El Arte Islámico va a ser el protagonista de este post que supone el nuevo reto que me ha propuesto mi amigo bloguero Florencio Moreno, autor del blog de viajes Mundandy.
El Islam es la más moderna de las grandes religiones. Su advenimiento no se produce hasta el año 622, con la predicación de Mahoma en La Meca. La expansión del Islam, desde su origen en la Península Arábiga, fue fulgurante en los siglos siguientes producto, a menudo, de la imposición religiosa derivada de las conquistas militares. Conocemos como Arte Islámico el estilo artístico desarrollado en las distintas culturas que han abrazado el Islam a lo largo de los años. Un estilo artístico, en este caso, que casi por definición nada tiene de uniforme, pues más allá de creer en la fe de Mahoma, poco o nada tenían de relación los otomanos con los mogoles o con las distintas dinastías que gobernaron el Magreb o la Península Ibérica a lo largo de los siglos.
No debemos entender el Arte Islámico como un género estrictamente religioso. Cierto que sus monumentos más característicos fueron las mezquitas, los mausoleos y las madrasas o escuelas coránicas. Pero, teniendo en cuenta que muy a menudo la religión islámica se confundió con el propio estado, también buena parte de las obras civiles alzadas en los territorios de dominio musulmán deben ser consideradas como parte del Arte Islámico en su acepción más amplia. Además, lógicamente, de los mismos palacios que las distintas dinastías alzaron en las capitales de los territorios que dominaban.
Por último quería comentar que en este post hemos obviado las mezquitas. El motivo es que ya dedicamos un post a las mezquitas más bonitas del mundo. Sin más, os dejo con 10 de las mejores obras de Arte Islámico que hemos podido conocer a lo largo de nuestros viajes.
10 OBRAS DE ARTE ISLÁMICO EXCEPCIONALES.
GUR EMIR. MAUSOLEO DE TAMERLÁN. SAMARCANDA. UZBEKISTÁN.
El Gur Emir es el Mausoleo de Tamerlán en Samarcada. Es solo una de las muchas joyas del Arte Islámico que se pueden visitar en esta ciudad uzbeca. Lo curioso es que este mausoleo fue alzado por el propio Tamerlán en honor a su nieto Mohamed Sultán.
Sin embargo, la muerte prematura sorprendió a este gran guerrero turco-mogol y fundador de la dinastía de los timúridas, de manera que finalmente fue él mismo el enterrado en este suntuoso mausoleo.
Este monumento es una enorme sinfonía de colores, con el vidrio esmerilado tan característico del estilo que se extendió en toda la ciudad y que predomina en la fachada, los patios, la cúpula y los minaretes del Gur Emir. En el interior, incluyendo la cúpula, lo que dominan son los dorados. El Gur Emir es una maravilla que se convirtió en Panteón Timúrida.
PALACIO ALI QAPU. ISFAHAN. IRÁN.
El Palacio de Ali Qapu era la residencia del Sha de Persia y se localiza en la Plaza del Imam de Isfahan. Los estucos y pinturas al fresco decoran buena parte de la que es otra de las mejores obras de Arte Islámico a nivel mundial. El Sha Abbas, de la dinastía de los safávidas, fue el gran impulsor de la ciudad y el artífice de esta maravilla.
El palacio tiene hasta siete plantas, aunque no lo parezca desde la plaza. Desde aquí lo que se observa es una gran terraza mirador situada por encima de una gran portalada. Un lugar privilegiado desde el que observar una de la más maravillosas plazas del mundo entero.
MADRASA BEN YOUSEF. MARRAKECH. MARRUECOS.
La Madrasa Ben Yousef de Marrakech es una de las más bonitas de Marruecos. Quizá la más bella junto a la Madrasa Attarin de Fez. Ambas merecerían estar en cualquier lista de las mejores obras de Arte Islámico y fueron alzadas por la dinastía de los meriníes o merínidas, quienes controlaron el norte del actual Marruecos e incluso parte de la Península Ibérica entre los siglos XIII y XV.
En los momentos de mayor esplendor, esta madrasa alzada a partir de 1565 permitió que hasta 900 estudiantes pudieran alojarse en sus más de 130 celdas, mientras aprendían el credo de Mahoma. Azulejos, yeserías y maderas nobles son los materiales más utilizados en esta maravilla dispuesta conforme a varios patios alrededor de las cuales se localizan las distintas celdas.
