Avilés es una de las ciudades más importantes de Asturias y aunque no es de los lugares más turísticos del Principado, lo cierto es que bien merece la pena dedicarle al menos unas pocas horas.
Lo cierto es que aunque Avilés tenía hasta hace bien poco, una merecida imagen de ciudad industrial, su centro histórico resulta francamente bello y sorprendente, de manera que no es de extrañar que reciba la consideración de Bien de Interés Cultural, así como de Conjunto Histórico-Artístico.
Estuve en Avilés apenas unas horas, procedente de Gijón. Sin embargo, la tarde pasada en Gijón me cundió de lo lindo, pues tuve la suerte de tener como anfitriona a Carmen, bloguera de Viajes y Rutas, y su marido, que me enseñaron los secretos de su ciudad.
CÓMO LLEGAR A AVILÉS
Avilés está conectada, por autobús, con las principales ciudades de Asturias, como Gijón y Oviedo, así como con el aeropuerto de Asturias, que está situado a apenas quince kilómetros de la ciudad. ALSA es la empresa que presta el servicio.
Sin embargo, si vuestra idea es llegar vía aérea para visitar el Principado de Asturias en profundidad, una buena idea es reservar un coche de alquiler en Asturias Aeropuerto, que os dará mucha más libertad para llegar allí donde el transporte público es escaso.
QUÉ VER EN AVILÉS EN 1 DÍA
Esta fue mi ruta por Avilés. Llegué sobre las 11.00 de la mañana y me fui sobre las 19.00 aproximadamente. Una ruta sin prisas, muy tranquilo y muy bien acompañado.
CENTRO NIEMEYER
El Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer es el emblema contemporáneo de Avilés. Y también es el complejo de edificios que ha situado a la ciudad en el mapa de los lugares con arquitectura de vanguardia destacable a visitar en España.
Este centro cultural fue diseñado por Oscar Niemeyer, Premio Pritzker de Arquitectura 1988, e inaugurado en 2011. Está situado a los pies de la ría de Avilés, a escasamente diez minutos del casco urbano de la población.
El complejo consta de una gran plaza abierta donde se alzan un auditorio, una torre de 20 metros de altura, hoy ocupada por un restaurante, una cúpula destinada a exposiciones temporales y edificio polivalente que incluye sala de reuniones además del espacio administrativo.
La mayor parte del Centro Niemeyer está diseñado en hormigón blanco, aunque también tiene sus toques de color. La verdad es que el lugar está chulo, aunque quizá eché en falta la existencia de alguna exposición permanente relevante, quizá de arte contemporáneo, dada la naturaleza del centro.
IGLESIA DE SAN ANTONIO DE PADUA
También conocida como iglesia de los Padres Franciscanos, es uno de los templos cristianos más importantes que ver en Avilés.
Aunque a lo largo de su historia ha sido reformada en varias ocasiones, su fachada original, con su portalada de medio punto y su campanario en espadaña, nos remite a su origen románico, pues fue levantada a partir del siglo XII.
Los añadidos, ya son góticos y barrocas, quedando un estilo ecléctico curioso. El interior de la iglesia alberga la tumba del que fue Adelantado de la Florida, Don Pedro Menéndez de Avilés. Fue el fundador de San Agustín, que es la ciudad más antigua de los Estados Unidos.
PALACIO CAMPOSAGRADO
De camino a la Plaza de España, nos cruzamos con el Palacio de Camposagrado, situado en la plaza homónima, cuyo centro está presidido por una escultura de Juan Carreño de Miranda, el famoso pintor barroco que era natural de Avilés.
El Palacio de Camposagrado fue construido en el siglo XVII en estilo barroco. Está diseñado en tres plantas, disponiendo de dos torres esquineras de mayor altura. En la actualidad, desempeña las funciones de Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias.
PLAZA ESPAÑA
Llegamos ahora a la que es la plaza más importante que ver en Avilés. Me refiero a la Plaza de España, que es el centro de la villa y donde se alza el Ayuntamiento del siglo XVII, un bonito edificio de dos plantas, con la inferior soportalada por completo, y con una torre del reloj en su cuerpo central.
