Visitar los Rabelados de Cabo Verde, era uno de los objetivos que teníamos marcado para la última jornada de nuestra ruta por la Isla de Santiago de Cabo Verde.
La verdad es que hasta la preparación de este viaje, jamás habíamos oído hablar de los Rabelados de Cabo Verde. Literalmente, los que se rebelaron. Y lo cierto es que tampoco es que haya mucha literatura en español sobre ellos, de manera que en este artículo os vamos a contar qué son, de donde surgieron y cómo visitar los Rabelados de Cabo Verde.
QUÉ SON LOS RABELADOS DE CABO VERDE
Los Rabelados son un conjunto de comunidades que viven en la isla de Santiago de Cabo Verde, aisladas voluntariamente del resto de la sociedad caboverdiana, desde los años 40 del siglo pasado.
En realidad, no se trata de un grupo étnico o de una tribu, si no de una comunidad de personas que, en la actualidad no alcanzaría los 500 individuos, según nos contaron en la comunidad Rebalarte, que es la que pudimos visitar nosotros.
Como os dije, los Rabelados surgieron en los años 40 del siglo XX, a raíz de las crecientes desavenencias religiosas surgidas cuando la iglesia y el estado portugués (en aquel tiempo, Cabo Verde formaba parte de Portugal) enviaron al archipiélago un conjunto de sacerdotes y educadores con la idea de imponer nuevos dogmas y costumbres a los caboverdianos, mucho más cercanos a los existentes en la metrópolis.
Aunque ya he dicho que no se trata de un grupo étnico específico, sí que es verdad que los Rabelados están formados, casi de forma uniforme, por población criolla descendiente de esclavos de origen africano continental, a diferencia del resto de pueblo caboverdiana, donde el porcentaje de población mestizo es mayor.
Esta población criolla, en aras de conservar sus ancestrales costumbres, pero también su manera de entender y practicar el cristianismo, se aislaron del resto de sociedad, buscando zonas apartadas del interior de la Isla de Santiago. Es decir, se rebelaron contra las imposiciones de la iglesia y el estado portugués. De ahí, el nombre de Rabelados.
Fueron años, durante la dictadura de Salazar, donde los Rabelados fueron perseguidos por el estado portugués, pero también por el resto de sociedad caboverdiana. Un hostigamiento y represión que incluyó el ingreso de algunos de los líderes de la comunidad en el Campo de Concentración de Tarrafal, en el norte de la isla.
CÓMO VIVÍAN LOS RABELADOS DE CABO VERDE
Las comunidades de Rabelados de Cabo Verde, no solo se aislaron del resto de población, si no que vivían su día a día con humildad, rehusando casi todos los atisbos de modernidad al que el resto de población iba teniendo acceso de forma paulatina. Una vida, casi, clandestina.
Las viviendas de los Rabelados, por ejemplo, solían ser de paja (y algunas de ellas lo siguen siendo). Y, en pos de desempeñar una vida ajena a cualquier lujo, rechazaban el uso de radio, televisión o teléfono, por ejemplo.
Se trataba, en cualquier caso, de distintas comunidades donde muy a menudo los más pequeños no tenían acceso a la educación fundamental, que era impartida de forma muy precaria desde la misma comunidad, y donde el cristianismo se vivía de una forma también sencilla, apartada de cualquier atisbo de solemnidad y fanatismo.
VISITAR UNA COMUNIDAD DE RABELADOS
La llegada de la democracia y, enseguida, de la independencia de Cabo Verde puso fin a la represión. Sin embargo, el número de Rabelados de Cabo Verde no han hecho más que disminuir a lo largo de las últimas décadas.
Cada vez son más los jóvenes que emigran a la ciudad es busca de mayores posibilidades de desarrollo personal, de manera que la Comunidades de Rabelados de Cabo Verde han tenido que adaptarse a la nueva situación.
Nosotros visitamos la Comunidad de Rabelados Rabelarte, en la zona de Espinho Branco, bastante cercana a la costa oriental de la isla de Santiago.
Enseguida nos damos cuenta que aunque la comunidad cuenta con algunas viviendas de paja, como antaño, otras muchas de van edificando en materiales menos perecederos.
Durante la visita, en la que nos acompaña una mujer que hace las funciones de guía, podemos ver y escuchar la televisión en varias de las viviendas, a la vez que sabemos que también disponen de móviles y otros artilugios que hacen la vida algo más fácil que hace medio siglo.
Nos cuenta nuestra guía, que en Rabelarte viven unas 85 personas y que los más pequeños acuden, cada día, a una escuela situada en la bastante cercana población de Calheta de Sao Miguel. Es decir, aun comprendiendo la dificultad de vivir en un medio eminentemente rural, cada vez son menos las diferencias entre el día a día de los Rabelados y del resto de comunidades rurales de la Isla de Santiago.
Eso sí, aunque la guía insiste en que los jóvenes siguen manteniendo el espíritu de la comunidad de Rabelados, lo cierto es que el número de ellos es decreciente, generación tras generación.
Los Rabelados de Rabelarte financian parte de la comunidad con la venta de artesanía y especialmente, pintura, que la guía nos ofrece. Nos cuenta que algunos servicios son comunes y nos permite entrara en algunas de las viviendas de paja, las más tradicionales, que son muy simples. La cocina u horno, son exteriores.
La visita a la comunidad de Rabelados de Cabo Verde no se alarga más de media hora, aproximadamente. Es sábado, de manera que por ahí hay varios niños que nos siguen durante la visita a su pueblo. Pero se trata, en cualquier caso, de un lugar bastante tranquilo.
CÓMO VISITAR LOS RABELADOS DE CABO VERDE
Aunque hay varias comunidades de Rabelados en la Isla de Santiago, la que resulta más fácil de visitar es la comunidad Rabelarte de Espinho Branco. Aquí tenéis la ubicación.
Para llegar hasta aquí vais a necesitar de coche de alquiler o de los servicios de un taxista, puesto que se trata de un lugar algo aislado. Otra posibilidad es preguntar por un colectivo que haga el servicio de Tarrafal a Caletha de Sao Miguel y pedirle al conductor por bajarse en la comunidad.
En principio, no hay que llamar ni pedir permiso, solo hay que acercarse hasta este poblado y seguro que alguien os hará de guía, como fue nuestro caso, para luego invitaros a comprar algo de la artesanía o pintura que producen.
Los Rabelados de Cabo Verde son gente tranquila y amable. Un rasgo, en realidad, que comparten con toda la sociedad caboverdiana.
Aunque la guía no pidió nada a cambio, es evidente que hay que ser consecuente con la hospitalidad recibida, de manera que una propina resulta bien recibida, a la que vez que necesaria para la comunidad.