CÚPULA DE LA ROCA. JERUSALÉN. PALESTINA.
La Cúpula de la Roca, que se localiza en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén es otra de las más maravillosas y universales obras del Arte Islámico. De planta octogonal y recubierta de cerámica esmerilada, al más puro estilo persa, está culminada por una gran cúpula dorada.
La Cúpula de la Roca se alzó en el lugar donde Mahoma subió a los cielos. Curiosamente, coincide con el mismo lugar donde Abraham estuvo a punto se sacrificar a su hijo. O eso cuenta la historia. En este post post podéis leer más acerca de los lugares que hay que ver en Jerusalén.
PALACIO DE TOPKAPI. ESTAMBUL. TURQUÍA.
El Palacio de Topkapi de Estambul es uno de los espacio palaciegos más maravillosos que ha creado en Arte Islámico. Junto al célebre harén, es una de las visitas imprescindibles de Estambul y fue edificado por orden de Mehmet II, el Sultán que conquistó la ciudad para los otomanos.
Situado excelentemente, en un lugar donde domina el Cuerno de Oro y el Bósforo, el Palacio de Topkapi se dispone a lo largo de un buen número de patios y pabellones, muy al gusto oriental. La Sala de las Audiencias, el Pabellón de Bagdad o el Pabellón de Mustafa Pasha son algunos de los espacios más bellos del Palacio Topkapi, destacando su azulejería verde-azulada, tan típica del arte otomano y que también podemos disfrutar en varias de las mejores mezquitas de Estambul.
PALACIO DE LA ALHAMBRA. GRANADA. ESPAÑA.
El Palacio de la Alhambra está considerada una de las mejores obras de Arte Islámico en la Península Ibérica. Esta ciudad palaciega fue edificada por la dinastía de los nazaríes en la granadina colina de Sabika, probablemente sobre una fortaleza ya existente anteriormente.
Verdadera joya del Arte Islámico, sus patios, sus columnas, sus yeserías, sus fuentes y sus distintos palacios dan lugar a un monumento considerado entre los más geniales de la Historia del Arte con mayúsculas. Solo tres de los ocho palacios existentes en el momento de mayor esplendor de la Granada de los nazaríes han llegado a nuestros días: el de Comares, el Mexuar y el Palacio de los Leones. Sin embargo, esto es suficiente para comprender la grandeza de este espacio, con lugares tan emblemáticos como la Sala de las Dos Hermanas con su cúpula de mocárabes o el maravilloso Patio de los Leones, con su famosa fuente central.
TAJ MAHAL. AGRA. INDIA.
El Taj Mahal no solo es una joya del Arte Islámico. Se trata de una de las obras más maravillosas de la historia del arte a nivel mundial.
El Taj Mahal fue construido por orden del emperador mogol Sha Jahan durante el primer tercio del siglo XVII, en un estilo que combina lo mejor de las distintas variantes del arte islámico, desde el persa al turco. Dicen que más de 20.000 trabajadores y artesanos fueron requeridos para alzar el que fue el mausoleo de su amada esposa, Mumtaz Mahan, quien falleció al dar a luz el decimocuarto vástago del emperador.
Edificado en mármol y con múltiples incrustaciones de piedras preciosas y semipreciosas, el mausoleo se dispone a modo de mezquita, incluyendo una gran cúpula central y cuatro minaretes exentos.
RIBAT DE SUSA. TUNEZ.
He querido incluir el Ribat de Susa, en Túnez, en esta lista de las mejores obras de Arte Islámico porque es absolutamente diferente a todas las otras y porque representa un estilo muy propio de la actual Túnez, donde se pueden visitar varias fortalezas de este tipo. De todas ellas, la de Susa es la que se tomó como modelo para las distintas que se fueron alzando a lo largo y ancho del territorio.
Fue la dinastía aglabí quien mandó construir esta fortaleza que su ubica justo enfrente la Mezquita Mayor de la localidad. Se trata de una construcción edificada en piedra, parcialmente almenada, de planta cuadrangular y extremadamente austera. En los ángulos observamos la presencia de torres semicirculares. Incluso una de ellas hace las funciones de alminar.
