Qué ver en Salzburgo. Visitar Salzburgo es mucho más que recorrer la ciudad de Mozart y de Sonrisas y Lágrimas. Cierto es que el genial compositor, natural de Salzburgo, atrae cada año a millones de viajeros dispuestos a conocer su casa natal. E igualmente verdad resulta que año tras año, son muchísimos los turistas que llegan a Salzburgo en busca de los escenarios de la famosa película de Hollywood Sonrisas y Lágrimas, inspirada en las vicisitudes de la familia Von Trapp, que fue rodada entre esta ciudad.
Sin embargo, visitar Salzburgo supone conocer una ciudad con más de 2500 años de historia (al menos, desde que los romanos se asentaran aquí) y cuyo obispado, uno de los más antiguos al norte de los Alpes, fue creado por San Ruperto allá por el año 700. Probablemente sea Salzburgo, la segunda ciudad más visitada de Austria, tras Viena.
Los príncipes-obispos de Salzburgo fueron durante varios siglos los grandes gobernantes de la que era una importantísima ciudad-estado independiente hasta el siglo XIX. La riqueza les llegaba a los gobernantes de Salzburgo del comercio de la sal. De hecho, el topónimo de Salzburgo significa precisamente ciudad de la sal, algo que nos recuerda la importancia de este oro blanco durante milenios (se sabe, por ejemplo, que ya los romanos extraían sal de las montañas de los alrededores de Salzburgo).
Varios de los lugares que hay que ver en Salzburgo hacen referencia al poder de aquellos príncipes-obispos. La fortaleza de Hohensalzburg, el Palacio Mirabell o la Residenz, son algunos de ellos. Todo el centro histórico de Salzburgo está incluido dentro del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Estos son los 10 lugares que hay que ver en Salzburgo de forma obligada.
- Festung Hohensalzburg
- Catedral de Salzburgo
- Las plazas de alrededor de la Catedral.
- Getreidegasse, la calle más bonita que ver en Salzburg.
- San Pedro y su cementerio.
- El Palacio Mirabell
- El Mirador de Monchsberg
- El Mirador de los Capuchinos, las vistas más bellas que ver en Salzburgo.
- La cervecería de los Augustinos
- Palacio Hellbrunn y los Juegos de Agua
DONDE DORMIR EN SALZBURGO.
HOTEL DOKTORWIRT, AIGEN, SALZBURGO. Un hotel familiar perfecto, en Aigen, a solo 10 minutos de bus del centro de Salzburgo (hay sitio para aparcar gratis en el mismo hotel). El Doktorwirt es un hotel de carácter familiar precioso, con piscina interior y exterior. Las habitaciones son amplias y confortables, revestidas de madera, como corresponde a las viviendas tradicionales de Austria. El desayuno está también muy bien.
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SALZBURG CARD Y HACER UNA VISITA GUIADA POR SALZBURG
La Salzburg Card es la tarjeta que os abre las puertas a todos los monumentos que hay que ver en Salzburg. Todos están incluidos y no tendréis que pagar ningún suplemento. Además, también se incluye el funicular al Castillo y el transporte público.
Si sois de los que os gusta visitar los monumentos más allá de pasear, os va a valer mucho la pena. La podéis contratar aquí junto a un tour panorámico por Salzburg, de 1.5 horas.
Otras posibilidades que os pueden interesar son:
- Realizar el Tour de Sonrisas y Lágrimas, por Salzburgo y los alrededores.
- Realizar una visita guiada en español por el centro de Salzburgo.
CATEDRAL DE SALZBURGO
Empezamos la visita a la ciudad por su Catedral, el templo más importante que ver en Salzburgo. Está en el centro de la población y su fachada occidental se encuentra en la Domplatz. Es decir, la plaza de la Catedral.
Se trata de un templo barroco, obra del arquitecto italiano Santino Solari, de principios del siglo XVII. Todo el centro monumental de Salzburgo fue confiado a arquitectos italianos que por aquel entonces eran considerados los mejores del mundo. Nada que ver, por tanto, con aquel primer templo del siglo VIII.
