¿Qué hacer y qué ver en Atenas en 2 días? Nos habían hablado tan mal de Atenas que al final nos sorprendió gratamente. Es evidente que la Atenas post-olímpica ha sufrido un lavado de cara con motivo de los Juegos Olímpicos de 2006, que hace que la ciudad sea ahora mucho más agradable que hace unos años. Las fachadas se han limpiado, los espacios verdes han crecido y sobre todo se han construido una serie de paseos peatonales que han hecho de la capital griega una ciudad muy agradable de pasear en las calurosas noches de verano, cuando la temperatura ya se ha suavizado, pero todavía hay luz hasta bien tarde. Son los llamados paseos arqueológicos, que unen las distintas zonas arqueológicas de la ciudad en una serie de paseos adoquinados y que no hay que perderse en Atenas.
Atenas es una ciudad Mediterránea y latina en la máxima expresión de la palabra. A la gente le gusta comer tarde y cenar aún más tarde. Hay al menos cuatro zonas donde los restaurantes y bares se multiplican de manera espectacular (Plaka, Monastiraki, Microlimano y Psiri). Las diferentes tabernas, una al lado del otro, sitúan las mesas en la calle y hay un ambiente imposible de encontrar en ninguna ciudad que no sea mediterránea.
En verano suele hacer calor en Atenas (estábamos a unos 35 grados a finales de agosto), de modo que es preferible hacer las visitas a los recintos arqueológicos a primera hora o a media tarde. Durante los días que estuvimos en Atenas, la península del Peloponeso fue asolada por unos horribles incendios en cadena que dejaron más de 70 muertos. Las calles de Atenas estaban llenas de ceniza y a media tarde el cielo tomaba un terrible color grisáceo producto de los incendios.
CÓMO LLEGAR A ATENAS.
Lo más habitual es llegar a Atenas en un vuelo que llegue a su principal aeropuerto, el internacional Eleftherios Venizelos. Suelen haber vuelos a precios asequibles en compañías de low cost, tanto desde Barcelona, como desde Madrid.
Al llegar a Atenas es fácil ir del aeropuerto al centro. El metro llega hasta la terminal aérea y te deja en el centro de Atenas, en la plaza Sintagma. Allí se puede hacer transbordo si lo necesitas. Nosotros teníamos el hotel en la zona de la Plaza Omonia.
La red de metro parece bastante eficiente y te deja cerca de los lugares a visitar. Está formada por tres líneas y 51 estaciones. Hay billetes individuales, pero también abonos diarios, semanales y mensuales.
Además de llegar hasta el aeropuerto (línea 3), el metro llega también hasta el puerto del Pireo (línea 1), por si tienes que coger un ferri a las islas o quieres ir a cenar en la zona del muelle de Microlimano, donde hay un montón de tabernas de pescadores.
QUÉ HACER EN ATENAS Y QUÉ VER EN ATENAS EN 2 DÍAS. VISITAS IMPRESCINDIBLES.
Acrópolis
Sin duda, la visita estrella de la capital helénica y también es más espectacular que ver en Grecia. Si hay algo que hay que ver en Atenas, seguro que es la Acrópolis, de manera que probablemente sea la primera visita que hacer en Atenas. La entrada permite disfrutar también de otras zonas arqueológicas de Atenas (las ágoras antigua y romana, el Cementerio Cerámico, el Olimpeion y el Teatro de Dionisio).
La visita debe hacerse o bien a primera hora o bien, un par de horas antes de cerrar (en verano cierran a las 19:30). Más que nada, porque al mediodía, el sol cae a plomo y el calor se hace bastante insoportable. La entrada por la majestuosa puerta de los propileos, antigua entrada a la Acrópolis, es monumental y te hace entrar en situación. Sólo pasar los propileos te encuentras de cara con el monumento más importante de la Historia de Occidente: el Partenón.
Construido íntegramente de mármol blanco en época de Pericles y bajo la dirección de Fidias, uno de los escultores más célebres de la historia, el templo dedicado a Atenea Parthenos, la diosa protectora y homónima de Atenas, es la obra culminante de Calícrates e Ictino, los dos arquitectos que se encargaron del diseño. Es un enorme templo, cima del orden dórico, construido entre el 447 y el 432 antes de Cristo. Se trata de un períptero (hay columnas en toda su periferia) octástilo (con ocho columnas en su fachada principal).
