Visitar la Ciudad Encantada de Cuenca supone sumergirse en unos paisajes de fantasía bien cercanos a la capital provincial. No se entendería un viaje a Cuenca sin dedicarle una visita a este precioso y encantador lugar que dista, únicamente, una media hora en coche de la ciudad de los ríos Júcar y Huécar.
LA CIUDAD ENCANTADA DE CUENCA, UN MODELO DE EXOKARST.
Pero, ¿qué es la Ciudad Encantada de Cuenca? Pues se trata de un maravilloso paisaje kárstico situado en la que es conocida como Sierra de Cuenca, cerca del municipio de Valdecabras, en la región de Castilla la Mancha.
El Karst es una palabra de origen esloveno que nos explica un fenómeno que se origina con lo que se conoce como meteorización de las rocas que componen un determinado paisaje. Y entendemos como meteorización por las descomposiciones de los minerales y rocas al ponerse en contacto con determinados agentes. Por distintos medios que no vienen al caso, todo ello provoca algo así como la desunión de la roca, haciéndola porosa y erosionándola, hasta el punto de crear un curioso paisaje que puede presentar distintas morfologías.
En Eslovenia mismo, de donde deriva el palabrejo como hemos comentado, pudimos visitar las cuevas de Postojna o Skokjan, por ejemplo, pero paisajes kársticos los hemos podido conocer en todo el continente europeo, como en la República Checa (las cuevas Punkva), Francia (en las cuevas Grands Canalettes de Villefranche de Conflent) o España (por ejemplo, en las Cuevas de Salnitre de Collbató). Desde luego el fenómeno no es exclusivo del continente europeo. Son todos ellos ejemplos de endokarst. Es decir, el karst que se produce en cavidades subterráneas.
Sin embargo, la Ciudad Encantada de Cuenca es un ejemplo de exokarst, el decir, la acción de agua, viento, hielo, así como de otros agentes químicos han provocado la erosión y meteorización de la roca original que está en la superficie terrestre hasta el punto de formar una serie de paisajes de lo más curiosos. Es decir, se trata de un karst que puede visitarse sin necesidad de internarse en cueva alguna.
La cuestión es que la distinta composición química de las rocas que formaban en un origen la Ciudad Encantada de Cuenca, así como su distinto grado de dureza, han dado lugar a que la erosión de las mismas haya sido distinta una de la otra, originando un sinfín de originales formas que podrían parecer más dignas de la imaginación de algún artista contemporáneo que de la propia naturaleza. Aunque sabido es que ésta suele ser bastante más ingeniosa que la mente humana y que, una vez más, la realidad supera la ficción.
La Ciudad Encantada de Cuenca se formó en el periodo Cretácico. Es decir, hace unos 90 millones de años, momento en el que un enorme mar cubría casi por completo la Península Ibérica. Fue el momento en que sedimentaron una gran cantidad de sales, particularmente carbonato cálcico. Tras la elevación del terreno acontecida en los millones de años venideros, la piedra caliza procedente del carbonato cálcico entró en contacto con la atmósfera. Es el momento en que los distintos agentes físicos y químicos provocaron la citada meteorización de la roca calcárea y se formó el maravilloso paisaje que hoy tendremos la oportunidad de visitar.
VISITAR LA CIUDAD ENCANTADA DE CUENCA
Para visitar la Ciudad Encantada de Cuenca hay que sacar un billete que tiene un precio de 5 euros. Barato, ciertamente, aunque no gratuito como suelen ser este tipo de lugares en, por ejemplo, Islandia.
El recorrido por el paraje de la Ciudad Encantada transcurre siguiendo un sendero debidamente señalizado con empalizadas. No hay pérdida alguna. El trayecto, que tiene una longitud de unos tres kilómetros y del que se requiere una duración estimada de una hora y media para ser recorrido, es completamente plano y verdaderamente facilón. Se trata de un sendero circular que nos llevará a conocer centenares de curiosas formas de las que aproximadamente una quincena tienen nombre propio.
Ha sido la mente humana quien se ha encargado de denominar algunas de las formaciones más curiosas tras percatarse de que se pueden asemejar a unos amantes a punto de besarse (para la que es conocida como Los Amantes de Teruel), a una foca jugando con una pelota, a un par de osos encarados o a un elefante jugando con un cocodrilo. Ni que decir que en buena parte de las ocasiones, debemos forzar nuestra mente para conseguir entender si el nombre de la formación se corresponde con lo que podemos visualizar. Pero más allá de ello, la verdad es que el sendero es de lo más atractivo y las distintas imágenes que podremos ir visitando en esta Ciudad Encantada de Cuenca, de lo más interesantes y sorprendentes.
Una posibilidad, por cierto, es realizar una visita guiada a la Ciudad encantada de Cuenca de la mano de un guía experto. Nosotros no lo hicimos así porque no adecuamos nuestra visita a los horarios de visita guiada, pero la verdad es que debe ser de lo más interesante y tiene un precio, únicamente, de un euro más sobre el precio de la entrada. Podéis mirar los horarios y contratar la visita guiada en este link.
La verdad es que visitar la Ciudad Encantada de Cuenca resulta algo maravilloso, de manera que, como decía, no entendería una visita a Cuenca sin acercarse a esta maravilla de la geología que dista solo una treintena de kilómetros de la capital provincial.
Si queréis leer nuestro post sobre lo mejor que hay que ver en Cuenca en 1 día, aquí lo tenéis.
Comentarios:
15 comentarios en “CIUDAD ENCANTADA DE CUENCA. El fantasmagórico bosque petrificado.”
Nos encantan este tipo de rutas, sin duda a tener en cuenta si visitamos la zona. Gracias por mostrarlo ??
Esa aventura me tiene que encantar
Que interesante no sabía que había este bosque 😉
¡Qué bueno!Es un lugar que tengo apuntado desde hace años para ir, además noconozco Cuenca así que tengo la excusa perfecta 🙂
¡Un abrazo!
Yo he tardado 43 años en visitarla, Maruxaina. No esperes tu tanto! La verdad es que la ciudad es preciosa y esta excursión merece mucho la pena!
Así es, tal y como lo cuentas. Una verdadera enciclopeia geológica, por lo visto!
Un abrzo, Ale.