Montmartre es el más bohemio de los barrios de París y uno de los lugares que hay que ver en París de forma obligada. O al menos, así fue durante varias décadas, especialmente a principios del siglo XX. Fue un momento en que las distintas vanguardias artísticas parecieron confluir en este barrio, de la mano de algunos de los más importantes pintores de los últimos 100 años. Y no solo hablamos de los impresionistas, que también, si no de artistas tan dispares como Picasso, Utrillo, Leger, Modigliani, Gaugin, Gris o los catalanes Casas y Rusiñol, punta de lanza del modernismo pictórico catalán.
Muchos de aquellos artistas llegaron a París, como vulgarmente se llama, con lo puesto. Y no fue hasta unos cuantos años más tarde cuando se consagraron como verdaderas figuras mundiales del arte. Era habitual, además, que aquella colonia de pintores frecuentara un puñado de locales, restaurantes, cafeterías o cabarés. Algunos de aquellos espacios siguen hoy en día en pie y se han convertido en auténticos iconos de París. Tal es el caso del Moulin Rouge; otros lugares, desgraciadamente cerraron sus puertas a lo largo del tiempo y hoy no son más que un recuerdo de un tiempo que jamás regresará.
Durante este recorrido por Montmartre pasaremos por algunos de aquellos lugares más emblemáticos de la mano de varios de los artistas que frecuentaron aquel ambiente.
VISITAR MONTMARTRE DE LA MANO DE LOS PINTORES DEL SIGLO XX
EL MOULIN ROUGE
Nuestra visita a la colina de Montmartre empieza en la plaza Blanche, a los pies del cerro de Montmartre. Para llegar hasta este punto debe tomarse el metro y bajar en la parada Blanche. Aquí se localiza uno de los locales más míticos de París. Hablamos del Moulin Rouge, el más famoso de los cabarés parisinos. No mucha gente conoce que fue un español el encargado de su construcción. Hablamos de Josep Oller, nacido en Terrassa, aunque criado enteramente en París, y creador también del célebre Teatro Olympia del Bulevar de los Capuchinos de París.
El Moulin Rouge se convirtió, desde el momento de su apertura, en punta de lanza artística de la Belle Epoque. Sin ningún género de dudas fue el famoso cartelista Henri de Tolouse-Lautrec, uno de los artistas que más hizo por popularizar el cabaré, con sus múltiples pinturas acerca de todo aquello que allí acontecía. Su afición a este tipo de ambientes, incluidos los burdeles, fue también su perdición. Tolouse-Lautrec, uno de los pocos artistas que procedía de familia acomodada, falleció a los 36 años, sumido en el alcoholismo y víctima de la sífilis.
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EL CEMENTERIO DE MONTMARTRE.
Nuestro siguiente destino es el Cementerio de Montmartre, uno de los lugares más relajados que hay que visitar en París. Un lugar tranquilo, con frondosas arboledas, pero también con algunos tramos donde la densidad de tumbas y panteones resulta un pelín asfixiante. Hemos llegado aquí para rendir homenaje a uno de los más importantes pintores de impresionismo. Nos referimos a Edgar Degás, que se hizo famoso a base de pintar bailarinas, como todos sabéis. Quizá os sorprenda que en su tumba rece la inscripción Familia de Gas. Efectivamente, el nombre real del artista era el de Hilaire-Germain-Edgar de Gas.
EL MOULIN DE LA GALETTE Y LE LAPIN AGILE
Subimos por Rue Lepic hasta llegar a uno de los lugares más míticos de la Colina de Montmartre. Nos referimos al Moulin de la Galette. Se trata, como es lógico, de un molino que nos recuerda a los años donde Montmartre no era más que una pequeña población vecina a París plagada de viñedos.
