El Templo de Hatshepsut es el templo funerario de la que fue una de las más importantes mujeres faraón de la historia de Egipto y uno de los monumentos más importantes que ver en Luxor. Es decir, en la antigua Tebas, que fue la capital de Egipto durante unos 500 años, durante la época que conocemos como del Imperio Nuevo.
El Templo de Hatshepsut, como dije, es un templo funerario de la que fue el quinto faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Y como tal, fue construido en la orilla occidental de Tebas, en la misma que el Valle de los Reyes (donde se construyeron las tumbas reales, incluida la de la propia Hatshepsut) y en la opuesta que los templos de Luxor y Karnak
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CÓMO VISITAR EL TEMPLO DE HATSHEPSUT
El Templo de Hatshepsut se ubica en la orilla occidental de Luxor, en un emplazamiento natural conocido como Deir El Bahari. Podéis visitarlo por libre o en el transcurso de una excursión (casi siempre está incluida dentro del paquete de excursiones del crucero por el Nilo).
CON UNA EXCURSIÓN ORGANIZADA. Esta excursión desde Luxor incluye el Valle de los Reyes, el Valle de las Reinas, los Colosos del Memnón y el Templo de Hatshepsut. Todo con las entradas incluidas.
POR LIBRE. Aunque queda enfrente de la orilla oriental de Luxor (donde están la mayoría de hoteles y atracan los cruceros), deberéis tomar un taxi que hará un rodeo enorme de casi 30 km y 40 minutos de paseo. En este caso, quizá merezca la pena negociar un taxi para toda la jornada, incluyendo el Valle de los Reyes.
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Hatshepsut está considerada como una de las tres grandes mujeres faraón de la Historia de Egipto. Esposa del faraón Turmosis II, la Reina Hatshepsut asumió la regencia tras fallecer su esposo, dado que el futuro Tutmosis III (que era hijo de Tutmosis I, pero no de Hatsepshut) era por aquel entonces apenas un niño.
Sin embargo, siete años más tarde (hablamos de 1473 aC), Hatshepsut se autoproclamó Faraón de Egipto, usurpando en cierta manera el trono que el destino tenía preparado para Tutmosis III.
Hatshepsut dispuso de un reinado de 22 años. Tras su fallecimiento, Tutmosis III asumió finalmente el poder. Sin embargo, el nuevo faraón se encargó de que todos los relieves que hacían referencia a su madrastra fueran eliminados del Templo de Hatshepsut y de otros templos (lo veremos también en el templo de Karnak).
Es por este motivo que parte de los relieves y distintas ornamentaciones del Templo de Hatshepsut se han perdido para siempre. Por suerte, las que hacen referencia a Hatshepsut representada como diosa (ya sea Hathor u Osiris) no fueron eliminados y han llegado a nuestros días.
SENENMUT, ARQUITECTO DEL TEMPLO DE HATSHEPSUT
Se sabe que el Templo de Hatshepsut fue edificado bajo un diseño producto de la imaginación de Senenmut, que no solo desempeñó las tareas de arquitecto real si no también varios cargos de la misma importancia, incluidos los de Administrador de los Bienes de la Esposa Real Hatshepsut y de los Bienes de la Hija Real Neferure. Incluso se ha especulado en que la relación entre el arquitecto real y Hatshepsut fuera bastante más allá en lo personal.
Sea como fuera, Senenmut se inspiró en un templo edificado varios siglos atrás, en honor de Mentuhotep II, faraón de la XI Dinastía del Imperio Medio, cuyos restos encontramos al sur del Templo de Hatshepsut.
Este Templo de Mentuhotep había sido edificado igualmente en terrazas y encarado al enorme anfiteatro natural conocido ahora como Deir El Bahari. Un nombre, por cierto, que significa Monasterio del Norte y que hace referencia a un monasterio copto que aquí se habría levantado ya en nuestra Era.
La construcción del Templo de Hatshepsut ocupó unos 15 años del reinado de la Faraón. Concretamente, desde el año 7 al año 22 de su reinado.
CÓMO ES EL TEMPLO DE HATSHEPSUT
El Templo de Hatshepsut está edificado en tres terrazas, algo que lo diferencia de otros templos funerarios del Imperio Nuevo. El templo funerario estaba conectado con la Tumba de Hatshepsut, situada en el Valle de los Reyes, por un pasaje de unos cientos de metros, y con el Templo del Valle, que se localizaba a orillas del Nilo y que no ha llegado a nuestros días.
Para la construcción del Templo de Hatshepsut se utilizó la piedra caliza de la zona, algo bastante habitual también en el Valle de los Reyes.
Desde el Templo del Valle y mediante un canal, se accedía a lo que era un primer patio inferior, que en su momento habría sido dotado de un jardín que incluía árboles frutales y dos pequeños estanques en forma de T. También habría existido en este primer patio, una avenida de esfinges que se dirigía hasta la rampa de unos 50 metros de longitud que permite el acceso a la terraza intermedia.
Aún en los laterales de la primera terraza, encontramos un doble pórtico, al norte y al sur, ornamentados con relieves. Los del sur, representan el transporte de sendos obeliscos desde Asuán para ser erigidos en el Templo de Karnak. En el pórtico norte se representan escenas de caza.
Como decía una primera rampa permite el acceso al segundo patio o terraza, en cuya parte final también encontramos sendos pórticos, a derecha (norte) e izquierda (sur) de la rampa que nos llevará a la tercera terraza.
Las escenas que ornamentan el pórtico son de las más famosas del Templo de Hatshepsut, pues nos recuerdan la famosa expedición al País de Punt, que ha sido identificado como Eritrea o Somalia. No menos importante resulta la decoración del pórtico norte, pues recrea el nacimiento divino de Hatshepsut, con la idea de legitimar el ascenso al trono de la reina, por delante de Tutmosis III, que era hijo del fallecido esposo de Hatshepsut, el faraón Tutmosis II.
Otros puntos interesantes del Templo de Hatshepsut los encontramos en los extremos de esta segunda terraza. De trata de sendas capillas. La del sur está dedicada a Hathor, que cuenta con una sala hipóstila y un santuario con un vestíbulo. Las columnas están ornamentadas con la imagen de la diosa. Un relieve interesante es el que muestra a la Diosa Hathor como Vaca, amamantando a la propia Hatshepsut.
En el extremo norte encontramos la segunda capilla, dedicada a Anubis. Consta de una sala hipóstila con columnas protodóricas. Las paredes están también decoradas con relieves.
Ascendemos ahora a la tercera terraza por la rampa que parte de la mitad de la segunda. Los laterales están ornamentados con una serpiente sagrada que se convierte en el Dios Halcón Horus en su extremo.
El pórtico que da entrada a la tercera terraza constaba de 24 estatuas osíricas, de las que se han conservado al menos ocho. Es decir, de Hatshepsut representada como Osiris.
Desde el centro del pórtico, un portal de granito permite el acceso al interior del tercer patio, donde aguardan la cela del templo funerario, así como otras capillas como la dedicada a Anubis, salas de ofrendas y dependencias usadas durante las distintas ceremonias reales. Aquí tampoco faltan las decoraciones con relieves en las paredes de las varias estancias.
Aunque la subida al trono de Tutmosis III supuso que parte de la ornamentación del Templo de Hatshepsut se perdiera, particularmente en lo que hace referencia a las pinturas y relieves con la imagen de la Faraón, lo cierto es que el Templo de Hatshepsut impresiona. Situado en una localización privilegiada, supone uno de los templos más bonitos que ver en Egipto y en uno de los lugares imprescindibles que ver en Luxor, capital del Imperio Medio.