Fidias, que también fue el autor de la estatua crisoelefantina (de oro y marfil ) de Zeus Olímpico (una de las siete maravillas de la antigüedad, que se encontraba en el recinto sagrado de Olimpia ) fue el encargado no sólo de la dirección de la obra sino también de la decoración escultórica, es decir, de los frontones, de las metopas (que representaban temas mitológicos griegos, como la Gigantomaquia, amazonomaquia, centauramaquia y la Guerra de Troya), del enorme friso (con la gran procesión de las Panateneas) y de la imagen de Atenea Parthenos, crisoelefantina también y que se encontraba en la cela del templo. Nada de esto se encuentra ahora en el Partenon. Los frisos, las metopas y los frontales están los museos (sobre todo en el British Museum de Londres, pero también en el Museo de la Acrópolis que estaba cerrado durante nuestra visita, pero que ahora es una visita imprescindible) y la enorme estatua de Atenea Parthenos, desgraciadamente, ha desaparecido.
El efecto de estar delante del Partenón es enormemente emocionante, con su blanca estructura marmórea, monumental y con sus columnas ligeramente curvadas para crear el efecto visual de estar simétricamente situadas.
Entre los otros edificios que hay en la Acrópolis, cabe destacar también el precioso templo del Erecteion, construido entre el 420 y el 406 AC en una terraza en tres niveles, y famoso porque sus columnas son las famosas cariátides, imágenes de seis mujeres de 2.3 metros de alturas que sostienen sobre su cabeza, el templo de orden jónico. Este pequeño templo está situado en uno de los puntos más sagrados de toda la Acrópolis, donde la diosa Atenea, la patrona de Atenas hizo que el olivo que regaló a la ciudad, floreciera.
Ni que decir, que las cariátides actuales son copias, pues las originales (4 de las 6 ) se encuentran en el Museo de la Acrópolis.
Hefesteion
Uno de los templos mejor conservados de todo el país es el Hefesteion o Teseion que se encuentra en el recinto del Ágora Antigua, cerca de la Acrópolis. Desde luego, es otro de los grandes templos que hay que ver en Atenas.
Es un precioso templo de orden dórico, dedicado al culto a Hefesto y Atenea. Al igual que el Partenón es un períptero, en este caso, hexástilo (6 columnas en la fachada principal y 13 en las laterales) y también se construyó en mármol entre el 460 y el 415 AC. Es el templo antiguo mejor conservado de toda la ciudad. Aunque no se conoce con exactitud el autor del templo, muchos autores creen que habría sido el propio Ictino, el arquitecto del Partenón, quien habría hecho los planos.
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Templo de Zeus Olímpico
A 500 metros de la Acrópolis encontramos lo que queda de este enorme templo, que en su tiempo fue el más grande que jamás se hubiera edificado en la cultura griega. Los templos en esta zona comenzaron a ser construidos hacia el 515 AC, y fueron continuados durante seiscientos años, pues muchas veces se suspendieron las obras por falta de financiación.
Fue el emperador Adriano, gran admirador de la cultura griega, quien terminó las obras el 131 DC. Se trata de un enorme templo de orden corintio, que tenía una longitud de 96 metros de largo por 40 de ancho. Tenía hasta 104 columnas corintias, de 17 metros de altura y 1.7 metros de diámetro, de manera que el aspecto era de ser un templo muy esbelto. Por desgracia sólo quedan 15 columnas en pie, pero eso no impide que podemos hacernos una idea de lo que era esta impresionante estructura.
Estadio Panathinaikó
Este precioso estadio de mármol blanco pentélico fue reconstruido con motivo de las primeras Olimpiadas de la era moderna, celebrados en Atenas en 1896. Se construyó en un valle natural entre dos cerros de la ciudad donde antiguamente se encontraba el estadio que acogía los Juegos Panatenaicos, uno de los festivales atléticos de la antigua Grecia.
Durante los Juegos Olímpicos de 2004, el estadio fue el incomparable marco de llegada de la maratón olímpica y de las pruebas de tiro con arco, pero como no tiene las medidas estándar de los estadios de atletismo actuales, no puede albergar competiciones atléticas. Caben unas 45.000 personas y su blanco mármol lo hace realmente cegador.
Plaza Syntagma y Parlamento
La plaza Syntagma o Plaza de la Constitución es el centro neurálgico de la capital griega, y de hecho, de todo el país. No sólo tiene la sede el Parlamento helénico sino que suele ser el lugar habitual de las más grandes manifestaciones que casi a diario, se han convocado en Atenas en los últimos tiempos.