Con el tiempo y su anexión a la metrópolis, el Moulin de Galette se convirtió en una de las más famosas salas de fiestas de principios del siglo XX. Podríamos asegurar de que no hubo artista que se preciara que por allí no pasase e, incluso, que inmortalizara la célebre sala en alguna de sus obras. Quizá el más famoso cuadro del Moulin de la Galette sea el que pintó Pierre August Renoir y que se conserva en el museo de Orsay. Pero, a parte de este célebre lienzo, aquí os dejo hasta 4 otras pinturas de otros tantos artistas que se inspiraron en la célebre sala: Picasso, Casas, Rusiñol y Van Gogh.
Nuestro siguiente destino es otro de los lugares más míticos de la Belle Epoque. Se trata de Le Lapin Agile, el que era el más antiguo de los cabarés parisinos. El espacio fue igualmente frecuentado por muchos artistas de aquella época, incluidos Picasso, Modigliani o Utrillo. Está claro que la vida nocturna atraía tanto o más que la diurna a todos aquellos genios de principios de siglo.
Actualmente, Le Lapin Agile ha dejado atrás su años de cabaré, sin embargo sigue tratándose de un concurrido lugar donde además de cenar se puede escuchar música. Eso sí, si bien a Picasso se le permitía pagar con alguna de sus obras, lo más probable es que el viajero del siglo XXI deba abonar la cuenta entera. Os dejo con algunos cuadros de Utrillo y del propio Picasso.
EL SAGRADO CORAZÓN, EL LUGAR MÁS SAGRADO DE MONTMARTRE.
Tras estas visitas más canallas es momento de visitar el Montmartre más sagrado. Nos referimos a la Basílica del Sagrado con Corazón que, con su estilo neobizantino a la par que neorománico, domina la colina. Es este uno de los más maravillosos y emblemáticos templos de París y debe su construcción a una decisión de la Asamblea Nacional de honrar la memoria de aquellos franceses que perecieron en la guerra franco-prusiana de 1870 y 1871.
No haré una gran descripción de este templo, puesto que el artículo está dedicado más a la relación de los artistas con la colina de Montmartre que a los lugares arquitectónicos en sí mismo. Pero sí que os diré que desde la terraza que queda justo enfrente del Sagrado Corazón se disfruta de las mejores vistas de París.
Aunque la basílica del Sagrado Corazón no fue consagrada hasta 1919, varios de los pintores de aquel primer tercio d siglo XX la inmortalizaron en sus obras. Como ejemplo, estos dos lienzos de Utrillo con vistas del templo, desde Rue Sainte Rustique o desde Rue Chevalier de la Barre. Vosotros mismos podéis buscar el enclave exacto donde el pintor barcelonés situó su caballete.
PLACE DU TERTRE Y LE BATEAU-LAVOIR
Un paseo por la colina de Montmartre no sería completo sin acercase a la más artística de las plazas del barrio. Nos referimos a la Place du Tertre, donde un sinfín de pintores hacen las delicias de los visitantes. Los estilos son variados y la verdad es que merece la pena echar un vistazo. Quien quiera puede llevarse a casa una caricatura suya y, quien así lo desee, una obra más elaborada. Eso sí, aunque la competencia es bárbara, los precios son parisinos.
Bien cerca de Place du Tertre, en Rue Ravignan y ya de bajada de la colina, debemos echar un vistazo a Le Bateau-Lavoir. Estamos hablando del que fue el lugar de residencia y también de reunión de un gran número de los bohemios artistas que por aquella época pululaban por París. Picasso se albergó en este lugar durante una buena temporada, coincidiendo con Juan Gris o Amedeo Modigliani, pero la práctica totalidad de los artistas del momento frecuentaron este espacio en algún momento. La lista sería interminable: Utrillo, Apollinaire, Gauguin, Matisse, Braque. Por desgracia, actualmente se conserva únicamente la fachada de aquel emblemático lugar que vio exponer por vez primera el famoso lienzo de Picasso, Las Señoritas de Aviñón.
PLACE PIGALLE
Nuestra ruta por Montmartre de la mano de los pintores más famosos del siglo XX llega a su fin. Descendemos la colina hasta llegar a la Place du Pigalle, donde podremos tomar el metro homónimo hasta nuestra próxima destinación.