Otro edificio que llama la atención en la plaza de España es el que actualmente acoge al Hotel Palacio de Avilés. Se trata del Palacio del Marqués de Ferrera, que también es barroco, aunque mucho más sobrio que el Palacio de Camposagrado. De cuatro plantas, destaca su torre en escuadra.
PLAZA DOMINGO ÁLVAREZ ACEBAL Y IGLESIA DE SAN NICOLÁS DE BARI
Todo está cerca en Avilés esta ciudad, de manera que enseguida llegamos a la otra gran plaza que ver en Avilés, la de Domingo Álvarez Acebal.
Aquí se alza la iglesia de San Nicolás de Bari, otro de los conjuntos arquitectónicos más hermosos de la ciudad, aunque los avatares de la historia le han pasado factura y el complejo ha tenido que ser rehabilitado en numerosas ocasiones, perdiendo parte de su esencia original.
En su momento, fue la iglesia del convento de los franciscanos y fue erigida a partir del siglo XIV, probablemente, encima de templos anteriores.
LA CALLE GALIANA
Hay dos calles verdaderamente bellas que ver en Avilés. La primera de ellas, la Calle Galiana, peatonal y a la que se accede desde la misma Domingo Álvarez Acebal.
Se trata de una preciosa calles soportalada, edificada a partir del siglo XVII, que queda enmarcada por bonitas edificaciones de dos y tres alturas. Un lugar de paseo obligado en Avilés, con numerosos bares donde hacer un alto en el camino.
PLAZA CARBAYEDO Y SU HÓRREO
Calle Galiana nos acerca a Plaza Carbayedo, un espacio arbolado bastante amplio y muy agradable, incorporado al centro histórico de Avilés a partir del siglo XVII y que hasta el siglo XX fue la sede de la feria de ganado de la ciudad.
En la plaza Carbayedo encontramos un hórreo, la típica construcción asturiana rural, diseñada como granero, para guardar y conservar los alimentos. En esta plaza hay varias sidrerías también.
CALLE RIVERO
Aunque la idea era entrar ahora por el Parque Ferrera, auténtico pulmón de la ciudad de Avilés, para aparecer en la Calle Rivero, lo cierto es que nos encontramos el parque cerrado, de manera que tenemos que rodearlo para llegar hasta nuestro siguiente destino.
La Calle Rivero es otra de las vías peatonales más bonitas que ver en Avilés. Aunque quizá el edificio más lustroso de esta calle soportala sea el barroco Palacio de Llano Ponte, aquí se viene a pasear, sin más.
La verdad es que se trata de una vía de lo más agradable, que también llega hasta la Plaza España, centro neurálgico de la población.
Llegados a este punto, nos acercamos un momento a la adyacente Calle Palacio Valdés, donde encontramos el teatro homónimo, de preciosa fachada modernistas. Una pena que no podamos visitar su interior, que nos aseguran que es de relumbrón.
EL BARRIO DE SABUGO E IGLESIA DE SANTO TOMÁS
Aunque está anocheciendo ya, no podemos terminar la visita a Avilés sin acercarnos hasta el Barrio de Sabugo, que es su tiempo fue barrio marinero.
En la plaza de Carbayo encontramos el que probablemente sea el edificio más relevante del barrio. Me refiero a la románica iglesia de Santo Tomás, también conocida como Iglesia Vieja, después de que a finales del siglo XIX se levantase un templo neogótico, que es la Iglesia Nueva.
Las portaladas, con sus arquivoltas, y el campanario en espadaña, es lo más relevante de este templo de planta basilical. Por cierto, las arquivoltas de la portalada de la fachada principal son ya apuntadas, lo que refleja que estamos entrando ya en el gótico.
La verdad es que visitar Avilés nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Al menos deberíais dedicar media jornada a esta ciudad que ha dejado atrás su pasado industrial y que dispone de un centro histórico de lo más interesante.