Perú, el que fue el gran viaje del año pasado, nos dejó momentos geniales. No es de extrañar, pues se trata de uno de los países que más gratifica al viajero.
Perú es, además, un país fácil de visitar. Al menos en lo que hace referencia a la ruta más turística y trillada que, al fin y al cabo, es por la que completamos la mayor parte de los viajeros que hasta este país andino nos acercamos.
Hoy os dejo con cinco de los momentos más postaleros del viaje a Perú. Fotos que nos recuerdan cuánto disfrutamos en aquel lugar y que bien merece la pena trasladar a un álbum digital, más allá de guardar las fotos en un USB o en algún lugar de la memoria de nuestro teléfono o PC.
EL PASEO EN BUGGY POR LA LAGUNA DE HUACACHINA
Durante una horita, dejamos a la chicas (Iris e Isa) tomando un refresco en el oasis de Huacachina, para disfrutar de las dunas del desierto de Ica que rodea este curioso oasis del desierto peruano.
Fueron apenas 45 minutos donde subimos y bajamos las dunas a bordo de un buggy y donde nos lo pasamos verdaderamente bien. Antes de disfrutar de la puesta de sol en lo alto de las dunas, aún tuvimos tiempo de tirarnos dunas a bajo, realizan sandboarding.
HACIENDO CUMBRE EN LA MONTAÑA DE LOS 7 COLORES
La excursión a la Montaña de los 7 colores fue el momento del viaje. También en esta ocasión dejamos a Iris e Isa (en esta ocasión, paseando por Cuzco) para tomar juntos el autobús que nos acercaría a la base de una de las montañas más famosas de Perú: la Montaña de los 7 colores.
Después de transitar por valles de un verde exuberante, llegamos al punto donde se inicia ente trekking que en menos de dos horas nos llevó hasta los aproximadamente 5200 metros de altura de esta curiosa montaña.
La coloración que la mineralización de este cerro otorga a la superficie terrestre, incluyendo tonos rosados, blanquecinos, rojizos, verdosos, parduzcos y amarillentos, convirtió este momento en el más instagrameable del viaje.
LAS SALINAS DE MARAS
Aunque a lo largo de nuestros viajes hemos visitado decenas de salinas, ninguna de ellas resulta tan espectacular como las Salinas de Maras que pudimos conocer al visitar el Valle Sagrado de los Incas desde Cuzco.
Se trata de un conjunto de tres mil pozas de poca profundidad, llenas de aguas saladas procedentes de un manantial situado en el subsuelo de la región. Por lo visto, un conjunto de salinas cuyo origen lo debemos encontrar, incluso, antes de la llegada de los incas.
Desde luego, se trató de otra de las postales del viaje.
MACHU PICCHU
Desde luego, si hay una postal que define el viaje a Perú, está es la de la ciudadela de Macchu Picchu.
Es verdad que no tuvimos mucha suerte con la climatología, porque después de más de quince días de sol, aquella jornada amaneció lluviosa y neblinosa a partes iguales. Sin embargo, cuando la neblina se abrió, al menos parcialmente, para dejarnos disfrutar de la histórica ciudadela inca desde La Casa del Guardían con el Cerro Huayna Picchu como telón de fondo, no pudimos dejar de emocionarnos un poco.
EL CÓNDOR EN EL CAÑÓN DEL COLCA
Otra de las postales que todos los turistas buscamos en un viaje al Perú es la del vuelo del cóndor en el Cañón del Colca.
Desde Arequipa accedimos al que es uno de los cañones más profundo del mundo, con la idea de coincidir con una de las mayores aves de América: el amenazado cóndor andino.
Cuando en un lugar cercano al mirador, media docena de cóndores no dejaban de planear escasamente unos metros por encima de nuestras cabezas, pudimos cumplir otro de los sueños del viaje.