La fachada de la catedral es bastante sobria, aunque el interior, con los estucos y frescos tan típicos del barroco, es bastante más fastuoso.
LAS PLAZAS DE ALREDEDOR DE LA CATEDRAL.
Merece la pena rodear la catedral para visitar las distintas plazas que la rodean. La de la fachada occidental ya hemos dicho que era la Domplatz. Aquí destaca una estatua de la Virgen María, sin corona. La corona, dorada, la sujetan dos ángeles en la misma fachada del templo, de manera que situados en un punto concreto, da la sensación que los dos querubines estén coronando la Virgen María.
La plaza que queda al norte es la Residentzplatz. Recibe su nombre porque aquí se localizan las dos residencias de los Príncipes-Obispos: la Nueva y la Vieja. En el centro destaca una bellísima fuente de mármol, con un tritón en el medio que, ciertamente, recuerda una de las fuentes de Roma, obra de Bernini.
Colindando con la Residenzplatz encontramos otra de las plazas que hay que ver en Salzburgo de manera obligada. El motivo no es que justo en medio se localiza una estatua del hijo predilecto de la ciudad: Wolfgang Amadeus Mozart. La plaza recibe su nombre.
La plaza que da al sur es la Kapitelplatz, que nos sorprende con una escultura muy moderna consistente en una gran esfera dorada coronada por una persona. También aquí se localiza una juego de ajedrez gigante. No podemos echar ninguna partida durante nuestra estancia en Salzburgo, porque siempre está ocupado.
FESTUNG HOHENSALZBURG
Tras pasear por las distintas plazas que rodean la catedral es momento se visitar otro de los grandes monumentos que hay que ver en Salzburgo. Me refiero al Castillo de Hohensalzburg, la gran fortaleza que domina la población desde lo alto.
Parta llegar a ella, debéis tomar el funicular (el billete del funicular, así como la entrada al Castillo, está comprendida en la imprescindible Salzburg Card). La verdad es que las vistas desde la terraza del castillo son majestuosas. Hay un varias panorámicas que hay que ver en Salzburgo, pero nuestras cuatro favoritas son desde el castillo, desde la colina de os Capuchinos, desde el Monte Monchsberg y desde los Jardines de Mirabell.
Tampoco os debéis perder el castillo en sí mismo, desde luego, que nos recuerda el poder de los Principes-Obispos a lo largo de los siglos. Aunque el origen de la fortaleza debemos encontrarlo en el siglo XI, lo más importante fue edificado en el siglo XV. El salón dorado es su estancia más famosa.
SAN PEDRO Y SU CEMENTERIO
Al bajar del castillo entramos un momento a la Iglesia de San Pedro, que queda justo al lado de la estación baja del funicular. Según parece, el monasterio adjunto fue fundado en el siglo VIII, aunque desde luego lo que se pude visitar en la actualidad es de estilo barroco y, por tanto, nada tiene que ver con aquel primer cenobio.
En cementerio es, ciertamente, un remanso de paz. Al menos, ahora en Pascua, que no sé cómo debe ser en verano. Aquí están enterrados el compositor Haydn, la hermana de Mozart y el pastelero Paul Fürst, que seguro que no os suena de nada a no ser que os diga que fue quien se inventó los famosos bombones de Mozart que llevan la imagen del compositor en su envoltura. Algo que hay que hacer en Salzburgo es visitar la confitería original y comprar algunos de estos bombones. Los originales, los de Fürst, se siguen elaborando a mano de modo artesanal y nada tienen que ver con las otras marcas que los fabrican de forma industrial y los venden por toda Austria (y que son bastante más baratos, claro está).
GETREIDEGASSE, LA CALLE MÁS BONITA QUE VER EN SALZBURGO.
