La Biblioteca Nacional de Austria es uno de los edificios más bellos que hay que ver en Viena y una de las bibliotecas más extraordinarias que hemos visto jamás. Quizá la más bonita entre las bibliotecas barrocas de Europa.
Curiosamente, durante nuestro viaje de 10 días a Austria hemos podido visitas tres excelsas bibliotecas barrocas más (la de la Abadía de Melk, la del Monasterio de San Florián y la Biblioteca de Admont), todas ellas de una belleza desbordantemente sobrecogedora. Sin embargo, la Biblioteca Nacional de Austria, que ocupa uno de los edificios del Hofburg, el Palacio Imperial de Viena, es la más extraordinaria de todas ellas. Por algo era conocida como la Hofbibliothek o Biblioteca Imperial de los Habsburgo, durante el periodo en que ésta dinastía dominaba buena parte de Europa Central.
LA BIBLIOTECA IMPERIAL DE VIENA, LA OBRA MAESTRA DE FISCHER VON ERLACH.
El edificio actual de la Biblioteca Nacional de Austria se ubica en una de las dependencias del Hofburg, el Palacio Imperial de Viena (aunque para visitarla, hay que adquirir una entrada a parte). Fue alzada a partir de 1723 siguiendo los planos del arquitecto de Graz, Johann Bernhard Fischer von Erlach. Este maestro se había formado bajo la influencia de algunos de los más célebres arquitectos barrocos de la Italia de finales del siglo XVII, desde que a los 16 años de vida se trasladara a vivir a Italia. Allí trabajó, por ejemplo, en el taller de Gianlorenzo Bernini, el más importante de los escultores barrocos. De hecho, al igual que Bernini, Fischer von Erlach se desarrolló no solo como arquitecto, si no también como escultor.
En 1687, Fischer von Erlach regresó a Viena y obtuvo el cargo de arquitecto de la corte. Además, de la Biblioteca Nacional de Austria (entonces, Biblioteca Imperial), diseñó otros muchos edificios y monumentos, incluyendo dos arcos triunfales.
Con la encomienda de alzar una nueva Biblioteca Imperial, el arquitecto se encargó de diseñar un edificio que sustituyera la antigua biblioteca que tenía su origen en los libros recopilados por Alberto III durante el último tercio del siglo XIV. Desde luego, la colección había ido incrementándose a lo largo de los siglos, de manera que un nuevo espacio resultaba imperativo. Además, a los miles de libros había que añadir otro tipo de objetos, como mapas, planisferios y globos terráqueos. Con todo ello, se alzó la nueva Biblioteca Imperial en el ala Neue Burg del Nofburg. Sin embargo, Johann Bernhard Fischer von Erlach falleció el mismo año 1723, de manera que fue su hijo, Joseph Emanuel Fischer von Erlach, quien se encargó de terminar la maravilla que es hoy la Biblioteca Nacional de Austria.
LA VISITA A LA BIBLIOTECA NACIONAL DE AUSTRIA
Para visitar la Biblioteca Nacional de Austria hay que acceder por Josefsplatz. Tras adquirir el billete de entrada se sube al primer piso,que es donde encontramos la maravilla que es el Prunksaal o Salón de Estado, que es el nombre que recibe la sala más noble de la antigua Biblioteca Imperial.
En cierta manera, la Biblioteca Nacional de Austria se dispone sobre un área alargada que en su parte media se ensancha, de manera que queda como en forma de cruz. Esta parte del crucero es más alta y se cierra por una preciosa bóveda pintada al fresco. Antes de llegar a esta zona media, encontramos un doble tramo separado por sendas enormes columnas de mármol, culminadas por capiteles corintios. Estos dos tramos se cierran mediante una bóveda de cañón, también ornamentado mediante pinturas al fresco.
Toda la Prunksaal de la Biblioteca Nacional de Austria se dispone en dos pisos, de manera que una larga balaustrada de madera abalconada corre a lo largo del primer piso. Los libros, dispuestos dentro de estanterías de madera, se sitúan tanto en la planta baja como en el primero piso de la biblioteca.
Además de las pinturas al fresco y las columnas, un buen número de esculturas de mármol ornamentan el espacio. Representan distintos emperadores de la Casa de Austria. De todas las esculturas, la más impresionante de todas es la que se sitúa en el crucero bajo la cúpula central. Representa a Carlos VI, que fue el promotor de la nueva Biblioteca Imperial de Viena. En esta zona central también encontramos cuatro grandes globos terráqueos.
El más espectacular de los frescos de la Biblioteca Nacional de Austria es el que ornamenta la cúpula central. Representa la apoteosis de Carlos VI, los dominios de la Casa de Habsburgo y las virtudes de la Casa Real de Austria.
La verdad es que el espacio es una auténtica obra maestra del barroco. Una auténtica oda al horror vacui, donde no queda espacio alguno sin haber sido ornamentado con destreza. Como digo, quizá sea la más impresionante de cuantas bibliotecas hayamos conocido.
Tras la caída de los Habsburgo, la antigua Biblioteca Imperial fue rebautizada como Biblioteca Nacional de Austria y hoy se encarga de la custodia de todos los libros editados en el país. Desde luego, no todos se encuentran en este espacio en el que se resguardan. Aquí encontramos, básicamente, los más antiguos, incluyendo incunables y mapas de enorme valor histórico.
Si vais a viajar a Viena no dejéis de visitar la Biblioteca Nacional de Austria. Es sin duda, uno de los lugares más espectaculares de la capital austríaca.
Comentarios:
2 comentarios en “Biblioteca Nacional de Austria. La biblioteca barroca más bonita del mundo.”
Voy a visitar la biblioteca en Agosto 2023, la información fue muy útil…
Aprendí la historia y una breve guía.
Muchas gracias.
Muchas gracias!