El Monasterio de San Florián es una joya oculta a medio camino entre Viena y Salzburgo. Y escribo oculta, porque mientras visitar el Monasterio de Melk, en la misma ruta, es bastante más habitual, no son muchos los viajeros que se acercan hasta San Florián. Y la verdad es que es una verdadera pena, porque este monasterio agustino, que sigue en activo casi mil años después de su fundación, es verdaderamente espectacular.
SAN FLORIÁN, PRIMER MÁRTIR DE AUSTRIA.
Los monjes llegaron a San Florián en 1071. Se trataba de una comunidad de monjes agustinos. Sin embargo, ¿por qué se establecieron aquí? ¿Quién era San Florián? Pues bien, cuenta la leyenda que San Florián fue uno de los primeros mártires cristianos de Austria. El personaje en cuestión era un antiguo comandante del ejército romano y abogado retirado. Como es conocido, los cristianos eran perseguidos con fruición durante aquellos tiempos. Fruto de aquel asedio, el Emperador romano del momento hizo investigar a 40 cristianos procedentes de Lauriacum, que corresponde a la actual Lorch, una población de la Alta Austria. Florián se prestó a defenderlos. Sin embargo, fue igualmente arrestado y tras confesar su fe cristiana, martirizado. Pues bien, parece que el Monasterio de San Florián se alzó, precisamente, en el lugar donde fue enterrado el mártir en cuestión.
Sin embargo, ni los agustinos llegados aquí en 1071 fueron los primeros monjes en ocupar el lugar, ni el monasterio que ha llegado a nuestros días corresponde a la edificación existente en el siglo XI. Según parece, habría existido un complejo monástico ya por el siglo VIII. Y, por otra parte, el Monasterio de San Florián que podemos visitar en la actualidad corresponde al complejo monástico edificado durante el siglo XVIII, en pleno barroco.
VISITAR EL MONASTERIO DE SAN FLORIÁN.
El Monasterio de San Florián, tal y como lo podemos visitar hoy en día, fue alzado a partir de 1686, aunque la mayoría corresponde ya al siglo XVIII. El estilo casi único de construcción corresponde al barroco. Entre las distintas estancias que se pueden visitar encontramos la magnífica biblioteca, los apartamentos imperiales, la Sala de Mármol y la iglesia con su cripta, donde está enterrado el famoso compositor Anton Bruckner.
Tras admirar la fachada del Monasterio, donde destaca el barroco de la iglesia monástica, entramos al patio que distribuye, en tres pisos, las estancias del cenobio. Lo primero que visitamos es la Biblioteca de San Florián. Se trata de una de las mejores bibliotecas barrocas más bonitas jamás construidas. A uno de se le hace difícil de decir si es más bonita ésta o la que hemos visto, hoy mismo, en el Monasterio de Melk. Lo cierto es que son bastante semejantes. Las estanterías, como suele ser habitual en las bibliotecas barrocas, están diseñadas en distintos tipos de madera, mientras el techo está pintado al fresco, con distintos tipos de alegorías.
La guía (la visita a San Florián es guiada, a diferencia de la de Melk, que se puede hacer por libre) nos cuenta que la biblioteca dispone de más de 100.000 volúmenes de los que solo unos pocos miles se exponen en esta sala. Además, el Monasterio de San Florián es propietario de un buen número de incunables. Se trata, además, de una biblioteca viva y no solo un museo. Es decir, los estudiosos pueden venir aquí para leer los libros que necesiten. Eso sí, el préstamo no está permitido.
Ni que decir que la ornamentación al fresco del techo también resulta asombrosa. Verdaderamente una maravilla esta Biblioteca del Monasterio de San Florián.
La siguiente gran sala que visitamos es la Sala de Mármol. Ya hemos visto en Melk una estancia semejante, pero la del Monasterio de San Florián nos parece, si cabe, de mayor tamaño. Más allá de la exquisita decoración a base de mármoles, lo que más llama la atención es la pintura ilusionista del techo, que resulta francamente fascinante. Era ésta una sala utilizada solamente en ocasiones muy especiales. Particularmente, durante las poquísimas ocasiones en que la corte visitaba el Monasterio de San Florián.
Igual de espectacular resulta, incluso, el siguiente conjunto de salas. Se trata de una decena larga de estancias de tipo palaciego que se localizan, una tras otra, a lo largo de un pasadizo que tiene más de 140 metros de largo. Pero, ¿qué significado tienen este conjunto de habitaciones en un monasterio? Pues nos cuentan que las estancias estaban reservadas para aquellas ocasiones en que el Emperador venía a San Florián que, como decía, fueron realmente escasas. Eso sí, una de las habitaciones es conocida como la de Pio VI pues, por lo visto, este Santo Padre pernoctó aquí en una ocasión, con motivo de un viaje que lo llevó de Roma a Viena a entrevistarse con el Emperador.
Tras visitar estas estancias palaciegas tomamos camino a la iglesia del monasterio, otro lugar francamente fascinante. También de estilo barroco, nos cuentan que fue en este templo cuando por primera vez, durante el barroco, se pintaron al fresco los techos de una iglesia en Austria. Solo diré que la iglesia nos pareció preciosa. Y como una imagen vale más que mil palabras, os dejo algunas fotos de ella.
La visita al Monasterio de San Florián de Austria nos depara una última sorpresa. Resulta que en la cripta de la iglesia está enterrado el famoso compositor austríaco Anton Bruckner. Según parece, el compositor había formado parte del coro de San Florián durante sus años mozos y, posteriormente, ejerció como organista del monasterio. De esta manera, aunque posteriormente marchó a Linz y Viena donde desarrolló una exitosa carrera musical, su corazón estuvo siempre en el Monasterio de San Florián. Por expreso deseo suyo, Anton Bruckner fue enterrado en el Monasterio de San Florián. Por cierto, en la misma cripta, justo enfrente de la tumba del compositor, se encuentra un osarios con miles de calaveras y otros huesos, que resulta de lo más inquietante.
Y con la cripta, terminamos la visita al Monasterio de San Florián y a su famosa biblioteca barroca. La verdad es que si disponéis de tiempo suficiente, os recomiendo que os acerquéis hasta aquí. La verdad es que no desmerece para nada a la de Melk.
Comentarios:
5 comentarios en “MONASTERIO DE SAN FLORIÁN. Otra increíble biblioteca barroca de Austria.”
Sencillamente impresionante. Desde luego no tiene nada que envidiar esta biblioteca a la de Viena, ésta si la vi en mi reciente viaje a tierras austriacas. Pero para que veas, por distintas razones, a pesar de haber valorado ir a Melk, no he llegado a ir. Así que tomo nota de este fabuloso lugar a mitad de camino en ruta porque me parece que merece y mucho la pena conocerlo. Y me encantaría ver el osario, no es que sea muy agradable, pero son lugares que me llaman la atención, igual que los cementerios.
Alucinante!
No tenia ni idea de este maravilloso monasterio y eso que hemos pasado en dos viajes por alli cerca.
Para nada parece un monasterio, cuanto lujo y la biblioteca es suprema!!!
La verdad es que si hacéis el trayecto entre Salzburgo y Viena, resulta una parada excelente y poco concurrida. Un saludo, Aitor.
Wow! Me parece espectacular. La de cosas que estoy descubriendo con vuestro blog. Me ha encantado el monasterio y su biblioteca, me parece una preciosidad.
Sin duda la visitaremos cuando vayamos algún día!!
El Monasterio de San Florian fue un verdadero descubrimiento, porque habíamos oído hablar de Melk y su biblioteca, pero jamás de este lugar. Y también merec na pena!