La verdad es que el centro de Salzburgo es una delicia, con un montón de callejuelas preciosas. Sin embargo, si hay una calle que hay que ver en Salzburgo de forma indispensable esta es Getreidegasse. En esta calle encontramos la casa natal de Mozart, de la que luego hablaremos, y el Ayuntamiento Viejo. Pero más allá de ello, con sus coloridas y viejas mansiones, convertidas casi todas en tiendas, hoteles y restaurantes con encanto, con sus pasadizos que se abren a ambos lados y, sobretodo, con sus famosos carteles que sobresalen de las fachadas, se trata de la calle peatonal (y comercial) por excelencia. Si visitáis Salzburgo, pasaréis por aquí una y otra vez durante vuestra estancia.
Por cierto, al final de la calle, en el número 47 se localiza en Sound of Music World. Es decir, el Museo de Sonrisas y Lágrimas. Entre que Isa y Marc son superfans de la película (Isa la habrá visto más de 30 veces) y que la entrada está incluida en la Salzburg Card, no dudamos en entrar. Aquí aprendemos sobre los personajes reales en que se basa la película: la familia Von Trapp, con sus vicisitudes. La verdad es que en museo merece la pena si sois uno de los muchos millones de fans que la película tiene repartidos por el mundo. Además os enseñará qué había de real en la película y qué se modificó a fin de hacerla más comercial.
LA CASA NATAL DE MOZART, LA VISITA IMPRESCINDIBLE DE SALZBURGO.
De todos los lugares que hay que ver en Salzburgo, probablemente sea la casa natal de Mozart el que atrae a más visitantes. Efectivamente, este genio universal de la música nació en el tercer piso de una de las viviendas de Getreidegasse, el 27 de enero de 1756. Y aquí vivió hasta los 17 años, cuando la familia se desplazó a una vivienda más amplia al otro lado del río Salzach.
La casa ha sido convertida en museo dedicado a Mozart, de manera que se trata de una de las visitas imprescindibles de Salzburgo. La entrada, como en todos los museos de la ciudad, está incluida en la Salzburg Card, de manera que no hay excusa en visitarla. Aquí aprenderéis algo sobre la vida del genial artista, además de poder conocer algunos objetos personales suyos, incluidos algunos instrumentos e, incluso, algunos mechones de su pelo.
EL MIRADOR DE MONCHSBERG
Ya os he comentado que hay 4 panorámicas que hay que ver en Salzburgo de forma obligada. La segunda la encontramos en la colina de Monchsberg, a la que se accede desde un largo ascensor que nos evita una interminable subida (el ascensor está incluido con la Salzburg Card). En lo alto de colina hay varios lugares de interés, como el Museo de Arte Moderno. Sin embargo, nosotros nos limitamos a disfrutar de las enormes vistas de la ciudad. Se trata de una vista de postal, esta vez con la colina de los Capuchinos y el río Salzach delante nuestro y con la Colina del Castillo, a nuestra derecha. No os perdáis estas vistas, os van a ocupar unos pocos minutos y merecen mucho al pena.
JARDINES Y PALACIO DE MIRABELL
Ya os comenté que para no pocos visitantes, Salzburgo era la ciudad de Mozart y de Sonrisas y Lágrimas. Para estos últimos, los Jardines de Mirabell es algo que hay que visitar en Salzburgo con carácter de prioridad. El motivo no es otro que aquí se rodó una de las escenas más célebres de Sonrisas y Lágrimas, con María y los niños cantando y bailando “Do-Re-Mi”. Por cierto, si sois fans de esta película, no os perdáis el post que hemos escrito sobre la Ruta de Sonrisas y Lágrimas en Salzburgo.
Más allá de ello, hay que decir que los Jardines Mirabell, con sus preciosos parterres de flores y con la imagen del castillo a lo lejos, suponen una de las postales imprescindibles de Salzburgo, de manera que fans o no de la película tienen aquí una cita obligada.
