El Valle de los Ingenios es como se conoce una zona muy cercana a la población cubana de Trinidad, donde florecieron decenas de haciendas azucareras durante la época colonial española.
La importancia histórica del Valle de los Ingenios es tal, que la Unesco la incluyó en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, junto a la población de Trinidad.
Si vais a visitar Trinidad, la excursión al Valle de los Ingenios resulta obligada. En los free tour por Trinidad, también os hablarán acerca de la importancia histórica de esta región (podéis mirar aquí las distintas opciones).
BREVE HISTORIA DEL VALLE DE LOS INGENIOS
El Valle de los Ingenios fue, como dije, una de las regiones azucareras más importantes de Cuba.
Sin embargo, esto no se estableció hasta bastante tiempo después de la colonización española de la isla de Cuba y de la fundación de Trinidad.
Antes que con la caña de azúcar, los españoles probaron con las plantaciones de tabaco y otros cultivos, no siendo hasta el siglo XVII cuando la industria azucarera se convirtió en el verdadero motor económico de la región, no sin la imprescindible ayuda de las decenas de miles de esclavos llegados de las costas africanas.
En los momentos de máximo esplendor, más de 50 haciendas azucareras llegaron a coincidir en el Valle de los Ingenios, una región compuesta en realidad por tres valles: San Luis, Agabama-Méyer y Santa Rosa.
La riqueza generada en el Valle de los Ingenios permitió amasar verdaderas fortunas a los hacendados que los fundaron. Y convirtió la población de Trinidad en una de las más bellas ciudades coloniales de América.
El declive del Valle de los Ingenios y, seguidamente, de Trinidad, llegó con la competencia generada en Europa gracias al advenimiento del azúcar industrial extraído de la remolacha azucarera, seguido de las guerras de independencia de Cuba, de la segunda mitad del siglo XIX.
CÓMO VISITAR EL VALLE DE LOS INGENIOS DESDE TRINIDAD
Si no disponéis de coche de alquiler, tenéis dos opciones para visitar el Valle de los Ingenios desde Trinidad: o bien preguntar en alguna de las agencias turísticas de Trinidad la posibilidad de realizar una excursión al Valle de los Ingenios o bien negociar con un taxista las visitas a realizar.
Nosotros convenimos con un taxista la visita a dos de los ingenios más importantes y conservados del valle (Manaca-Iznaga y San Isidro de los Destiladeros), otro bastante menos interesante (Buena Vista) y finalmente, la visita al Mirador del Valle de los Ingenios, con tiempo suficiente para realizar el circuito de tirolinas.
Quedamos con un precio de 6000 CUP (unos 30€), sin regatear mucho. Tardamos unas cuatro horas en completar el recorrido, sin ningún tipo de prisas.
NUESTRA VISITA AL VALLE DE LOS INGENIOS
Esta fue nuestra ruta en la excursión al Valle de los Ingenios desde Trinidad.
MANACA-IZNAGA
El primer ingenio que visitamos fue Manaca-Iznaga, que es uno de los más importantes del Valle de los Ingenios y que floreció en la segunda mitad del siglo XVIII. En Manaca-Iznaga vivían los dueños (en la casa hacienda) y disponía de una fábrica de azúcar, los barracones de esclavos (donde se hacinaban varios centenares de ellos) y una torre vigía, que es la más alta del Valle de los Ingenios.
Parte de las infraestructuras, lo que en su momento fue la casa de los dueños, han sido convertidas en restaurante. Además se conserva un enorme trapiche, que era utilizado para obtener el guarapo de la caña de azúcar. Aprovechamos para tomarnos un fresquísimo guarapo.
Pero si por algo Manaca Iznaga es la hacienda más famosa del Valle de los Ingenios es por su torre.
La Torre Manaca-Iznaga se construyó entre los años 1815 y 1830. Se trata de una torre campanario de 45 m de altura, que permitía la vigilancia en las plantaciones de cañas, avisando de posibles incendios y de las huidas de los cientos de esclavos. Además, las campanas marcaban el inicio y final del horario de trabajo, que solía ser superior a las 14 horas diarias.
Desde lo alto se disfruta de una preciosa vista del Valle de los Ingenios.
INGENIO JESÚS DE NAZARENO DE BUENA VISTA
La segunda parada en esta ruta por el Valle de los Ingenios desde Trinidad es la menos interesante de todas.
Poco ha quedado del que fue el Ingenio Jesús de Nazareno de Buena Vista. Eso sí, la mansión señorial ha sido restaurada y convertida en hotel y restaurante, de manera que un breve alto en el camino nos permite echarle un vistazo.
SAN ISIDRO DE LOS DESTILADEROS
Quizá fue esta la visita que más nos gustó en esta ruta por el Valle de los Ingenios.
Para visitar el complejo, que parcialmente son unas ruinas, hay que pagar una pequeña entrada (menos de 1€ al cambio), pero nos incluye una guía.
Y la verdad es que la explicación resulta de lo más interesante. Aquí vemos la mansión de los señores, la torre de vigilancia y los cimientos de lo que fue la planta destiladora con lo que se llamaba el tren jamaiquino, que permitía, tras hervir repetidamente el guarapo, obtener los cristales de azúcar. También podemos conocer los cimientos de los habitáculos donde residían los esclavos.
La verdad es que la guía se ha merecido la propina y la casi hora entera que duró la visita la recordamos como una de las mejores de nuestra ruta de viaje por Cuba.
EL MIRADOR DEL VALLE DE LOS INGENIOS Y EL CANOPY
La última parada de la excursión al Valle de los Ingenios la realizamos en el conocido como Mirador del Valle.
Además de unas estupendas vistas del entorno, aquí podemos realizar un circuito de canopy o tirolinas que, además, resulta muy barato (250 CUP).
Es el segundo circuito de este tipo que realizamos en Cuba (el primero lo completamos al visitar Viñales).
Se trata de cuatro tramos de tirolinas, que permiten completar un circuito de algo más de un kilómetro. La verdad es que la experiencia merece la pena.
Esto es lo que pudimos conocer al visitar el Valle de los Ingenios desde Trinidad, desde luego un recorrido obligado desde la que es la ciudad colonial más bonita de Cuba.