Por cierto, los ribat de Túnez recuerdan bastante a las distintas fortalezas que se pueden visitar en Omán.
PUERTA DE BAB AL MANSOUR. MEKNÉS. MARRUECOS.
Aunque madrasas, mausoleos y palacios dominan esta lista de las mejores obras de Arte Islámico, que querido incluir también alguna obra de carácter civil.
Me he decantado por la Puerta de la Ciudad de Meknés, que fue alzada por la dinastía alaouí o alaouita (por el Sultán Mulay Ismail en 1732), que es la que en la actualidad siguen comandando los designios de Marruecos.
En el centro de esta gran puerta encontramos un gran arco en herradura. Esta portalada permanece cerrada. A ambos lados, se disponen sendos conjuntos de dos arcos esquineros sobre columnas. Toda la portalada está decorada con mosaicos verdosos que conforman una decoración de carácter geométrico, tan típico del Arte Islámico.
Otras joyas del Arte Islámico civil son el Puente Khaju de Isfahan o la Fuente de Ahmet III, localizada justo enfrente del Palacio de Topkapi de Estambul. No me puedo resistir a dejaros una foto de cada uno de estas edificaciones.
MADRASA ULUGH BEG. SAMARCANDA.
La última de estas 10 joyas del Arte Islámico lo encontramos también en Samarcanda. Se trata de uno de los tres grandes edificios que presiden la Plaza del Registán de la antigua capital timúrida. La madrasa o escuela coránica de Ulugh Beg es el más antiguo de los tres edificios, fue alzado en 1420 y fue mandada alzar por el sucesor de Tamerlán, Ulugh Beg, un monarca ilustrado del que recibe su nombre.
En su fachada destaca su enorme arco de entrada o pishtaq, que queda enmarcado entre dos grandes minaretes. Todo ello ornamentado con cerámica vidriada de colores azules, verdes y celestes, tan habituales en Samarcanda. En el interior, las 56 habitaciones se reparten en dos plantas.
En este post he incluído la Ulugh Beg, pero no puedo dejar de comentar que las otras dos madrasas de la Plaza del Registán son también verdaderas joyas del Arte Islámico: la Madrasa Tilla-Kari y la Sher Dor. Dejadme que os ponga una foto de la cúpula de la primera y de la fachada de la segunda, que dispone de una tiene como peculiaridad un pishtaq o arco de entrada ornamentado con dos tigres atacando sendos ciervos. Y si queréis saber más sobre ellas os remito a este post acerca de los lugares que hay que ver en Samarcanda.
Y con la Madrasa de Ulugh Beg termino con esta lista de algunas de las mejores obras del Arte Islámico. Espero que os haya gustado. Os dejo ahora, con la lista que ha elaborado Florencio para su blog.
Comentarios:
4 comentarios en “10 OBRAS DE ARTE ISLÁMICO UNIVERSALES. De la India a Al Andalus.”
Excelente selección, a la manera habitual. Esta vez he visto todos los de tu lista, excepto el más conocido: el Taj Mahal, que es una espina que llevo clavada y espero poder quitarme algún día.
Todas ellas son unas obras magníficas, tanto por su diseño como por su significado. Quizás destacaría el Gur-e Amir y la medersa Ben Youssef, que me dejó realmente atónito cuando la vi. Pero el resto también son edificaciones sin igual.
Un placer, como siempre, y a por el siguiente reto.
PD: Se te ve joven en la foto de Sousse. 🙂
La Madrasa Ben Yousef es uno de los edificios más bellos del Magreb. Se parace mucho a otra de Fez, la Al Attarin, que es del mismo estilo y creo que fue alzada por la misma dinastía. Y el Tarj Mahal, qué decir de él… uno de los momentos más sublimes de la historia del arte, desde luego.
Echo en falta la mezquita de Qom, en Irán (solo pueden entrar a ella los creyentes. No se permitían las fotografías en 1977)…
Hola Luis Maria. Como comenté, he onviado las mezquitas porque ya le dediqué un post, aunque ciertamente la mezquita de Qom es un mausoleo, por lo que podía haberlo incluido. El Mauosoleo que hay en Shiraz también es espectacular.
Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.