Jardines y palacio fueron el regalo del Príncipe-Obispo Wolf Dietrich a su amante Salomé Alt. La verdad es que el regalo es espectacular, aunque del palacio solo se puede visitar su bellísima y delicada Sala de Mármol. La amante en cuestión correspondió al Príncipe-Obispo con la friolera de 15 hijos.
Para llegar al Palacio de Mirabell hay que pasar a la otra orilla del río Salzach, aunque la verdad es que desde Getreidegasse no son más de 10 minutos a pie.
Si vas a visitar Salzburgo y el resto de Austria te puede interesar:
MIRADOR DE LOS CAPUCHINOS Y LAS VISTAS MÁS BELLAS QUE VER EN SALZBURGO.
También desde esta misma orilla del río se accede a la colina de los Capuchinos. El nombre lo recibe del monasterio regido por esta orden. Sin embargo, lo más espectacular son las vistas que desde aquí se tienen: en primer término, el río Salzach; más allá, la ciudad antigua donde distinguimos las distintas iglesias, especialmente la Catedral. Más allá, las distintas colinas, la del castillo a la izquierda y la Monchsberg a la derecha. Y por detrás, los Prealpes que asoman nevados.
Las escaleras que suben a la colina de los Capuchinos parten de la calle Steingasse. Tras ascender más de 200 escalones os encontraréis con una terraza desde donde disfrutar de las vistas de la ciudad. Lo mejor es subir por lo tarde, pues por la mañana se tiene el sol de cara. Cuando ha anochecido, con el castillo iluminado, también resulta un momento perfecto.
CERVECERÍA DE LOS AGUSTINOS
No todo debe ser cultura en una visita a Salzburgo, ¿verdad? Aunque pensándolo bien, también la cerveza es cultura. Especialmente en Centroeuropa. Pues resulta que en Salzburgo de puede visitar una de las mayores cervecerías de Europa. Me refiero a la Augustinerbrau, que puede dar cabida a más de 2500 bebedores de cerveza al mismo tiempo. Una buena parte de ellos en su jardín o biergarten y otros muchos en las distintas salas habilitadas en el antiguo monasterio, muchas de ellas decoradas al estilo tradicional.
Los agustinos producen el dorado brebaje desde 1621, de manera que más allá de que muchos turistas se acerquen hasta aquí para disfrutar de la tradición, lo cierto es que la Ausgustinerbrau está muy arraigada dentro de las sociedad salzburguesa, hasta el punto de que son basatntes los lugareños que tienen reservada su mesa en la cervecería, de forma perpetua, además de guardar su propia jarra de cerveza en una vitrina destinada a ello.
Otra curiosidad es que te puedes llevar tu propia comida y disfrutarla en una de las largas mesas, mientras bebes la cerveza del lugar. Además, existe una suerte de pasadizo dentro de la cervecería donde se sirven todo tipo de comida tradicional austríaca. Nosotros optamos por esta opción y cenamos un surtido de riquísimas salchichas. La de Isa, rellena de queso, estaba deliciosa. La mía, una bosna, con curri, no le iba a la zaga. De verdad que, más allá de que os guste o no la cerveza, la Augustinerbrau es algo que hay que ver en Salzburgo.
PALACIO DE HELLBRUNN Y JUEGOS DE AGUA
Visitamos el Palacio y los jardines de Hellbrunn al día siguiente. Son dos los motivos que nos han llevado hasta aquí: el palacio y los famosos juegos de agua en sí mismo y la presencia en los jardines de una pérgola que fue escenario de otra de las escenas de Sonrisas y Lágrimas, cuando Riesl y Rolf cantan “Cumplirás 17 años”. Lo cierto es que la pérgola no está en el escenario habitual, pero, qué más da, ¿Verdad?
Este palacio se localiza a las afueras de la ciudad. Nosotros llegamos en coche, pero si no disponéis de vehículo de alquiler o no lo queréis tomar, podéis acercaros en el bus número 25. Tanto el bus como el palacio se incluyen dentro de la Salzburg Card.
