Visitar el Barrio Judío de Praga, conocido como Josefov, es otro de los objetivos de todos los turistas que recorren la capital checa. Uno de los lugares más evocadores de Praga, el viejo cementerio judío, se encuentra justamente en el Barrio Judío de Praga. Pero, además, con varias sinagogas, en el barrio persiste la llama que esta comunidad labró a lo largo de los siglos en el que es una de las ciudades más bellas de Europa.

En este sentido, Praga tiene uno de los barrios judios de Europa, a la altura de los de Budapest o del barrio judío de Cracovia. Varios de los lugares que incluidos en el post forman parte también de este artículo sobre la 25 visitas imprescindibles de Praga.

LOS JUDÍOS EN PRAGA

Se sabe que los primeros judíos llegaron a Praga allá por el siglo X. Sin embargo, aquellos comerciantes de origen hebreo no se habrían asentado en lo que hoy es el Barrio Judío si no que lo hicieron en Mala Strana, la Ciudad Pequeña, que queda en la base del barrio del Castillo de Praga.

Fue a mediados del siglo XII cuando la comunidad se trasladó a la ciudad vieja, probablemente después de que un incendio arrasara con sus viviendas en Mala Strana.

A lo largo de los siglos, la comunidad judía de Praga fue creciendo tanto en número como en importancia. Algunos de sus miembros más relevantes asumieron importantes cargos en la ciudad y gracias a sus dotes como buenos comerciantes, la comunidad judía prosperó sin cesar, llegando a su momento de máximo esplendor durante el siglo XVI.

El Barrio Judío de Praga, disponía de su propio ayuntamiento, diferenciado del resto de la ciudad. Sin embargo, el nombre de Josefov no corresponde a aquella época si no que es bastante posterior. En concreto, tras la expulsión de los judíos por parte de María Teresa de Habsburgo, José II de Austria permite a la comunidad regresar a Praga. En su honor, el barrio pasa a ser conocido como Josefov.

Sin embargo, el mismo edicto permite a los judíos establecerse más allá de los límites de Josefov, que hasta la fecha se había comportado como un auténtico gueto. El resultado no es otro que el Josefov acaban permaneciendo únicamente los judíos de clases más bajas, incluida la comunidad ortodoxa.

Varios de los lugares que hay que ver en el Barrio Judío de Praga corresponden a aquellos momentos históricos de enorme vigor hebreo. Sin embargo, más allá de las sinagogas, el viejo cementerio o el antiguo ayuntamiento, la práctica totalidad del barrio fue destruido durante el siglo XIX. Las nuevas normas en pos de la salubridad no se correspondían con las estrechas callejuelas del Josefov, de manera que el barrio fue urbanizado de nuevo, de una manera más racional y según los cánones modernos.

Durante la ocupación nazi, Checoslovaquia fue ocupada y Praga, desde luego, no se libró de ello. Buena parte de la comunidad judía de la ciudad fue trasladada a los distintos campos de concentración, incluidos el de Terezín (cercano a Praga y que se puede visitar), Auschwitz o Treblinka. Sin embargo, el régimen nazi no destruyó los edificios históricos con la trágica idea de hacer del viejo Barrio Judío de Praga un museo exótico de una raza extinta.

Los pocos judíos que quedaron en Praga tras la Segunda Guerra Mundial así como los que pudieron regresar tras la contienda, tampoco se vieron favorecidos por las políticas de la era comunista. El resultado fue que tras el advenimiento del estado judío en Israel, gran parte de la comunidad optó por emigrar a la tierra prometida. En la actualidad se considera que no son más de 1700 los hebreos que siguen residiendo en Praga.

QUE VER EN EL BARRIO JUDÍO DE PRAGA.

Como decía, los lugares más importantes que hay que ver en Praga son sus distintas sinagogas, el viejo cementerio judío y el Ceremonial Hall.

EL CEMENTERIO JUDÍO DE PRAGA

Para la mayoría de los turistas se trata de la auténtica estrella del Barrio Judío de Praga y el verdadero motivo que los trae hasta aquí.

