El Templo de Luxor es uno de los lugares imprescindibles que ver en Luxor y uno de los templos más bonitos de Egipto. En este artículo os vamos a contar qué es y cómo visitar el Templo de Luxor.
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QUÉ ES EL TEMPLO DE LUXOR
El Templo de Luxor es uno de los dos templos más importantes de la que fue la capital de Egipto durante buena parte del periodo que se conoce como el Imperio Nuevo de Egipto. Es decir, de Tebas.
Ante todo merece la pena decir que no hay que confundir el Templo de Luxor con el Templo de Karnak, que también está situado en la actual ciudad de Luxor y que queda unido al Templo de Luxor por una avenida de unos tres kilómetros de longitud que antaño estaba jalonada por unas dos mil esfinges.
El Templo de Luxor fue alzado en tiempos de Amenhotep III (más o menos, a partir del año 1400 ac), bajo el diseño del que por aquel entonces era el arquitecto real, que ha pasado a la historia como Amenhotep hijo de Hapú.
Sin embargo, al visitar el Templo de Luxor nos daremos cuenta que parte del mismo y particularmente la fachada principal (el pilono de entrada) se debe a los tiempos de Ramses II, el longevo faraón que gobernó Egipto durante 67 años.
En este sentido, Ramses II no solo amplió el Templo de Luxor, si no que modificó varias de las esculturas que hacían referencia a otros faraones a fin de convertirlos en su propia imagen. Al mismo tiempo, modificó varios de los cartuchos que incluyen el nombre del faraón constructor para sustituirlos por el suyo propio.
Comentar también que el Templo de Luxor se localiza en la orilla oriental del Nilo, al igual que el Templo de Karnak. Es decir, en la orilla de los vivos. En la orilla occidental se alzaron los distintos templos fúnebres, como el Templo de Hatsepsut y las tumbas reales, en el Valle de los Reyes y en el Valle de las Reinas.
Mientras en los templos de la orilla occidental se rendía homenaje al espíritu del faraón fallecido y divinizado (el ka), en los templos de la orilla oriental (Luxor y Karnak) la entrada a los fieles estaba vetada, ya que era esta la morada de las divinidades egipcias. Es decir, de Amón, Mut y su hijo, Khonsu.
Como dije, fue el faraón de la XVIII Dinastía, Amenhotep III, quien mandó construir el Templo de Luxor como complemento al de Karnak, que era la morada principal de los dioses egipcios de Tebas.
El motivo para construir este Templo de Luxor fue el de concebir un templo dedicado a la Fiesta de Opet o de Año Nuevo, que se celebraba durante la anual crecida del río Nilo. Durante esta fiesta, la triada divida (Amón, Mut y Khonsu) era trasladada al Templo de Luxor desde el de Karnak, su morada habitual. Este traslado se realizaba a bordo de las barcas sagradas que en comitiva divina surcaban el Nilo.
Tras once días, la triada divina regresaba al Templo de Karkak, esta vez por tierra. Sin embargo, hay que comentar que la Avenida de las Esfinges que hemos comentado que une ambos templos es bastante posterior, pues se debe al Faraón Nectánebo, que reinó Egipto entre el 378 y el 361 aC. Es decir, más de mil años más tarde.
CÓMO VISITAR EL TEMPLO DE LUXOR
Podéis visitar el Templo de Luxor por libre o mediante una excursión organizada. Si realizáis un viaje organizado a Egipto, probablemente tengáis incluida la entrada y la visita guiada al mismo.
Si viajáis a Egipto por libre podéis comprar la entrada (160 libras egipcias) y visitar el Templo de Luxor a vuestro antojo o contratar esta excursión organizada que incluya la visita guiada a los dos templos de Luxor. La verdad es que disponer de un guía nos parece imprescindible para aprovechar la visita al Templo de Luxor y demás lugares de interés imprescindibles que ver en Egipto.
LA VISITA AL TEMPLO DE LUXOR
Como comenté, la fachada principal del Templo de Luxor corresponde a los tiempos de Ramses II. Tenemos enfrente el enorme pilono que mandó edificar y que glorifica su victoria (controvertida según muchos historiadores) en la Batalla de Qadesh.
Frente al gran pilono de entrada encontramos seis estátuas de Ramses II y un solo obelisco de lo dos que en su momento ornamentaban la fachada principal del Templo de Luxor. Mehmet Alí, bajá de Egipto, regaló el segundo obelisco a Francia en 1831. En la actualidad está situado en la Plaza de la Concordia de París.
Tras el gran pilono de entrada encontramos un primer patio que también data de los tiempos de Ramses II y que, por tanto, es posterior al templo ideado en tiempos de Amenhotep III. También en este patio encontramos estatuas con la efigie de Ramses II, magníficas. Sin embargo, el longevo faraón las usurpó de Amenhotep III, no dudando en modificar la cara de la estatua para asemejarla a una versión juvenil e idealizada de Ramses II. A los pies del ahora Ramses II encontramos la esposa real Nefertari. Una estatua que fue igualmente modificada, pues inicialmente se trataba de Tiy, esposa de Amenhotep III.
Este patio se cierra mediante un segundo pilón inacabado. Antes, sin embargo, nos fijamos en la existencia de una pequeña mezquita bastante posterior, que fue construida encima del Templo de Luxor, cuando esté quedó sepultado por la arena ahora retirada.
Tras el pilono inacabado encontranos lo que es la construcción original de Amenhotep, aunque también el Faraón Tutankamon intervino posteriormente a su antojo para modificar el Templo de Luxor.
Aquí encontraremos un gran patio ceremonial janlonado de enormes columnas, una sala hipóstila y finalmente, en el fondo, el sancta sanctorum del Templo de Luxor. Es decir, el lugar donde reposaba la triada divina durante once días cuando era trasladada desde el cercano Templo de Karnak.
El Santuario de la Barca de Amón fue transformado tras la conquista de Egipto por parte de Alejandro Magno. Deseoso de hacerse aceptar por el pueblo como nuevo faraón, el macedonio mandó ornamentar el lugar más sagrado del Templo de Luxor con su imagen.
También los romanos modificaron y ornamentaron una sala a su antojo, para convertirla en lugar de culto imperial. Modificaciones en ocasiones demasiado vastas, pero insuficientes para que el Templo de Luxor pierda la esencia con que fue edificado hace unos 3500 años
Como el cercano de Karnak, el Templo de Luxor es uno de los lugares imprescindibles que ver en Egipto y una de las joyas arqueológica de este país.