. En realidad, lo único que queda de aquél castillo es la restaurada Torre de Gediminas.
Desde luego esta es otra de las visitas que hay que hacer en Vilnius, pues las vistas de la ciudad antigua desde lo alto de la colina son francamente bellas, con toda la Ciudad Vieja a nuestros pies. La Torre de Gediminas es, además, uno de los símbolos del país y de toda la ciudad.
OTRAS IGLESIAS QUE HAY QUE VER EN VILNIUS.
Tras este paseo por lo que podríamos llamar la Ruta Turística principal, debemos desviarnos para conocer algunas otras bellas iglesias.
SAN PEDRO Y SAN PABLO
Se trata de otra fenomenal Iglesia barroca de extraordinarias formas. El interior de la iglesia es sorprendente pues es el blanco el color casi único que domina en todo el templo. Hasta dos mil estatuas, la mayoría de estuco, podrían llegar a contarse en el interior de San Pedro y San Pablo. El edificio es del siglo XVI y es de las pocas iglesias de la ciudad que durante los años de dominación soviética no fue cerrada al culto. Tras las últimas remodelaciones, la iglesia luce más que nunca.
SAN CONSTANTINO Y SAN MIGUEL
En este caso se trata de una iglesia de rito ortodoxo, como enseguida comprobaremos al poder observar las bulbosas formas de sus cúpulas. Se trata de un templo bastante actual, pues esta iglesia fue construida en 1913 a fin de conmemorar el 300 aniversario de la dinastía Romanov. Se trata, pues, de una iglesia rusa y suele conocerse con el sobrenombre de Iglesia de los Romanov.
NUESTRA SEÑORA DEL SIGNO
La tercera de las iglesias que hay que ver en Vilnius más allá de las localizadas en la Ciudad Vieja es este templo ortodoxo conocido como Iglesia de Nuestra Señora del Signo. Se trata de otro templo de principios del siglo XX construido, esta vez, en estilo neobizantino. Aunque esta iglesia ha sido recientemente restaurada, lo cierto es que durante los años de dominación soviética también permaneció abierta al culto. Para visitarla hay que cruzar el puente sobre el río Neris. Desde el centro de la ciudad hay unos 45 minutos de paseo. Lo suyo es visitar primero la iglesia de los Romanov que viene de camino y, después, la de Nuestra Señora del Signo.
REPÚBLICA DE UZUPIS.
El barrio de Uzupis, autodenominado a veces República Independiente de Uzupis, es uno de los barrios más atractivos de Vilnius. Merece la pena perderse por este barrio de ambiente bohemio, particularmente por la tarde, para disfrutar de sus múltiples cafés y galerías de arte. Se trata de un lugar amable, de bonitos paseos y donde el arte parece fluir con especial intensidad.
Uzupis significa “Al otro lado del río”. Y es que este barrio se localiza, precisamente, al otro lado del río, justo en un meandro que el río Vilna dibuja al pasar por la capital lituana.
Se sabe que durante muchos años esta fue una zona especialmente decrépita. Bastante tiempo antes había sido el lugar de residencia de gran parte de la comunidad judía de la ciudad. Gran parte de aquella población desapareció tras la Segunda Guerra Mundial. Algunos, porque lograron exiliarse. Otros, porque fueron sometidos al horror nazi.
Solo a partir de los años noventa del siglo pasado, tras la declaración de independencia, el barrio fue rehabilitado y actualmente es uno de los lugares de más agradable paseo. El suburbio se declaró independiente de Lituania en 1997. Una declaración, desde luego, únicamente festiva que, sin embargo, sigue celebrándose cada 1 de abril. El arrabal sigue siendo un lugar frecuentado por artistas. Muchos de ellos tienen su residencia o sus talleres en el mismo.
Y con la República de Uzupis terminamos la relación de los templos, monumentos, calles y plazas que hay que ver en Vilnius en tres días. Una ciudad que merece la pena visitar y que en nuestro caso fue el destino final de un viaje por los Países Bálticos.
Comentarios:
12 comentarios en “Que ver en Vilnius en 3 días. Visita a la capital de Lituania.”
Hola,
soy Kotryna, soy de Vilnius, Lituania.
Hablo un poquito espanol.:)
Si queiren visitar Vilnius y tienen preguntos sobre eso ciudad, puedo ayudar.
mi correo es- kotrynavenclovaite@gmail.com
Muchas gracias Kotryna por pasarte por aquí.
Buenos días,
En Febrero, tengo planeado un viaje a Vilna, y la verdad siempre que viajo me gusta conocer la gastronomía del país. ¿Me podríais ayudar en este tema?Me gustaría conocer sitios que estén bien para comer sus platos típicos y que sean económicamente asequibles así como bares o sitios para pasar un rato distendido y agradable tomándose un café o una cerveza.
Muchas gracias de antemano y enhorabuena por el blog 🙂
Cristina
Hola Cristina. No tengo apuntado ningún lugar para comer. Sin embargo, sí te puedo recomendar una pequeña cervecería que nos encantó. Te dijo el link: https://www.milviatges.com/2015/cervecerias-mas-bonitas-de-europa-mejor-cerveza
jejeje, a nosotros nos pasa igual, Abel. Nos encantan las iglesias, pero también las mezquitas o sinagogas. Supongo que es porque, tradicionalmente, las religiones han sido un estamento con suficiente dinero para sufragar los enormes gastos de tanto arte.
Efectivamente, Trakai meree mucho la pena. Y, además, es una excurión muy fácil de hacer desde Vilnius.
Un abrazo Abel!
y …..pues la ca….e jeje, que manera de reirme de mi mismo…….quize decir el aire mas puramente medieval pues Tallin…….hay que tomar las cosas con humor!!
saludos