El neoclásico Parlamento, de 1866, domina la plaza. Aunque inicialmente fue construido como Palacio Real, desde 1935 es la sede del Parlamento del país. Una de las cosas que hay que hacer en Atenas es acudir al cambio de guardia que cada domingo se realiza ante el parlamento, de manera solemne, a las 11 de la mañana. Si ese día no se estáis en Atenas, al menos deberíais acercaros cualquier otro día para fotografiaros con los Evzones, los guardias republicanos que visten pomposamente a las puertas del palacio.
Ante el Parlamento también encontramos el Monumento al Soldado Desconocido, que siempre está custodiado por Evzones.
Desde la Plaza Syntagma salen algunas de las avenidas más importantes de la ciudad, como Stadiou o Venizelou, que van en dirección Omonia, o Ermou, una de las más comerciales de la ciudad, pero donde encontramos, en medio, una de las mejores sorpresas que se pueden encontrar en Atenas: la iglesia Panigia Kapnikarea. Se trata de una pequeña iglesia bizantina ortodoxa del siglo XI, preservada y que se encuentra, en medio de la calle Ermou, rodeada y casi devorada por la gran ciudad. Construida en ladrillo, tiene planta de cruz y una pequeña cúpula sobre un tambor octogonal.
Monte Licabeto
Se puede subir a este cerro de 278 metros de altura, en un funicular o a pie (unos veinte minutos de subida por una escalinata bastante empinada). En la cima se encuentra la pequeña iglesia de San Sergio. Lo mejor son, evidentemente, las espectacular vistas que se pueden admirar desde la cima de la colina. Las vista llegan a toda Atenas, con la Acrópolis ante ti y al fondo de todo, el mar con las islas del Golfo Sarónico (Salamina y Egina). Siempre que la contaminación lo permita, claro.
Museo Arqueológico
Es el museo imprescindible de Atenas, con permiso, claro, del museo de la Acrópolis. Abarca desde la Prehistoria hasta la época romana, pero sobre todo encontramos la más importante de las colecciones de arte de la Grecia Clásica.
Entre las piezas expuestas encontramos la máscara funeraria de oro de Agamenon, encontrada en Micenas, un montón de Kouros de diferentes épocas (entre ellas el Kouros de Sunión ) o la escultura de Poseidón o Zeus (una enorme estatua de 210 centímetros de altura, hecha en bronce, de la que no se sabe muy bien quién es y que fue encontrada en 1928 en el fondo del mar, cerca del Cabo Artemísion).
También encontramos en este museo las pequeñas (y no tan pequeñas) esculturas de mármol de la cultura cicládica (y que han inspirado algunos de los movimientos artísticos más significativos del siglo XX ) o algunas preciosas ánforas que eran regaladas, llenas de aceite, a los ganadores los Juegos Panatenaicos. También se encuentran en el museo, los frescos traídos desde el recinto arqueológico de Akrotiki en Santorini, que parece que tienen un valor histórico enorme, pero que nos parecieron demasiado reconstruidos.
Museo de la Acrópolis
El Museo de la Acrópolis fue inaugurado el 20 de junio de 2009 con la pretensión de que se fuera abasteciendo de todos los tesoros de la Acrópolis que se encuentran repartidos por un montón de museos del mundo. En particular, la máxima aspiración es la recuperación de los conocidos como «mármoles de Elgin». Es decir, los frisos del Partenón, que se encuentran en el British Museum de Londres.
Está situado justo a los pies de la montaña sagrada y tuvo un costo de más de 130 millones de Euros. Eran tiempos de vacas gordas, justo antes de que Grecia es sumiso en una de las crisis económicas más grandes de la historia.
Entre los cientos de piezas que encontramos, destacan las cariátides del Erecteión.
Plaka
Es la zona más turística en cuanto a locales para cenar y tiendas de recuerdos. Se trata de un pequeño pueblo dentro de la gran ciudad donde las calles son peatonales y las aceras llenas de mesas y sillas de las diferentes tabernas que se suceden una al lado del otro en todo el barrio. Uno no debe esperar encontraruna auténtica taberna griega donde vayan los atenienses, pues es un barrio eminente turístico, donde las tabernas son frecuentadas casi en exclusiva por extranjeros.
En cualquier caso, es un lugar muy agradable para pasear, sobre todo cuando cae el sol, al anochecer. Y es un lugar ideal para ir a cenar algún día, o si se prefiere, tomar una copa o un frappe, después de cenar. Hay, eso sí, que tener cuidado donde te pones a cenar, pues de lo contrario puede ser que comas mal y encima te claven. Es por ello que tiramos de guía, y fuimos a cenar a la taberna Damingos (Kydhathineon 41), que está situada en un sótano en el centro de Plaka y que está abierta desde 1865 (nos dicen que es la más antigua del barrio). Cenamos muy bien y bien de precio (imprescindible su bacalao -bakaliáro skordhaliá -, muy bueno su queso picante y no nos gustó tanto su faba -una especie de puré de judías calientes, típicas de Atenas-).