No es de extrañar, pues las fotografías que adornan la mayoría de tiendas de souvenires de la capital checa, así como libros y postales nos muestran un lugar tremendamente evocador. La realidad, sin embargo, es algo más prosaica.

El Cementerio Judío de Praga se establece a partir del siglo XV. Durante unos 300 años fue el único lugar donde se permitió que los judíos fueran enterrados. El espacio, que se sitúa anexo a la Sinagoga Pinkas, es bastante reducido, de manera que los judíos no tuvieron más remedio que amontonar los cadáveres en distintas capas. De esta manera, se calcula que hasta 100.000 personas podrían haber sido enterradas en el Cementerio Judío de Praga.

El decreto de José II de Austria, del que ya hemos hablado, prohibió las sepulturas en el interior de la ciudad, de manera que las últimas tumbas corresponden a 1787.
Aquí encontramos miles de lápidas dispuestas sin orden ni concierto, con multitud de caracteres y símbolos judíos como corresponde a los personajes enterrados,y que a menudo toman tintes verdosos correspondientes al verdín depositado a lo largo de los años.

Decía que, aunque francamente evocador, la popularidad del Cementerio Judío de Praga lo ha convertido en uno de los lugares más visitados de la ciudad, de manera que visitarlo con algo de tranquilidad supone una tarea imposible.

Entre las tumbas más populares destacan la del Rabino Judah Loew ben Bezalel o la del que fuera alcalde judío y ministro de Hacienda Mordecai Maisel, una de las personalidades más importantes de la comunidad judía a lo largo de los siglos.

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Barrio Judío de Praga
Cementerio Judío de Praga

EL CEREMONIAL HALL

Se trata de un edificio bastante moderno, aunque sus formas neorománicas podrían hacernos pensar que es bastante más antiguo. Se localiza junto a la Sinagoga Klausen.

Las funciones que desempeñaba este edificio era el de morgue de la que era conocida como Sociedad de entierro de Praga. En una de las plantas de realizaban los distintos rituales de limpieza de los cadáveres mientras que la otra se destinaba a la reunión de los familiares de los fallecidos.

Como casi todos los edificios que hay que ver en este Barrio Judío de Praga, sus funciones se han readaptado y en la actualidad podemos asistir a una suerte de exposición que se dedica a ilustrarnos sobre las tradiciones judías relacionadas con la muerte. También encontramos tumbas que pertenecieron al antiguo cementerio y que datan del siglo XIV.

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LAS SINAGOGAS DEL BARRIO JUDÍO DE PRAGA.

Son 5 las sinagogas del Barrio Judío de Praga que han llegado a nuestros días. Ellas son el más importante testigo de la época de esplendor del judaísmo en la capital checa, aunque en la actualidad ninguna de ellas desarrolla funciones religiosas dado lo exigua de la comunidad judía en la Praga del siglo XXI.

Unas más antiguas y otras más modernas, todas tienen su interés. La más bonita de las sinagogas del Barrio Judío de Praga es la conocida como Sinagoga Española. Recibe el nombre por su relativo parecido con las decoraciones moriscas existentes en la Alhambra de Granada.

La verdad es que el interior es muy llamativo, con una bonita cúpula y una ornamentación francamente destacable. Este templo fue alzado en 1868 y durante la Segunda Guerra Mundial desempeñó las funciones de almacén de los bienes confiscados a los judíos.

Barrio Judío de Praga
Barrio Judío de Praga
En la actualidad, el espacio se ha museizado y cuenta la historia de las distintas comunidades judías en Bohemia y Moravia.

No menos interesante es la Sinagoga Klausen, que es la mayor entre las existentes en el Barrio Judío de Praga y, como dijimos ya, se sitúa justo al lado del Ceremonial Hall. Fue construida en 1694 por Mordecai Maisel, que ya hemos comentado que fue un importante personaje de la comunidad judía y que llegó a ser ministro de hacienda del Estado. Sin embargo, el aspecto actual es algo posterior y en estilo barroco, pues fue reconstruida tras el incendio que sufrió la original.