El Palacio de Hellbrunn es fruto de la fantasía de otro Príncipe-Obispo, de nombre Markus Sittikus. Se trata de una villa de verano que el dignatario se hizo construir a las afueras de la ciudad, a fin de descansar en un entorno más relajado, durante los meses veraniegos.
No es más que un pequeño palacete de estilo italianizante, mucho más sencillo que otras residencias reales que hemos visitado. Y, en realidad, solo un par de habitaciones siguen decoradas como antaño, pues el palacio ha sido museizado por completo. Una audioguía nos ayuda a comprender la controvertida figura de Markus Sittikus.
Lo más interesantes que hay en el palacio son sus jardines. Los Juegos de Agua son algo que hay que ver en Salzburgo. La cuestión es que los jardines están repletos de chorros de agua de todo tipo, que disparan al visitante en el momento menos esperado y que fueron diseñados a fin de sorprender a los invitados del Príncipe-Obispo. La verdad es que suponía un verdadero avance tecnológico para la época, aunque hoy puede parecernos todo un pelín ñoño. La visita a la zona de los Juegos de Agua se realiza en una visita guiada que dura unos 40 minutos, ya que los mecanismos los va activando el guía a medida que pasamos por las distintas fuentes.
Y con la visita al Palacio de Hellbrunn terminamos nuestra visita a los lugares más importantes que hay que ver en Salzburgo, una de las más bellas ciudades de Austria y a la que le debéis dedicar un mínimo de una jornada y media o dos.
Comentarios:
12 comentarios en “QUÉ VER EN SALZBURGO. Mucho más que la ciudad de Mozart y de Sonrisas y Lágrimas.”
Sólo he estado en Viena pero me gustaría conocer más lugares de Austria. Con este post se me ha abierto los ojos sin lugar a dudas. Y ahora que lo leo, Salzburgo fue una gran capital en tiempos pasados y no sé cómo la he olvidado. Apuntada en la lista!!
Por cierto, yo también soy muy fan de Sonrisas y Lágrimas, jajajajja.
Gracias por compartir!
jeje, parece que hay muchos fans de Sonrisas y Lágrimas en Salzburgo! LA verdad es que toda Austria es una maravilla. Tantos por sus ciudades como por sus paisajes.
Un abrazo, María Jose!
Hola Jordi,
Cuantas cosas he aprendido con este post. Empezando por el origen del nombre de Salzburgo, ¡no tenía ni idea!.
Creo que es de esas ciudades que visitaré algún día, aunque no soy súper fan de Sonrisas y Lágrimas, tras leerte veo que tiene muchos atractivos. Sin duda el cementerio estaría en nuestro itinerario y el hotel me ha encantado 🙂
¡Saludos!
Me ha vuelto a llevar a una ciudad que visité hace unos 20 años ¡¡y tengo la sensación de que sigue igual!! Había olvidado muchas cosas, pero aún recuerdo esos jardines de Mirabell, tan cuidados y con esas vistas únicas. Y la calle más bonita de la ciudad, Getreidegasse, un lugar por el que supongo pasea todo el que llega a la ciudad. Del museo de Mozart tengo un recuerdo, pero no sé si real o imaginario. ¿Suena música en cada sala a través de las audio guías y va cambiando dependiendo del objeto al que te acercas o me lo invento?¡Un abrazo!
Jordi, tus post son siempre una maravilla!!! Realmente se aprende mucho leyéndote!! Gracias.
No sabia que Salzburgo es una ciudad con 2500 años de historia y que es Patrimonio de la Humanidad…¡¡¡Genial!!
Escuchar un concierto en los Jardines Mirabell o caminar por la calle Getreidegasse ya seria más que suficiente para mi. La pondré en mi lista viajera, obvio.
Y por cierto, que tal es su cerveza? Lo que cuentas de la vitrina para guardar las jarras… me ha encantado.
Gracias por este magnífico post. Es un lujo!!!
Saludos Viajeros.
Liliàn
Muchas gracias, Lilian, por tus palabras.
La cerveza estaba deliciosa!