Sin embargo, me gustaría hacer hincapié en un último detalle que nos recuerda a aquellos años. Era en esta plaza donde se localizaba otro de los locales más frecuentados por aquél grupo de artistas que cambió para siempre la historia del arte. Se llamaba Café de Nueva Atenas. Por desgracia, aquel local fue derruido en 2004. Degas pintó aquí su famoso cuadro El Ajenjo (conocido también como La Absenta). También Renoir se inspiró en esta plaza para pintar su obra Place Pigalle.
Y con estas obras de la Place Pigalle terminamos nuestro recorrido artístico por el más bohemio de los barrios de París: la colina de Montmartre.
ALGUNOS DATOS PRÁCTICOS
LLEGAR A PARÍS
Desde España, lo más habitual es tomar algunos de los vuelos directos hasta la capital francesa. En París, encontramos hasta 3 aeropuertos:
- Paris Orly
- Charles de Gaulle
- Beauvais/li>
Autobuses de línea, taxis, servicios privados y trenes (en el caso de Charles de Gaulle y Orly) trasladan a los viajeros desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad.
Otra posibilidad es llegar a París mediante el TGV o tren de alta velocidad. Actualmente, el servicio desde Barcelona tiene una duración de 6 horas y media. Sin embargo, desde Madrid son más de 10 horas.
TRANSPORTE PÚBLICO HASTA MONTMARTRE.
Como hemos comentado, lo mejor es tomar el metro. Las paradas Blanche y Pigalle os dejarán a los pies de la colina de Montmartre. Es posible subir el último tramo del Sagrado Corazón en un funicular, aunque nuestra ruta no ha ascendido ni descendido por este lugar.
El precio del billete de metro simple es de 1.8€. El paquete de 10 tickets tiene un coste de 14.10€. El ticket permite también acceder a los autobuses interurbanos y al funicular de Montmartre.
En este enlace podéis encontrar los precios actualizados de la red de transporte público de París.
DORMIR EL PARÍS.
Desde luego no faltan opciones de alojamiento en la capital francesa. A los habituales hoteles hay que sumar una muy buena oferta de apartamentos en París. Muchos viajeros valoran la amplitud de los apartamentos turísticos así como la posibilidad de preparar las comidas, particularmente las cenas en los mismos. La oferta es muy variada.
Comentarios:
10 comentarios en “MONTMARTRE. Visitar el barrio más bohemio de París de la mano de los pintores.”
Ohhh, me ha encantado tu post!!!! Y me ha parecido muy buena idea recorrer Montmarte de esta forma tan bohemia, siguiendo a sus pintores. Un recorrido muy original para visitar sus calles y entender los cuadros. Tomo buena nota de ello porque, de verdad, que me ha gustado mucho.
Gracias Netikerty! Un buen rato estuve mirando y seleccionando obras. Creo que consulté más de 50!!!
Un beso!
Gran recorrido y buen post! qué original resulta hacer recorridos de lugares megaturísticos y conocidos desde puntos de vista diferente, con los ojos de otros.
No tenía ni idea que Joseo Oller fuera el artífice del Moulin rouge!! mira que he estado veces en París y es la primera vez que escucho esta historia! Terrassa es una de nuestras ciudades favoritas de Barcelona.
Un saludo viajero!
Eva y Carmelo
Muchas gracias Eva. Así es, esta vez quisimos recorrer Monrmartre de la mano de los pintores. A ver si me animo con lo mismo de Normandía, que tambiñen da para un post de la mano de los pintores.
A pesar de haber estado 2 años en París e ir muy a menudo … al menos dos veces al año … tengo una relación amor-odio con París …
aún así, Montmartre nunca falta en cada visita que hago a la ciudad !!
Un saludo.
jejeje, yo de momento me quedo con la marte amoroso! Me sigue fascinante la ciudad, he estado 5 o 6 veces y la verdad es que espero poder ir regresando.
Saludos Alfonso!