Monastiraki
Muy cerca de Plaka encontramos otro de los barrios más emblemáticos i que hay que ver en Atenas: Monastiraki. Este barrio está, al igual que Plaka, lleno de restaurantes y bares, desde los más típicos para turísticos, hasta preciosos locales de diseño o tabernas de toda la vida. Desde la Plaza Omonia, la Calle Athina nos lleva a la Plaza principal de Monastiraki, y desde allí, un entramado de callejuelas se bifurcan por todo el barrio. Los domingos hay que ir al mercado dominical del barrio, el Pazari o Mercado de las pulgas. Una especie de rastro, situado en la Plaza Abisinías y las calles adyacentes, donde encontramos todo tipo de baratijas, desde discos de vinilo de hace cincuenta años, a antiguallas de todo tipo, cómics de los años cincuenta o material de la guerra de Yugoslavia. Imprescindible pasar un par de horas en este rastro.
En la plaza Monastiraki, que da nombre al barrio, y donde está la parada de metro homónima, encontramos la antigua mezquita Tzistarakis, construida en 1759 por el turco Mustafa Aga, el cual utilizó material de los antiguos edificios de Atenas. Actualmente, la mezquita no es un lugar de culto islámico, si no un museo de cerámica tradicional.
Psiri
Otra de las zonas donde ir a cenar. Hasta hace pocos años este barrio era muy poco popular. Incluso, estaba considerado algo peligroso. Pero en la última década se ha llenado de preciosas tabernas donde comer el delicioso souvklavi o gyros, ya sea de pollo o de cerdo, amenizado con la típica ensalada griega con tomate y queso feta. También hay unas cuantas galerías de arte en este barrio, pero cuando coge realmente ambiente es cuando la noche deja paso a la noche.
Pireus
Es uno de los puertos más importantes de Europa y de hecho una ciudad diferenciada de Atenas. Pero para los habitantes de Atenas, el Pireo no deja de ser su puerto. La línea de metro nos deja en medio del Pireo. Así, la parada de Faliro, queda justo en frente del Estadio de fútbol del Olimpiakos y queda a un cuarto de hora andando de una de las zonas más animadas de Atenas: el muelle de Microlimano.
En este puerto, las embarcaciones pesqueras han dejado paso a las más deportivas, pero lo que realmente le da ambiente es la gran cantidad de restaurantes de pescado, donde degustar una buena fritura a un buen precio. Y luego, con la barriga bien llena, se puede terminar la noche tomando un frappé, o tal vez una copa, en la gran cantidad de bares musicales, siempre de diseño, que se acumulan en esta zona, una la de las más pijas de Atenas.
Al Pireo, también fuimos para tomar el ferry hacia las islas griegas. En este caso, hay que bajar en la última parada de la línea de metro (Pireus). Justo al salir te encuentras frente al muelle de los ferris.
Desde luego hay muchas cosas que ver en Atenas. sinembargo, no hay que olvidar realizar una de las excursiones más bonitas de un día desde Atenas, la que lleva al Templo del Poseidón del Cabo Sounion (en este post sobre el Cabo Sounion os describo como llegar a él en transporte público).
Comentarios:
6 comentarios en “Que ver en Atenas en 2 días. Visita a la cuna de la cultura occidental.”
Para mí, la mejor visita fue el Keramikos. Me encantó. Me pasó lo mismo que a ti, me habían dicho tantas veces que Atenas era feo que me sorprendió lo mucho que me gustó. Las noches en Monastiraki son geniales, se llenan de gente cantando, bailando e incluso manifestándose. No cabe duda de que es un sitio para vivirlo un rato.
Un artículo muy completo! Me ha gustado mucho este recorrido por Atenas, una ciudad que aún no conozco. A mi también me han comentado que es una ciudad fea, pero por lo que veo a mi sí me gustaría, sobre todo por la visita a estos monumentos y la historia que guardan.
Nosotros estuvimos una mañana haciendo escala en un crucero pero definitivamente tendremos que volver para visitar todo lo que nos queda por ver. 🙂
Muy bueno el relato y las recomendaciones, viajamos a Atenas en Diciembre proximo, buenisima tu informacion. Muchas gracias.
A mi Atenas me sorprendió para bien y no me importaría repetir. Feliz viaje, Mario!
Gracias, un abrazo !! Muy bueno lo de ustedes con este tipo de posteos (Y)