El rabino Rabino Judah Loew ben Bezale, autor de la leyenda del Golem y cuya tumba podemos encontrar en el Cementerio Judío, impartió sus clases en la escuela que formaba parte de esta sinagoga.El espacio es la sede, en la actualidad, de una muestra sobre las tradiciones y costumbres judías.

Más pequeña es la Sinagoga Pinkas, del siglo XVI. Tras varias remodelaciones, la sinagoga ha sido igualmente desacralizada y es la sede del Memorial a las víctimas judías del Holocausto procedentes de Bohemia y Moravia. Hasta 80.000 nombres de víctimas de aquel terrible genocidio están inscritos en las paredes de la sinagoga, incluyendo su fecha de nacimiento y el lugar donde perecieron. Un lugar ciertamente conmovedor y donde rendir homenaje a los sufrimientos a los que fueron sometidos los judíos durante aquellos terribles años.

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Otra de las sinagogas del Barrio Judío de Praga que no hay que perderse es la Sinagoga Maisel, de finales del siglo XVI. Nada queda, sin embargo, de aquel templo inicial, puesto que aunque originariamente era renacentista, debió ser reconstruida en estilo barroco, años más tarde, tras sufrir también un incendio. Más aún, la sinagoga Meisel que ha llegado a nuestros días es de finales del XIX e inicios del XX y es de estilo neogótico.

Durante la Segunda Guerra Mundial los Nazis almacenaron en esta sinagoga varios miles de objetos de gran valor artístico que procedían de 153 sinagogas de Bohemia y Moravia, con la intención de fundar un museo antisemita en Praga. En actualidad la Sinagoga Maisel es la sede de la exposición permanente del Museo Judío sobre la Historia de los Judíos en Bohemia y Moravia desde el siglo X hasta siglo XVIII.

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Sinagogas del Barrio Judío de Praga
Por fin no hay que olvidar la Sinagoga Vieja-Nueva, que es la más antigua entre las sinagogas del Barrio Judío de Praga. Se trata de un edificio bastante sencillo alzado en el siglo XIII. Es de estilo gótico como así nos muestran los arcos apuntados que se sostienen sobre ménsulas.

Esta es la única de las sinagogas del barrio judío que requiere de un ticket a parte para ser visitada, aunque se puede comprar un billete conjunto que incluye todos los lugares de interés. Es decir, las sinagogas, el Cementerio Judío de Praga y el Ceremonial Hall.

Sinagogas del Barrio Judío de Praga

La verdad es que visitar el Barrio Judío de Praga supone una mañana entera. Son bastantes los lugares que hay que ir visitando y todos tienen su interés. En este post podéis leer acerca de los lugares más interesantes que hay que ver en Praga.

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Comentarios:

10 comentarios en “Josefov. Visitar el Barrio Judío de Praga.


Oscar Ferrando Font
26 de enero de 2018

Un post que ens anira molt be!! Gracies per publicar just ara!

    MIL Viatges - Blog de viajes y etnología
    26 de enero de 2018

    Quina sort, Oscar. És de les ciutats més boniques d’Europa.

Quim Prats Flaqué
26 de enero de 2018

Ens veiem a Praga!!!

    MIL Viatges - Blog de viajes y etnología
    26 de enero de 2018

    Us encantarà Praga. Pero abrigueu-vos!!!

Maleta para tres
27 de enero de 2018

Estuvimos en Praga en 2016 y quedamos enamorados. El Barrio judío es genial, solo nos quedó por ver la Sinagoga española. Por cierto, cada rincón de Praga tiene una foto! ? ¡Genial el post! ?

    Jordi
    31 de enero de 2018

    Así es, chicos! Toda la ciudad merece mucho la pena, pero realmente el barrio judío es un lugar muy especial.
    Un abrazo, viajeros!

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